sábado, 29 de agosto de 2020

WACKEN OPEN AIR: el premio a la perseverancia.


Hoy en día hablamos de Wacken Open Air y la gente lo asocia con éxito, con entradas agotadas y con millones de euros de ingresos. A los que así piensan, no les falta razón, pero el éxito del festival no es más que el premio a la perseverancia de un par de chavales de pueblo que apostaron toda su vida a una carta. Dos veinteañeros que a esa edad, cuando otros se pasan el día de fiesta, se vieron metidos en un follón considerable y cargados de deudas. Vamos a hacer un breve repaso a la historia del mejor y más grande festival de Metal del mundo. 

Wacken, cerca del canal de Kiel, es una pequeño pueblo situado al oeste de Schleswig-Holstein. Una localidad de 1.900 habitantes que casi nadie fuera del municipio conocería si no fuera por Thomas Jensen, Holger Hübner y algunos amigos cercanos. Una vez al año y durante apenas unos días la pacífica población cambia el ruido de sus tractores y de las campanas de la iglesia por el del volumen de los riffs de guitarra y el de decenas de miles de metalheads embriagados por la gran fiesta del Heavy Metal.

La historia comienza con dos chavales amigos de veintitantos años llamados Thomas Jensen y Holger Hübner, dos grandes amantes del heavy metal. Ese es su problema. Porque, aparte de la discoteca del pueblo, allí no pasa nada. Quizá fue el calentón con unas cervezas, el caso es que hubo un momento de calentón en el que Jensen y Hübner forjaron el plan para organizar su propio festival al aire libre, con música a su gusto. "Éramos jóvenes, queríamos celebrar con nuestros amigos y simplemente lo hicimos", declaró Huebner años después en unas declaraciones a la NDR.

Cartel primera edición. Año 1990.

La ubicación fue fácil de encontrar: una zona de arena cerca del pueblo. Junto a sus amigos y algunos familiares preparan el escenario, una carpa y un pequeño un pequeño beergarden. Juntan a seis grupos locales y cobran una entrada de 12 marcos. Fue el 24 y el 25 de agosto de 1990. Así se celebró el primer Wacken Open Air.

Jensen y Hübner quieren continuar y organizan el siguiente  Wacken Open Air. Mientras tanto, están trabajando bajo el nombre "Stoned Castle Rock Promotion", como un homenaje al distrito de Steinburg en el que se encuentra Wacken. Después de una exitosa segunda edición con 1.300 visitantes, el primer salto cualitativo del festival se produjo en 1992 cuando lograron contratar al Saxon. 1992 es un año exitoso: 3500 fans, 20 bandas en dos escenarios y 35 marcos por precio en las entradas.: Wacken está creciendo.

Crew 1991

1993 fue un año horrible para Wacken Open Air en todos los sentidos. Hübner tiene un grave accidente de tráfico y la muerte de un familiar le pone las cosas difíciles a Jensen. Hübner trabajando desde el hospital consigue la contratación de Fates Warning como cabezas de cartel pero a cambio de mucho dinero. Fue un desastre, lo cual demuestra cuan sobrevalorados estaban los americanos. Los 4000 tickets vendidos no fueron suficientes y palmaron una cifra de seis dígitos. Quedaron empufados hasta el alma. 

Lejos de venirse a abajo y abandonar como hubiesen hecho otros y nadie podría echarles nunca nada en cara, Jensen y Hübner deciden hacer del festival su modo de vida y apostarlo todo a una carta. Se van a dedicar en cuerpo y alma al trabajo. Las familias ayudan y la montaña de deudas es saldada en parte con una herencia que llegó como caída del cielo. En 1994, los organizadores gastaron menos dinero en las bandas, pero aún así consiguieron algunos cabezas de cartel bien conocidos para su programa y al mismo tiempo redujeron el precio de las entradas. Negociaron mejor y más duro y fue un éxito. El resultado fue la visita de 4500 metalheads. En el año 1995 repitieron resultados.

1996, la última crisis.

Tras dos buenos años que animarían a cualquiera, en 1996, las cosas vuelven ponerse complicadas. La venta anticipada de entradas es tan lenta que el festival está a punto de cancelarse. Pero de repente Böhse Onkelz comienza a llamar la atención y gracias a ellos se salva el festival con 8000 fans presentes.

Desde entonces el festival no ha dejado de crecer. Cada año más bandas, más escenarios y más visitantes. También más cerveza, más ventas en merchandising, lo cual significa una importante fuente de ingresos que hace que el festival pueda a día de hoy mantener un estado de forma increíble. En 1997 se creció hasta los 10.000 fans. En 1998 la cantidad se dobló y se llegó a la cantidad de 20.000 tickets vendidos. Luego fueron 25.000 y a día de hoy ya han pasado grandes leyendas por sus escenarios como Motörhead, Slayer, Ozzy Osbourne, Deep Purple o Iron Maiden.

A día de hoy aquel recinto de arena se ha convertido en un área que ocupa más de 240 hectáreas de terreno que cada año ocupan alrededor de 80.000 visitantes. Según Jensen “no lo hacemos de manera muy diferente ... somos tan estúpidos como entonces, sólo que todo es más grande”.

Thomas Jensen y Holger Hübner

Wacken Open Air es el sueño de un par de chavales de pueblo hecho realidad y que esperemos esté lejos de terminar.  "No queremos estar quietos", dice Thomas Jensen. "Queremos seguir desarrollándonos y hay muchas direcciones en las que todavía podemos ir". Hoy en día el nombre de Wacken ahora está indisolublemente ligado al heavy metal. El antiguo festival del pueblo se ha convertido en el festival de heavy metal más grande del mundo.

Wacken es uno de los festivales de heavy metal más grandes del mundo. Sus 75.000 entradas se agotan siempre en cuestión de horas. Solo este verano Wacken se ha mantenido en silencio, por primera vez en 30 años. La alternativa fue Wacken World Wide, un festival online tirando de tecnología multimedia y gratuito, pero aún así repleto de grandes nombres. A raíz de la pandemia del covid-19, los organizadores cancelaron el festival en abril y la alternativa en streaming llamó la atención de 11 millones de visitantes.

Los wackeneros somos fans fieles y algunos hemos convertido la visita al festival alemán en casi un modo de vida, una fecha en el calendario marcada a fuego y que está por encima de todo. El 90% de los compradores de entradas para 2020 no quisieron la devolución del dinero porque quieren estar presentes en 2021. El resto de entradas se dilapidaron en apenas unas horas. 

Ojalá volvamos a la normalidad, a la de verdad, y pisemos otra vez la Holy Land del metal. 

See you in Wacken, Rain or Shine.

Quedan 333 días para Wacken 2021. Cifra medio bestia.




© Diario de un Metalhead 2020.

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