📷 Jorge López Novales.
Tenía ganas de ver a Haunted Gods. Si bien cuando llegó desde The Fish Factory su homónimo disco fue el compañero Jorge el que se encargó de la reseña y le metió mano primero, luego me escuché el álbum (y acabó gustándome mucho) con motivo de la entrevista que le hice a Carles Soler para el programa de radio.
Los discos de Power Metal, que es lo suyo, suelen venir muy aderezados de efectos y pistas varias para hacer relucir las canciones en su máximo esplendor. No es en ese sentido Haunted Gods una excepción en su primer disco largo. Ahora iba a verles en vivo y quería saber cuanto de real íbamos a tener sobre el escenario de la Gong ovetense.
Los horarios de la sala impedían que los repertorios de las bandas participantes fueran prolongados. Sabíamos que así iba a ser. En el caso de Haunted Gods, fue por demás. A ello hay que sumar que como suele ocurrir, nunca entenderé la razón, muchos se quedaron fuera en vez de ir entrando pronto a ver qué se cocía. Quizá estuvieran rumiando los fracasos futbolísticos de los equipos de la región.
Los de Barcelona ofrecieron cinco de los temas de “Haunted Gods” además de la canción “Zirael” de su ep “Legends”, de 2019.

Estuvieron bien y sonando muy orgánicos, lo cual fue una agradable sorpresa. Sólo algunos tenues teclados y no en todos los temas. Agradecí la naturalidad así como el buen hacer de Txell Rebel al frente del grupo, una vocalista que se sale de todos los patrones habituales de las cantantes femeninas. Su voz no permite agudos exagerados, pero en ningún momento los necesita para estar impecable en la tarea y demostrar lo buena que es. Con su logo al fondo, el grupo salió ataviado de ropajes negros tirando de capuchas. Una puesta en escena que no sé la razón por la que no se sumó su bajista. Deberían cuidar algo más el detalle en ese sentido. Arrancaron muy bien, con dos de los mejores cortes del disco “The Ritual” y “Threshold” y terminaron con los que para mí son probablemente los dos mejores, “Descendin” con sus aires de hit y “Revelations”.
Aún les falta pero en general, bien. Una agradable sorpresa. Más potentes que en disco.
- The ritual
- Threshold
- Zirael
- Road of Trials
- Descending
- Revelations
Nurcry iban detrás. Seis tíos bien grandes -Ángel Gutiérrez también se vino-, no sé cómo se pudieron revolver sobre las tablas. Bueno sí, moviéndose lo imprescindible, porque no tenían sitio.
Sonaron mucho más intensos que en disco, pero mucho más. Un show sin trampa ni cartón, lo que ves, es lo que hay, una banda de músicos veteranos, con larga experiencia que estuvieron muy bien dejando una imagen muy alejada de la que se comentaba que había sido su actuación en el pasado Luarca Metal Days.

Empezaron con una intro que contra lo que es habitual, ellos mismos hicieron sonar para arrancar luego con “Destino, yo te busco”, canción que da título y abre a su anterior disco. Pensé que lo harían con “Indómito”, que sería lo más normal, pero nada lo es en Nurcry. “Contra el viento y sol” fue la siguiente. Puro Heavy Metal para que Juanjo Alcaraz (Döxa, Lethargus) se luzca en el solo.
No fue hasta el cuarto corte, con “Salto al vacío” cuando por fin hicieron sonar uno de los temas de “Renacer”, el disco que venían presentando y que luego es cierto que ocupó más de la mitad del repertorio del show. “Salto al vacío” sonó abrumadora, aunque en realidad así fue con todo el show, con un Kike Fuentes a la voz pletórico.
No sé cuánto tiempo duró el concierto, supongo que alrededor de una hora, pero fue muy intenso, muy duro, sin momentos de baladas ni historias. Seis tíos dándolo todo con una energía que hacía tiempo que no veía. Por cierto, las versiones del disco palidecen ante el directo del grupo. Nada que ver. Quizás las de “Renacer” no estén tan lejos, pero en vivo Nurcry es una banda mucho más dura, más heavy, más potente en definitiva.
Por cierto “Galileo” sonó de maravilla. Habría que hacerla sonar en todas partes a ver si bajaba la cifra de estúpidos que van de eruditos y no parecen no haber pisado una clase de ciencias en su puñetera vida. Temazo.
Y llegó el momento Cobra Spell que todos estaban esperando, aunque hay que reconocer que por una vez el público fue bastante respetuoso con las bandas anteriores haciendo acto de presencia.
Desde el primer anuncio de la gira el cartel fue cambiando, saliendo cada vez menos componentes. No sé qué pasa con los grupos de chicas, pero en los últimos tiempos ha habido abundantes cambios en todos los de cierto renombre. Si te paras a pensar Cobra Spell, Crypta, Nervosa e incluso las veteranas Vixen no paran de ver pasar a diferentes instrumentistas por su line up. Nunca sabremos el misterio, pero el caso es que así es.
A Cobra Spell le han afectado un tanto las bajas en cuanto a imagen, pues ha dejado de ser otra vez un quinteto totalmente femenino. A Oviedo la banda liderada por Sonia Anubis (guitarra) llegó con Kristina Vega (voz desde 2022) y Hale Naphtha (batería desde 2023). Hasta ahí todo normal. Pero los otros dos puestos están ahora ocupados por Adri Funerailles (Astray Valley, Antiquary) como guitarrista y Bel Mena (Radioactivas) en el bajo. Musicalmente no encontré diferencias relevantes.
Salieron como un huracán, fuertes, a la yugular, a no hacer prisioneros, tirando de hit tras la intro con “The Devil Inside of Me” de su más reciente “666” (Napalm Records), tema de fácil estribillo, pegadizo, fácil de conectar y la mejor forma de conectar con la audiencia desde un primer momento. Temazo además poco exigente para la voz de Kristina Vega, que la canta sin tener que forzar. Buen tema para que el técnico ponga todo en su sitio y la cantante vaya poniendo a tono su voz, calentando sus cuerdas vocales y preparándolas para la exhibición que iba a ser posteriormente su actuación. Sin tiempo al respiro llega “Satan is a woman”, otro de los emblemáticos himnos de “666” y que transcurre a medio tiempo por los caminos del hard rock con sabor americano. “S.E.X.” fue el tercer cañonazo para hacer luego una rápida presentación. El quinteto había llegado a Oviedo con ganas de sudar y hacer que en el pit no fuese distinto. Tema 80’s que quedó perfectamente plasmado en forma de videoclip y donde Kristina empieza a soltar alguno de sus agudos para dejarnos estupefactos.
“Bad Crew Girl” es probablemente a día de hoy mi favorita de la banda. Tiene ese rollo laca, ese feeling Vixen total y escuchándola en vivo me pregunto si no vendrán las veteranas americanas cualquier día a picar a la puerta de la vocalista. Impresionante. Eso sí, en ningún momento deja de estar arropada por muy buenos coros salidos desde el fondo por la fabulosa baterista Hele Naphtha y por una Sonia Anubis creo que más solista a la guitarra que en anteriores visitas y que luce el Ojo de Horus en su mano derecha. “Love Crime” con sus guitarras dobladas y el posterior grandísimo solo me vuelve loco.

Estaba siendo un concierto muy franco, algo que se rompió con “Love = Love”, otro tema con olor a laca y en el que saltó disparado a todo volumen el saxo que incorporaron a la canción en el disco y que, obviamente en directo sale lanzado desde la mesa. Es cada día más habitual el uso de recursos pregrabados en vivo. En casos como el del saxo en esta canción yo lo doy por bueno. Las ayudas, siempre que no sean el show si no parte del mismo, siempre bien. “Warrior From Hell”, otro temazo del "666" nos puso literalmente a sus pies. Consiguieron ponernos a todos de rodillas.
Hicieron el juego de irse y volver al escenario. Anubis dejó su Jackson roja entonces para salir con otra de color oscuro. Era la hora de la heavy “Accelerate”, de hacer sonar la sirena. Aquello se acababa y el final iba a ser en lo más alto, tirando de clásicos de aquel fabuloso EP “Anthems Of The Night”, cerrando finalmente con “Addicted to the Night”, canción que quedará para siempre como un símbolo para el grupo, como el himno de himnos. El tema que no puede faltar, la canción perfecta para anunciar el término definitivo de sus conciertos.
¿Impresión final? Era mi tercer concierto de Cobra Spell y, sinceramente lo disfruté de lo lindo. Musicalmente el grupo no ha cambiado, no creo que sea ni mejor ni peor ahora, lo de la imagen irá en los gustos. Lo que está claro es que la banda a día de hoy tiene ya un repertorio de poco más de una hora que puede ser aniquilador, lo cual convierte a Cobra Spell a una banda más que atractiva para festivales, donde a buen seguro irán copando cada vez puestos más altos y dejando a otros grupos similares por debajo. Quizás no sea correcto comparar, pero de lo que vimos en la Gong a lo de aquellas guiris sobrevaloradas del Rock Nalón menuda diferencia. Que no comparen, por favor.
666
The Devil Inside of Me
Satan Is a Woman
S.E.X.
Bad Girl Crew
Love Crime
You’re a Cheater
Poison Bite
Love = Love
Warrior From Hell
Accelerate
Addicted to the Night


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