📝 Larry Runner.
El Black Metal atmosférico empieza a invadir nuestro buzón. Mephorash me metió en este lío y y Grima me implicó mucho más en serio. Bandas como Harakiri fo the Sky me han rematado. Murmur son la apuesta estatal.
No sé si llamarlo Black Metal atmosférico simplemente o Post Black Metal, que dicen algunos entendidos entre los que no me considero. Mirando historias al respecto me he encontrado con otras etiquetas -a la gente le mola inventarse estilos- y les califican de Blackgaze, que no sé lo que es y no creas que tengo mucho interés en aprenderme la palabreja.
Reconozco que estoy un poco enganchado al tema y ver que una banda me llegaba vía Blood Fire Death hizo que les prestara atención.
¿Qué nos encontramos en este “Red Hill”, pues ni más ni menos que un poco lo esperado cuando hablas de este estilo. Atmósferas oscuras, envolventes, que se abren con sonidos de la naturaleza para ofrecer tres cortes extensos.
Pasajes largos, cargado de épica repletos de melodías un tanto deprimentes, que vislumbran influencia del doom con una voz eminentemente rugosa y black metal. Música potente con alguna influencia progresiva.
Hay acelerones y partes lentas. Medios tiempos y escapadas. Susurros y gritos. Voces en off y coros. Y sí, suena muy bien.
Sus letras vienen en inglés, no me podría imaginar una obra como esta en castellano. Al respectoellos mismos comentan que “Red Hill es la reivindicación de un lugar muy concreto dentro de nuestra ciudad y nuestra tierra, exponiendo pasajes de su historia y todo el olvido que descansa sobre ella”. Además, se trata de “una retrospección intimista a través de diferentes épocas y hechos históricos, que toma el templo y monumento al Sagrado Corazón de Jesús como elemento central y, a su vez, como catalizador de dolor y de odio”.
“Haciendo referencia a la breve denominación Cerro Rojo, nombre adoptado por el Cerro de los Ángeles en 1936, Red Hill indaga en la relación directa de poder que ejercieron conjuntamente las altas esferas de la Iglesia y la dictadura franquista, sin dejar atrás las referencias alquímicas ya expuestas en el anterior trabajo, “Pvtrefactio” ”.
No está mal ser un tanto original. Si bien en lo musical no hemos encontrado nada que nos sorprendiera en demasía, bien es verdad que la temática crítica que abordan no deja de ser más personal. Por cierto, me encanta el final.
Grabado, mezclado y masterizado por Víctor Saiz en California Studios.
La portada es de Azahara G. Martínez en base a la obra fotográfica de Fred J. Segado.
Desde ya estos madrileños se convierten en una de mis bandas favoritas del país. Tengo ganas de verlos en vivo.
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