📷 Jose "Chimpa" Sánchez (Portada).
Noche excesiva de metal en la Gong de Oviedo. Y digo excesiva porque es difícil de disfrutar en plenitud de tres conciertos en una sala que te marca una temprana hora de final inamovible cuando se trata de un sábado.
Y sí, es triste que así sea, pero el meter a tres bandas hizo que los set se vieran acortados, siendo sobre todo de bastante disgusto lo del recorte en el repertorio de Mind Driller, verdaderas estrellas de la noche y de los que pudimos disfrutar mucho menos de lo esperado. No es esto una crítica a la sala, tienen que comer y con la asistencia que hay en los conciertos de metal, ya que no nos dan una patada en el culo y nos mandan a la mierda. Nuestros conciertos no generan y para las salas son una ruina. Si no fuera por el romanticismo de algunos, como la Gong, se acabó.
Así las cosas, abrieron Delenda Est, banda mixta vitoriana de metal alternativo que me dejó totalmente despistado. Y es que no sabría cómo describirlos, supongo que de ahí que les digan "alternativos". Cuidan la puesta en escena, bien en la vestimenta, se les despistó una caja de merchan transparente a la vista de todos que deslucía un poco el escenario. Detalles que deberían cuidar para dar una imagen de mayor profesionalidad. No me meto en lo musical, pues no lo hacen nada mal, pero ni me gustaron ni me disgustaron. Me despistaron.
Y es que tan pronto sonaban a puro metal como a más rockeros, con un breve paso por el metal sinfónico que personalmente me pareció lo mejor de su set y donde su vocalista Irenka Pastor nos dejó alucinados. Les falta trabajo por hacer y pienso que deberían tener más claro a qué estilo acogerse para no despistar tanto a la gente y que sus conciertos cojan una continuidad que enganche. Pues me pasó a mí, pero hablando con más gente, se quedaron descuadrados con ellos. Igual que yo. Así es difícil conectar.
Bestia Negra llegaron detrás con su repertorio de puro heavy metal con aire de clásico. Cada día más cómodos en sus temas, sobre todo en los más machacones, les vimos confiados sobre el escenario de la Gong. Pegaban menos aún con Mind Driller que Delenda Est, pero evidentemente, no les importó.
El ambiente era realmente gélido y difícil de levantar. Que se estén repitiendo mucho por los escenarios asturianos tampoco ayuda. Al menos miran ya lo de tocar fuera de nuestra región (se van este fin de semana hasta Gibraltar nada menos). Aquí deberían espaciar en el tiempo más sus actuaciones, más que nada para que no caigamos en el tedio, para que la gente que les sigue habitualmente no se canse y deje de acudir a verles. Esta vez se notó mucho. O eso o sacar temas nuevos ya. Lo que sea menos ponerse con versiones. Eso sería lo fácil, pero no es esa la forma de crecer. Gil al micro sigue siendo lo mejor de un grupo que va a más.
Tras dos actuaciones bastante frías a nivel de reacción por parte del público, pero que por otra parte sonaron muy bien -excelente el técnico de sala- llegaba el momento de Mind Driller, que apenas tenían por delante unos cincuenta minutos, tal y como reflejaba su setlist lleno de temas tachados.
Me gustaron mucho más de lo esperado. No les había visto aún en vivo y la verdad que me sorprendieron para bien. Pensaba que una banda de su estilo tiraría mucho más de samplers, pero no. Su show fue muy orgánico, muy real y muy distinto de lo que normalmente vemos con las bandas de metal industrial, con su técnico Raúl Abellán (The Mixtery) cumpliendo con creces en la mesa.
Evidentemente mandan en su repertorio los ritmos bailones, invitando en todo momento al bote. Su ritmo es elevado y si te dejas llevar saldrás de la sala sudado como si vinieras de una clase de aeróbic. Ellos no paran de intentar contagiar al público, no se cansan de interactuar, y eso que en la sala éramos algo así como una treintena los presentes y encima parecíamos estar clavados al suelo. Y es que claro, si la sala está petada es más fácil dejarse llevar que si te sientes observado como era el caso.
Si en lo musical la banda cumple de sobra, tirando de distorsiones en guitarra y bajo para darnos ese sonido gordo y envolvente -con un Reimon genial en la batería-, no veas en lo que a imagen se refiere. Mind Driller son puro espectáculo desde la intro. Su cuidada vestimenta blanca les hace parecer habitantes de otra galaxia. Salen ataviados como auténticos personajes de película de ciencia ficción, como llegados de una nave espacial, pero no se quedan en eso. Casi con cada canción sacan algún complemento para no dejar de sorprenderte. Máscaras venecianas, caretas, máscaras con luces, tarimas, todo parece poco.
Por otra parte, iba muy pendiente de qué podía pasar con tres vocalistas sobre el escenario. ¿Se pisarían? ¿Se molestarían? Para nada. Cada uno cumple a la perfección con su papel. La verdad es que son extraordinarios. Satisfacen al micro y no paran de moverse para contagiar al público. Me encantaron tanto V y Estefanía en las voces limpias como Dani N.Q. dándole a la voz más industrial, más Rammstein.
Venían presentando su fabuloso "The Void" (Art Gates Records), y evidentemente no faltaron temas del mismo, aunque el repertorio fue equilibrado con canciones del resto de sus discos, que para eso tienen ya una trayectoria importante.
Puestos a resaltar podríamos decir que el momento de "Armour" con las alucinantes caretas venecianas, fue un auténtico puntazo. El show en "Psycho" con sus dos vocalistas masculinos fingiendo sexo oral no dejó a nadie indiferente, pero lo mejor son esos ritmos bailones. ¿Quién se puede resistir a canciones como "Insanity"?
"Happy Hunting" les hace huir de la repetitividad, uniéndose a "Maniquí", tema en castellano, antes de volver al ritmo bailón con uno de sus mejores hits como es "End of the World", para desde ahí arrasar con temazos hasta el final.
Yo que pensaba que me iba a encontrar a una de esas bandas que lleva más de medio show grabado y para nada. Lo dicho, mucho mejor de lo esperado. Si vuelven a venir, allí me tendrán. Y si no, que me lleven con ellos a Alicante.
Ellos son: V Stone, Dani N.Q. y Estefanía Aledo a las voces, Javix a la guitarra, Pharaoh al bajo y Reimon a la batería. Son geniales.
Gracias a Randy, organizador del evento por la invitación. Fuimos el único medio presente.
Las fotos, son mías y sí, sé que son horribles, salvo la portada, claro que es de Chimpa del reciente Ginetarock. Novales estaba cubriendo en Gijón el concierto de SOCS. La coincidencia nos hizo tener que repartirnos y sacarlo adelante como pudimos. Yo no sacaría una foto buena ni con la cámara de Pep Bonet.
No dejéis de visitar su extraordinaria web: https://mind-driller.com/
© Diario de un Metalhead 2024.


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