Reunidos contra su voluntad por una organización fantasma sin rostro, los tres FD, C19 y AX pasaron semanas en un infierno de hormigón sin luz. Cuando surgió la oportunidad de escapar, la aprovecharon, pues los unía un gran propósito: formar una banda de metal extremo, inspirada en el crust punk, el rock and roll y la música clásica de baja calidad, para destrozar sin control por todo Estados Unidos y más allá. Esa banda es Rotgut.
Con esta historieta, así se presenta esta fantasmal banda de Renton, localidad a apenas 10 minutos de Seattle, en el estado norteamericano de Washington y cuyo vecino más famoso fue Jimmy Hendrix, al que dedicaron un enorme memorial que podrás visitar cerca de sus casas.
Han recurrido a la autoedición para arrancar y de momento no descubren sus rostros.
Debutan con este “24 oz CANTRIP” original propuesta que podríamos decir que fusiona estilos. Sí, un grupo con algo de original. El trío, sobre una base thrash, cimenta una música que entrega en cinco cortes donde vislumbramos bastante de actitud punkarra a la que ellos dotan de una agresividad y un tono de oscuridad más propio del black metal que otra cosa.
Podríamos etiquetarles de black n’ roll, como ya hicieron otros antes, sobre todo por Escandinavia, pero Rotgut son más brutos, más thrash, con más pinta de desfase borracho, con ritmos que invitan a hacer el saltarín y meterse en el pogo. Sí, en el fondo es el thrash lo que manda en este álbum debut, un revoltoso EP sin desperdicio por el que tendrás que esperar en el mejor de los casos hasta que salga el próximo día 20. Créeme, merece la pena. No les falta musicalidad a raudales, y hasta se ponen un poco tiernos en "Under the Scarlet Cross", con un riff casi "Hells Bells" que luego se oscurece. Pero está claro, las pintas de malotes, esas máscaras tan infernales, esconden detrás un corazón. En "Blood and Cooper" se ponen hasta virtuosos, con solo incluido. Temazo.
Cuando vi las pintas me sentí reticente. Soy poco amigo de prestar atención a las bandas que pretenden llamarla con las pintas. Pero como era un EP, era cortito, pues dije, “no hay nada que perder”. Mira por donde, fue un acierto.
Apuesta valiente y muy loca la de estos vecinos de la lluviosa y oscura Seattle. Algo de ello seguro que ha tenido que ver en su música. Tocan más de lo que aparentan en sus pintas.
1) Bonemelter
2) The Hunger
3) I: Return of the Dead Without Eyes
4) II: Under the Scarlet Cross
5) III: Blood and Cooper
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