By Antonio Valseca.
¡Ay, mitómanos, fans y "pesaos"! ¡Ay, artistas, maleducados y engreídos!
Quiero hablar con cierta delicadeza pero sin pelos en la lengua sobre un fenómeno que veo a diario en mi trabajo y cada vez que salgo a tocar con mi grupo, el de la gente que pide ‘algo’ con educación o sin ella y el de cómo ese alguien se lo da o no se lo da.
¡Qué difícil es clasificar la mitomanía! Cuando admiras y/o te gusta algo o alguien tienes muchas maneras de afrontar esa mitomanía. Hay peña a la que directamente se la pela encontrarse con famosos, sin más; los consideran uno más y se la sopla que estén meando en el urinario contiguo al suyo. Hay gente, el caso más común, a quien encontrarse a ciertos personajes que siguen o admiran les causa un cosquilleo que les recorre el cuerpo y si la ocasión se tercia, siendo amables y sin querer molestar, no pierden la ocasión de inmortalizar el momento. Y luego hay un extremo de gente que cuando ve a alguien, ya no a quien admira sino con quien está obsesionado, se creen con derecho de poder interrumpir cualquier momento para tocar los cojones al susodicho hasta tal extremo en que éste acaba mandando al otro a tomar por culo con toda la razón.
Luego está el otro lado de la moneda, a quien admiran o le piden cosas. Hay gente quien realmente lo pasa mal cuando le piden hacerse una foto o le atosigan, puede que por timidez, por vergüenza… hay gente, que si se lo piden correctamente, saben que la mayoría son fans a los que deben el 50% de todo lo que han conseguido en la vida y les responden con amabilidad o aguantan viento y marea. Y luego hay un extremo de gilipollas absolutos, gente a la que se la pone dura que les admiren, que les mola sentirse deseados y a quienes les mola más aún ignorar y despreciar a los seguidores.
Bien, hecha esta distinción, pueden darse los siguientes casos empezando desde el lado del fan o seguidor:
1- ¡Mira, por ahí va el cantante de Def Con Dos! Es verdad, pues en las fotos parecía más regordete… y fin.
2 – Al final de un concierto de "Los llamémoslo X" que te han gustado mucho, haces cola porque el grupo voluntariamente ha salido a saludar a la gente y les pides una foto y un autógrafo los cuáles te los dan encantados.
3 – En mitad de una actuación empiezas a dar por culo pidiéndole al guitarra una púa, al cantante que toque el tema que tú quieres escuchar cuando tú decides que lo quieres escuchar desde el segundo uno, al batería que te de unas cuantas baquetas porque es su obligación… hasta que alguno te manda a tomar por el culo.
Posibles casos desde el lado del famoso:
1 – Hola "nosecuantitos" (en un entorno fuera de lo musical), me gusta mucho como tocas blablablá, te haces una foto conmigo: “¡qué vergüenza me da, venga una rápida y que no nos vea mucha gente”.
2 – Acabas de tocar y quieres demostrar tu agradecimiento a los que han ido a verte y han pagado por ello saludándoles, haciéndote fotos voluntariamente, firmando algo si te lo piden e incluso regalándoles un recuerdo si quieres y lo tienes, no por estricta obligación. Para algo han ido a verte y por algo les debes mucho.
3 – “AAHHHHHH, Axl, mi ídolo, te admiro, me encantas, tengo todos tus discos, camisetas, merchandising AHHHHHHH, ¿te haces una foto conmigo por favor?: “Que te den por culo zorra!, ¿no ves que soy una Rock Star?”
Voy a contar casos concretos que he vivido en persona y visto con mis propios ojos:
Dos extremos en el mismo grupo: He visto no una, ni dos, ni tres… veces a Steve Harris atender uno por uno a todos los fans que le estaban esperando tanto al finalizar un concierto como en la puerta del hotel hasta que todos se iban con su foto y su autógrafo y su consiguiente sonrisa fuesen estos 5 ó 250 (claro ejemplo de sencillez y saber quién le da de comer, respeto).
He visto a Bruce Dickinson negarme un autógrafo en una guitarra Adrian Smith signature firmada por toda la banda y con un hueco especialmente reservado para él por no querer atenderme a mí y a otras 7 personas en la puerta de un hotel (claro ejemplo de no respetar a quien te da de comer).
He visto a Loquillo mandar a tomar por culo de malas maneras a un fan (con cierta deficiencia mental, no es broma) que le estaba diciendo todo lo que le admiraba en un bar de Barcelona (te queda claro quién tiene la deficiencia de verdad…).
He visto a cientos y cientos de grupos atender sin problema a la gente después de los conciertos sin tener ningún altercado.
He visto a fans colarse en camerinos sin permiso, robar objetos personales, acosar a famosos sólo porque se creen en su "derecho de pernada" sobre alguien.
Personalmente, cuando veo a alguien que admiro o con quien me gustaría inmortalizar un recuerdo (sobre todo si estoy en mi puesto de trabajo), espero el momento idóneo y oportuno de pedírselo amablemente sin molestar ni atosigar (suelen acceder encantados casi todos) y si veo que tiene un mal día (son personas como todos…) me jodo, me aguanto y me quedo sin mi firma o foto por mantener cierto punto de educación y no llevarme una mala contestación.
Si por el contrario se lo pido bien y me manda a tomar por culo le suelo mandar al mismo sitio con su misma educación.
¡Fan! Los artistas son personas y hay que saber pedir las cosas con educación y en su momento adecuado, accederán encantados (la mayoría); si es en mitad de un velatorio no es buen momento, si la puerta está cerrada tampoco es buena idea forzar la cerradura y si las púas se han acabado y no tienen más o tienen que subir al bus para irse tampoco…
¡Músico! Por muy músico que seas primero y ante todo eres persona, sé amable con quien es amable contigo pues les debes el pan que comes cada día (siempre dentro de unos límites lógicos que nadie tiene derecho a sobrepasar por muy popular que seas) y si mandas a tomar por culo a diestro y siniestro no te asustes cuando te lo hagan a ti.
Para cerrar contaré una anécdota personal que resume toda esta chapa que he contado antes: Cuando me piden una foto tras tocar en un concierto he de reconocer que me da mucha vergüenza pero sería ilógico negarse y si nos piden púas y las tengo te las doy, para eso las hacemos, hasta que se me acaban las 10, 15 ó 20 que hemos llevado para cada concierto.
Pues bien, en una actuación que di en Barcelona con mi grupo, según llegamos a la sala, antes siquiera de poder empezar a bajar los instrumentos nos asaltaron dos individuos que nos dijeron que eran de "nosequé" asociación de coleccionistas de púas, hasta ahí ok, teniendo las manos ocupadas con maletas, bombos y guitarras para descargar nos dicen que les demos púas que las coleccionan, hasta ahí… vaya, les damos dos modelos diferentes a cada uno de ellos, se miran entre sí y nos dicen que qué es eso, que en la asociación son 14 personas a lo que les contestamos “hombre, no pretenderás que te de 28 púas que ni siquiera las llevo encima” a lo que me contestaron “pues nos las mandas por correo”; ahí ya me empiezo a morder la lengua… y les digo amablemente “bueno, después del concierto hablamos a ver qué se puede hacer” a lo que me contestan “no, no, si no vamos a venir a veros, sólo queremos las púas”.
Ejem, que cada uno saque su propia conclusión.
© Diario de un Metalhead 2016.
Más Artículos de Opinión aquí.