Texto: Larry Runner.
Fotos: Sergio Blanco.
Tarde-noche de hard rock. Del de calidad. Del que sí, viene de fuera y empequeñece a los nuestros, porque la condición de bandas como CASABLANCA, que no se me enfade nadie, yo aún no se la he visto a ninguna banda de aquí. Sentí la misma sensación que meses atrás cuando vi de nuevo a ECLIPSE. Estamos lejos en muchos estilos, pero en el del hard rock, probablemente es donde más alejadas estén las bandas patrias con respecto a las de fuera.
Pero tranquilos, no pasa nada. Cualquier grupo español hubiese metido más gente de la que logró convocar CASABLANCA el pasado miércoles. Ya se pueden romper el culo promotores tan honestos como los locales The Promouters Gijón o tan trabajadores como Kivents. La respuesta será la misma. No sé cómo esta gente aún tira del carro. No llegamos a medio centenar. ¡Que desastre!
Miércoles, sí, era un puto miércoles, pero el jueves ya era casi viernes, pues el festivo del 1 de mayo acortaba la semana. El que ésto escribe se había levantado a las 7 de la mañana y llegó a la 1 del día siguiente. Dieciocho horas fuera de casa en las que hubo tiempo para trabajar duro, pero también para despejar la mente con un conciertazo de impresión. El esfuerzo mereció muchísimo la pena. Cada segundo de los pasados frente al escenario de la Sala Acapulco gijonesa fue una pequeña dosis de felicidad.
Sí, se presentaron en esta gira sin Ryan Roxie, pero las canciones son las canciones, y el dúo guitarrero de esta gira Erik /Jon, no dejó lugar a ninguna duda de falta de calidad. ¡Menudos bestias! Lo siento mucho por el que se lo perdiera. Ir a un concierto por semana es duro, pero en una ciudad donde se presume de barcelonismo, los bares de alrededor estaban abarrotados para ver el Madrid - Almería. Los mayores nos dan sopas con onda a los rockeros.
Antes del éxtasis tuvimos previa cervecera en una sidrería cercana donde coincidimos con la banda, que estuvo allí cenando. Cuando pasaron al comedor quedamos embobados con Josephine. Luego sobre las tablas acabaría por enamorarnos. Seguro que más de uno pensó en pedirle el matrimonio e irse tras ella por las carreteras del mundo. Lejos quedan los tiempos de las películas de Paco Martínez Soria en el que se miraba a las suecas por macizorras. Ahora nos llaman la atención aquellas que se pasan a dar caña desde un escenario. No todos los días ves a una chica en la batería y además haciéndolo bien, Josephine lo tiene todo.
The Giant Dreamless Sleep de su último Riding a Black Swan sirvió para comenzar con el show y luego llegó Riding a Black Swan. Dos pildorazos que servirían para resumir lo buen disco que es Riding a Black Swan, su segundo cd agotado en el puesto del merchan.
Nos sorprendió la imagen con la que apareció Anders Ljung. En plan místico, oriental, con el rostro pintado de color oro y cadenas por su cara. Antes muerto que sencillo. Un pañuelo cubría su cabeza. Efecto visual conseguido. Un crack tanto en eso como luego a la voz, clavando los temas al disco, perfecto en cada frase y en una posición lo suficientemente cercana a la gente para caer bien, pero a la vez lo suficientemente alejado para mantener la mística del rock star. Enorme toda la noche.
Barriers sirvió para que el dúo guitarrero se luciera a base de bien. Teníamos claro que era un temazo, pero en vivo fue aún mejor. Un poco más larga en base a ese duelo de solos marcado por Erik y Jon. Comenzaba el desmelene y yo, que tomaba nota de los detalles, me perdía algunos otros por estar pendiente del papel y el boli.
Apocalyptic Youth fue la primera del primer disco al que bautiza el tema. El espíritu Thin Lizzy se nos aparecía en la casi vacía Acapulco. Temazo. Anders se deshacía del pañuelo de la cabeza. Ya habíamos entrado en calor. El público y su banda antes que él probablemente.
Llegaba el momento de la primera sorpresa de la noche. Nos dijo que se titulaba Closer y esperemos que pronto vea la luz. Hail The Liberation volvió a colocarnos en el sitio. Todos pendientes de Josephine. La banda de espaldas a la gente, mirando hacia ella y convirtiéndola en la protagonista, en la reina que merece ser. Genial a los tambores y como toda la banda transpirando carisma tras cada gota de sudor.
Detrás vino otra nueva My Shadow Out Of Time. Tengo ganas de que saquen el nuevo álbum. Anders dijo que este tema hablaba de él. Hacía unos días que el corte corría por youtube. Sobresaliente el vocalista en todo el concierto, que transcurría de hit en hit sin perder intensidad en ningún instante.
El espíritu Lizzy regresó con It’s Alright y siguió con Deliberately Wasted volviéndonos a recordar lo buenísimo que es su debut Apocalyptic Youth. Se fueron.
Regresa Anders en solitario, se cuelga la guitarra al cuello y comienza a cantar Downtown sin la banda y con el público haciendo los coros. Momento mágico de una noche que parecía que no podía ir a mejor. La banda se une luego y le dan caña al temazo. Se iba terminando, y ya íbamos analizando y pensando para nuestros adentros lo mucho que había merecido la pena el esfuerzo. Love and Desperation cerró la para mi ya inolvidable noche.
Antes, y con veinte minutos de retraso, habían actuado GRIM COMET, que venían presentando su Pray for the Victims y que han acompañado a CASABLANCA en toda la gira. Además de los temas de su disco, tocaron alguno nuevo. Gustaron aunque dio a sensación de que GRIM COMET es Willy y dos más. El guitarrista y vocalista lleva la manija del trío, es el líder absoluto y el que desprende la calidad mientras sus compañeros se limitan a seguirle sin más. Eché de menos un poco de comunicación con el público, pero en lo musical el show fue excelente. Se despidieron con Hollow Place, pero como suele ocurrir fue sólo un engaño. Luego y para terminar de verdad cerraron con Virgins of Madness. Dejaron lo mejor del disco para el final. Les había entrevistado en enero pasado. Pensé por entonces que merecían la pena y una vez vistos en directo tengo que decir que creo que no me equivoqué en absoluto. Me gustaron.
Grim Comet
No quiero terminar sin decir que disfrutamos de sonidazo toda la noche, a pesar de que ninguna de las bandas traía técnico propio. Sólo algunos desajustes en la voz en los dos primeros temas de GRIM COMET, pues sonaba muy alta. A partir de ahí, no miramos más a la cabina. Gran trabajo.
Gracias a Kivents por traer la gira y a Promouters Gijón por volver a intentarlo. La otra vez me fue completamente imposible acudir a verles. En esta ocasión no perdoné. GRACIAS DE CORAZÓN.
© Diario de un Metalhead 2015.