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lunes, 18 de diciembre de 2017

ATROCITY: Masters of Darkness (2017, Massacre Records) Alemania.


Por Simón García López.

La verdad que da gusto cuando Atrocity se meten de pleno a componer música extrema y dejan de lado los experimentos musicales, las versiones y demás excentricidades que a Alex Krull le resultarán geniales, pero que a mí sinceramente siempre me han parecido incomprensibles por no emplear otra palabra que todos sabéis que ahora mismo me muero de ganas de decir. 


Atrocity, grupo peculiar donde los haya, siempre han ido más allá con su particular manera de entender la música. Al principio con su Death metal técnico de gran complejidad cuando casi nadie entendía la música extrema de esa manera; a mediados de los 90 cuando ya decían que el Death estaba agotado y les encantaban grupos como White Zombie o Fear Factory, época en la que crearon bajo esa influencia “Willenscraft”, disco arriesgado y que hacía honor a su forma de pensar, que me encanta por cierto, y posteriormente cuando se les fue la olla y se metieron de lleno en el metal industrial alemán, estilo de gran raigambre en Alemania que ha dado grupos como Rammstein o Die Krupps y que en aquella época de finales de los 90, principios de los 2000 alcanzó su mayor proyección fuera del país. 


La realidad es que después de todo aquello, Atrocity no se han prodigado excesivamente a la hora de sacar discos. Desde su “Atlantis” de 2004 donde volvían a desarrollar su vena más extrema, pero sin olvidarse de sus influencias pasados, disco heterogéneo donde los haya, han editado solo dos discos más: la segunda parte de su “Werk 80” y su más oscuro y Death metalero “Okkult”. 

“Masters of Darkness” es otro trabajo, un EP de 4 temas en este caso, de Death metal moderno y sinfónico marca de la casa, con la vena más extrema de “Atlantis” o “Okkult”, y eso personalmente me encanta. Siempre han entendido como nadie cómo hacer una canción y que sea extrema. A las primeras canciones de esos dos discos me remito. Dos bombazos súper extremos, pero súper súper, sobre todo “Reich of Phenomena” que difícilmente puedes escuchar sin que se te pongan los pelos de punta, por lo menos a mí me pasa. Si no lo habéis escuchado, por favor, dejad de leer y poned esa canción. Podéis ir directamente al minuto 2:42 y a partir de ahí entender qué significa el concepto “brutalidad” que llega al culmen en 3:50. Yo lo acabo de hacer ahora, no lo he podido remediar y lo he escuchado a estas alturas como cinco veces seguidas. Es un momento memorable en la historia de la música extrema, así de claro. Algún día dedicaré un artículo a recopilar unos cuántos momentos memorables de la música extrema.


Influye en todo eso el sonido que Alex le saca al grupo, absolutamente devastador y limpio, aquí lo es como no podía ser de otra manera y que en algún momento de su historia por moda o por su influencia industrial estuvo en extremo sobreproducido. Por suerte, a día de hoy se ha contenido en ese sentido como bien se puede apreciar en este EP.
Cuatro temas nos presentan Atrocity de factura bastante similar entre ellos, bien trabajados, con partes de blast beat impresionantes acompañadas de voces femeninas como en el primer corte “Masters of darkness” o entrando sin piedad como en la más extrema “Menschenschlachthaus”, ejemplo de que cuando se ponen saben de qué va esto de lo extremo. Guitarras potentes, riffs estupendos, dobles bombos devastadores, mucha parte coral, buenas partes de punteo, la voz inconfundible de Alex… Es el trabajo más extremo de principio a fin desde hace mucho tiempo. Con un estilo musical claro y definido, sin experimentaciones. La verdad que es un buen EP, que los pone en el mapa de nuevo después de unos cuantos años sin dar señales de vida y manda un mensaje de esperanza a sus fans más puristas. Bueno, en realidad sus fans más puristas nunca llegaron a escuchar “Willenscraft” después de la decepción de “Blut”, con lo cual va para todos los demás.







© Diario de un Metalhead 2017.

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