Texto y fotos: Diego Rodríguez Liébanas.
Según los horarios marcados por la organización, las
actuaciones debían comenzar a las ocho en punto de la tarde. No fue así. Cuando
llegué sobre esa hora a la Sala Republik, había bastante gente en sus aledaños
haciendo los típicos corrillos y bebiéndose unas latas pero las puertas de la
sala estaban cerradas. Pero no a cal y canto. No era problema de la sala.
Veinte minutos después salió Sandra, de Kivents, organizadores del evento, a
darnos información de lo que estaba sucediendo. Nos explicó que no sabían nada
de NIGHT DEMON desde hacía ocho horas y que estaban contemplando la posibilidad
de seguir adelante con los conciertos pero sólo con PREDICADOR y GRIM COMET reduciendo el precio de la entrada de diez a seis euros. Quien tuviera
anticipada y no quisiera entrar recibiría de vuelta su dinero de forma íntegra
estableciéndose las nueve de la noche como nueva hora de inicio de las
actuaciones.
Así, comentando la jugada, y sorprendidos por las
noticias, los asistentes allí congregados en la entrada, comenzamos a hacer
elucubraciones. Al parecer, la banda venía del Algarve portugués y por la
mañana habían enviado un mail a la organización pero desde entonces no habían
dado señales de vida. Bromas y risas sobre qué podía haber pasado que se
tornaban en preocupación por si acaso había pasado algo que pudiéramos
lamentar. En estas, a eso de las nueve,
aparece una furgoneta con matrícula de Portugal y los miembros de NIGHT DEMON vivitos y coleando aunque con un Jarvis al que le cuesta apearse debido a
lo que probablemente sea un buen resacón. El evento volvía a recuperar su
formato de trío aunque ya veríamos en qué condiciones.
Predicador
PREDICADOR
A eso de las nueve y media, una hora y treinta minutos
después del horario previsto, suben a escena, con la música de La Profecía
sonando a modo de intro, los miembros de PREDICADOR dispuestos a comerse el
escenario y lo que haga falta. Si algo salía mal no iba a ser por actitud. No
cabe duda de quién es el que comanda la nave. Jaime García, Biblia Satánica en
mano y maquillado tipo King Diamond, nos arenga con sus plegarias antes de
acometer La Bestia En Mí que da el
pistoletazo de salida a la actuación. Heavy Metal clásico cantado en castellano
que bebe de Mercyful Fate y Judas Priest.
Predicador
Letting The
Wolf Out es
la siguiente. El sonido, aunque al principio no estaba del todo ajustado,
adquirió rápidamente un nivel de solvencia adecuado. Quizá un poco más de
volumen para el bajo de Miguel Ferrero no hubiera estado mal pero eso ya es una
apreciación personal. La pegada de Edu Olmos a la batería lleva a la banda en
volandas y Jaime García con una actitud a prueba de balas, llena de energía la
sala contagiando al personal. Siguieron con uno de sus temas franquicia, Predicador, en el que aparece un zombie
por el foso como parte del show. Miguel Martín sacó desde el principio la
máquina de repartir riffs a la rítmica pero también sabe solear que da gusto
como lo demuestra el solo que se calcó en Los
Que Traen La Tormenta.
Predicador
La actuación comienza a llegar a su fin, no sin antes
aparecer La Muerte portando un copa de sangre de la que beben como endemoniados
Jaime y Miguel antes de acometer la dupla Inmortal
y Como El Amanecer, con las que el
doble bombo de Edu Olmos echa humo y la banda da el resto para terminar de
completar una actuación de nivel que nos vino de perillas a todos los
asistentes para olvidar la espera y afrontar la noche con una sonrisa en la
cara. El Predicador me captó entre sus adeptos.
GRIM COMET
Tenía curiosidad por toparme con GRIM COMET desde hacía
un tiempo ya que en su momento me llamaron mucho la atención un par de temas
que escuché de su primerizo Pray
Of The Victims. Si no les he visto antes ha sido más bien por culpa mía ya que
oportunidades he tenido. No tardaron mucho en saltar al escenario ya que no
había tiempo que perder. Con una propuesta sin tanta parafernalia y mucho más
sobria que la de sus predecesores desde un principio salieron a noquearnos con una
apuesta musical que se nutre de Doom, Stoner y Heavy Metal.
Grim Comet
Decidieron comenzar con Inner Halls y Echoes, los
dos primeros temas de su recientísimo God Is Dead, Lets Eat Him, para los que
gozaron de buen sonido desde el primer momento aunque quizá unos puntos más en el
volumen del cantante no hubieran venido mal. Siguieron con más temas nuevos
como The Path We Ride y Overdriven Reality. La sección rítmica de
la banda me estaba gustando muchísimo. Sonido guapo el que le saca al bajo
Álvaro Arias, con ese equilibrio entre dureza, gordor y melodía que pudimos
disfrutar a menudo debido a que el formato de la banda propicia que se le
aprecie en la mayoría de los temas. Se une a la fiesta la pegada y la actitud
de Jorge Mánver a la batería que tiene que levantarse cada dos o tres temas a
colocar el bombo de los arreones que le mete.
Grim Comet
Según avanzan los temas, la actitud y la valía de la
banda sobre las tablas va quedando fuera de toda duda. Su directo es compacto y
crudo. Logran atraparte en su mundo y
que te sientas cómodo en él mientras te dan hachazos como la intensa Sleep o Worn Out, primer tema antiguo de la noche. William Black,
compositor, cantante y guitarrista de este invento se comunica lo justo con la
peña pero no deja un segundo de ponerle intensidad y nervio a su actuación.
Como guitarrista es una máquina de riffs, generalmente pesados pero no
demasiado grandilocuentes o intrincados y como cantante puede recordarte a una
mezcla de Alice Cooper y Dave Mustaine, lo cual le viene de perillas a la música
que hacen. Acabaron con Ghost y Virgins Of Madness con las que acabaron
de demostrar que pueden igualar, e incluso superar, al sonido de sus discos en
contundencia, rudeza y energía.
Grim Comet
NIGHT DEMON
Si yo hubiera salido de la furgoneta en el plan que
bajó Jarvis Leatherby un par de horas antes cuando llegaron seguramente estaría
bocabajo en el suelo o abrazado al wáter. Pero esa es la diferencia entre los
dos: Yo no dejo de ser un plumilla de tres al cuarto y Jarvis lidera una banda
de Heavy Metal que ofrece desde hace tres años más de doscientos shows al año
por Estados Unidos y por Europa… ¿Qué es una resaca para él? Ahí estaba justo
antes de empezar con mejor cara y apariencia en general rabilando con el bajo y
con el amplificador. Sus lugartenientes, Dustin Squires y Armand John Anthony,
son de otra pasta… más tranquilos, pero cuando se da el pistoletazo de salida
sobre las tablas no se atisba diferencia alguna ya que el trío lo da todo sin
tregua.
Night Demon
No es la primera ocasión que asisto a una descarga de
NIGHT DEMON ya que hace dos años ya pude disfrutarles en el Pounding Metal
Fest. En aquella ocasión me trasmitieron unas sensaciones similares a las de
esta noche: La intensidad, la entrega y la actitud son innegociables. Jarvis
toca mucho el bajo que es protagonista en el sonido de la banda pero no canta
mucho. Ya sabemos cómo es el tema en estudio pero en directo se le ven las
costuras aunque este aspecto no parece importar un carajo a nadie porque el tío
tiene ese magnetismo y carisma propio de los que llevan el Rock & Roll en
las venas. Dustin, por su parte, es una máquina a las baquetas. Cero florituras
pero lleva a la banda al máximo todo el rato. Mr. Anthony es un guitarrista
versátil. Saca su lado salvaje cuando es necesario pero también aporta buenas
dosis de elegancia con unos solos ejecutados con mucha clase. El ímpetu con el
que acometen cada tema es digno de ver y la energía que trasmiten funciona como
droga de la buena para los asistentes. ¡Dame más! ¡DAME MÁS!
Había dudas en relación a cómo se iba a solucionar el
tiempo de actuación de NIGHT DEMON. La disponibilidad horaria de la sala no era
ilimitada por lo que ya cuando vimos que las bandas que abrían el show
realizaban íntegro su setlist pudimos intuir que los californianos iban a ver
reducido su tiempo encima del escenario. Y así fue, ya que de las dieciocho
canciones planificadas no llegaron a ejecutar ni la mitad. Sonaron Manticore, Run For Your Life, Curse Of The Damned o Screams
Of The Night pero dos que destacaron realmente por encima del resto fueron
la sencilla pero reconocible y muy coreable Heavy
Metal Heat y Mastermind, un tema
hardrockero que en directo adquiere una entidad que en el disco no se aprecia.
La actuación se fue como un suspiro. Nos pasaron por encima como una manada de
bisontes siendo la última Night Demon
con la gente entregada. Tan entregada que quería más y se organizó para
conseguir a base de berridas un tema más. Axe
Crazy de los británicos Jaguar fue la elegida, poco más de dos minutos y
medio de pura NWOBHM que fue recibida con una buena cantidad de pogos.
Night Demon
No soy muy fan de esa máxima que afirma que “Lo bueno,
si breve, dos veces bueno” pero qué remedio tomarla por bandera para definir lo
que sucedió en la media hora justa que duró la actuación de los cabezas de
cartel. Si sirve como vara de medir, decir que todos salimos con una sonrisa en
la boca y la peña, una vez fuera se estuvo haciendo fotos con la gente de NIGHT DEMON. Viendo la cantidad de conciertos que ofrece al año esta gente fijo que
tenemos oportunidad de disfrutarles más pronto que tarde.
© Diario de un Metalhead 2016.
+ CRÓNICAS DE CONCIERTOS aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario