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lunes, 5 de mayo de 2025

ARCH ENEMY: Blood Dynasty (Century Media, 2025).

📝 Larry Runner.

Por fin tenemos nuevo disco de Arch Enemy. Ha habido que esperar tres años desde la obra maestra que fue “Deceivers”, una largo espacio de tiempo que me ha hecho aún más fan si se puede.


Comencé muy tarde a engancharme a la música del genio Michael Amott. Confieso que no empecé a ser fan hasta “Khaos Legions”. Ahora es probablemente la banda que más escuche.

“Blood Dynasty” viene a aplacar mi sed de canciones nuevas. Procuro apagar el mono tirando de la discografía hacia atrás, y no presumiré a día de hoy de ser tan fan por ejemplo de “Burning Bridges” como de “War Eternal”, pero cada vez se acerca más. 

“Blood Dynasty” continúa con la línea melódica de las anteriores obras, pero yendo más allá aún en lo melódico, incluso con voces limpias que no hacen más que demostrar el dominio absoluto de Alissa White-Gluz en todos los rangos de voz posibles. La frontwoman más carismática del momento está totalmente sobresaliente.

En cuando a las composiciones pienso que la banda a día de hoy ha dejado de ser un grupo de death metal para convertirse en una banda de heavy metal melódico que incorpora guturales. Poco o casi nada de death vas a encontrar en "Blood Dynasty", por el contrario, sí que vas a encontrar mucho heavy metal e incluso hasta power metal, con partes que te pueden llegar incluso a los mismísimos Stratovarius.

La búsqueda del hit es continua, aunque no siempre se consigue. Hay temas como “March of the Miscreants” que están muy cerca y luego están otros como “Illuminate the Path” o “A Million Suns” que realmente lo son. Quizás con ocho cortes hubiera bastado y hubiese quedado un álbum mucho más perfecto, aunque hay aquí temas que a la fuerza tendrán que entrar en su repertorio de directo, lo cual dejará poco margen de maniobra a la hora de dejar otras fuera tras unos últimos discos perfectos cargados de temas imprescindibles.

Una vez más Arch Enemy demuestran ser dioses del riff y una de las bandas más en forma del planeta sin duda alguna. Lo consiguen una vez más apoyados en una producción moderna, potente a la par que cristalina y obviamente asentando todo sobre esa máquina de precisión que es Daniel Erlandsson a la batería. El bajo de Sharlee D’Angelo pesa con algunos momentos de mucho cuerpo como en “Dont’ Look Down”, una de las quizás flojas de un álbum que va como dividido en dos partes, siendo la segunda mejor que la primera de largo.

El interludio “Presage” acústico y cargado de instrumentación clásica sirve de punto partida para esa segunda parte más brillante. “Blood Dynasty” va a continuación y aquí sí que empezamos a respirar lo que esperábamos de ellos en este disco donde una vez más las letras van cargadas de metáforas que expulsan mala uva, aunque no faltan momentos más delicados.

Una vez más virtuosismo, brutalidad (por los guturales más que nada) y musicalidad se dan la mano. Su fórmula es el equilibrio perfecto. De ahí su éxito, algo que no pocos envidian. No hay más que ver cómo les crecen los haters cada día. Es el mejor termómetro de que lo estás haciendo bien. Cuando desaparezcan los dioses de los 80 quedarán ellos y pocos más. Porque los del chandal o están muertos o secos de ideas, alejados de las drogas que les motivaban a ofrecer unas grandes obras incapaces de repetir. Kreator, Arch Enemy y Amon Amarth son lo mejor que tendremos en poco más de un lustro como mucho, porque por edad muchos referentes se tendrán que jubilar.

“Vivre Libre” (no está mal escrito, está en francés y es un cover de Blaspheme, héroes del país vecino) es una joya. Una power ballad donde Alissa deja los guturales a un lado para ofrecer una potencia y un buen hacer inalcanzable para sus predecesores al micro. Una auténtica diosa y un fantástico guiño al público francófono de su Canadá natal. A alguno le va a saltar el cerebro cuando la escuche. ¿Una balada? Pues sí. Si no te gusta vete al selecto club de los que odian el "Black Album" de Metallica.

Va detrás “The Pendulum”, una de las  canciones más sorprendentes -por los aires de power metal que desprende- que haya salido de la factoría Arch Enemy. Cuenta con un gran solo, que si los créditos no engañan sería de Joey Concepcion, aunque no me creo que sean solo suyos. El trabajo de guitarras es alucinante y cuando se ponen a doblar las guitarras me vuelve loco.

Cierran con “Liars & Thieves”. Puro speed que sin duda te sorprenderá con el juego en las voces y el sobresaliente trabajo de todos. Temazo.

La fórmula es mágica y si bien pensé en la primera escucha que el disco no iba a estar a la altura, bien es verdad que la “cara b” del mismo es pura gloria. No es su mejor disco, pero sí que nos deja momentos como los que estábamos esperando. Tras varios discos perfectos, “Blood Dynasty” quizás no lo sea tanto. Pero aún así, buen disco. Con canciones como “Illuminate the Path” no podría decir lo contrario. No me canso de escucharla una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez. Maravillosa. Eso sí, la etiqueta de Melodic Death ya no debe ir asociada a su música, al menos no en este disco. Esto es Heavy Metal, con guturales, pero Heavy Metal al fin y al cabo.

A modo de curiosidad, decir que la edición japonesa viene un cover del “Evil Dead” de Death. Y en las ediciones con bonus tracks vienen dos temas más "Break the Spell" y "Moths", en los que toca Jeff Loomis aún con ellos. 

La portada es de Alex Reisfar, el mismo autor de la de “Will to Power” y “Deceivers”.

Tracklist:
1. Dream Stealer
2. Illuminate the Path
3. March of the Miscreants
4. A Million Suns
5. Don’t Look Down
6. Presage
7. Blood Dynasty
8. Paper Tiger
9. Vivre Libre
10. The Pendulum
11. Liars & Thieves

Line Up:
Michael Amott: Guitarra
Daniel Erlandsson: Batería
Sharlee D'Angelo: Bajo
Alissa White-Gluz: Voz 
Joey Concepcion: Guitarra





© Diario de un Metalhead 2025.

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