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domingo, 3 de junio de 2018

ZENTE: V (2018, Autoeditado)


Por Larry Runner.

Un disco y una banda para nostálgicos, eso es lo que nos encontramos en este “V” de ZENTE, una banda que no conocía aún, que manda huevos, pues llevan dándole desde el 94, y cuyo álbum llegó a mí a través del compañero David de Trovador Urbano.

Hard Rock es lo que nos ofrece este cuarteto burgalés que bebe de las aguas estatales de los 80, donde navega a placer tirando de clichés propios de aquella época, pero como digo, estando más influenciado por los sonidos de aquí que no de las bandas americanas, por ejemplo. Y es que si bien pretenden hacer un hard rock elegante con glamour, a veces no lo consiguen y están mucho más cerca de Leize como en “Si Digo No” o en “Las Noches Susurran tu Nombre” que de lo que es realmente el hard rock propiamente dicho. 


Sí que lo consiguen en “Dulce Enfermedad”, por ejemplo -un buen tema- y sobre todo en “Ya No Estoy Allí”, la balada, que es lo mejor del disco de largo. Y es que si bien el disco apunta buenas maneras en ciertos momentos, a veces las letras lo tumban del todo, con textos ciertamente infantiles que harían las delicias de los adolescentes de 1985, pero que a los de 2018 probablemente no les digan absolutamente nada. “Pierna creciente / falda menguante” es buena muestra de ello. A día de hoy se hace difícil entender que se pueda cantar “Pierna creciente, falda menguante, esta tensión, no hay quién la aguante” o “si digo no, es porque digo no, si digo ya, es que lo quiero ya”.

Musicalmente lo mejor, de largo, son las guitarras, sobre todo con algunos de los solos como el de “Una Sola Voz”, con un bajo que tiene sus momentos fuertes gracias a que la producción, sin ser espectacular, no está nada mal. El disco suena bien y cuenta con algunos arreglos eficientes.


No sería un mal álbum si hubiese sido publicado hace 40 años. Entonces habría sido uno de la lista de los 20 duros de la Heavy Rock, pero encuentro difícil que encuentren hueco en el mundo metalero de hoy en día, llega tarde, salvo para los muy nostálgicos de aquella mucho más sana época, que evidentemente los hay. Ese deben pretender que sea su público, y lo tienen complicado, porque es escaso y a veces también exigente. Quizás por eso tras más de 20 años no hayan conseguido aún triunfar. 









© Diario de un Metalhead 2018.

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