jueves, 1 de noviembre de 2018

OBSCURA: Diluvium (2018, Relapse Records) Alemania.


Por Simón García López.

Este año el Death metal técnico y progresivo está de enhorabuena. Parece que la mayoría de grandes grupos del estilo, y muchos de los que pretenden llegar a serlo, se han puesto de acuerdo para editar en este 2018. De esta manera nos encontramos entre los más destacados con los nuevos trabajos de Beyond Creation, Gorod, Alkaloid, Psycroptic que editarán en un par de semanas su último disco y cómo no Obscura

“Diluvium” es el quinto disco de la banda alemana heredera directa de las leyendas Necrophagist. Disco que continúa la senda del anterior “Akróasis” en todos los sentidos, con pequeñas variaciones que se convierten en grandes a medida que va avanzando el disco o así lo ha percibido un servidor. 

En general el disco es más preciosista, más progresivo y menos Death por decirlo de alguna manera. Es menos oscuro que sus antecesores, a no ser en ciertos momentos como los que podemos encontrar en la lenta “The conjuration”, en la homónima “Diluvium” con un estribillo demoledor o en “Ekpyrosis”, estas dos siguiendo la reconocible y clásica marca de la banda. Esto hace que de inicio personalmente me cueste mantener la concentración acostumbrado como estaba a una mezcla perfecta de Death oscuro y técnico como la que habían conseguido en “Omnivium” y manejado a la perfección en “Akroasis”. Estos apuntes son matices mínimos pero que a lo largo del disco van calando poco a poco hasta generarme esa sensación. Creo que el disco es el más técnico y progresivo de toda su carrera, con pasajes complejos, largas partes instrumentales con cuidadosos arreglos de teclado como en “Ethereal Skies” y cambios de ritmo y ambiente muy estudiados como en “Mortification of a vulgar sun”.  Todo esto en detrimento de las partes oscuras, las partes de guitarra más abigarradas, la velocidad más endiablada de anteriores discos, y las voces guturales que practicamente desaparecen en favor de las “black” y las sintetizadas del espacio, tan propias de los grupos de Death técnico como Cynic o The Faceless. Una evolución clara del grupo hacia lo progresivo que les abre un espectro musical inmenso y un mercado que sin alejarse de la música extrema puede atraer, porqué no, a fans de lo progresivo menos extremo como los de Dream Theater. Hagan la prueba y díganme si me equivoco por favor. El único problema que encontrarán todos ellos será la voz, pero con un poco de esfuerzo a todo se acostumbra uno en pos del disfrute personal y la inteligencia musical. 


Por lo demás, intentando que todo esto no se entienda como crítica ni mucho menos, sino como descripción de las sensaciones que genera, desde un punto de vista musical, esto no tiene mácula. ¿Cómo se podría criticar? Si tienes dos oídos y no dos garrotes, si los usas, sabes escuchar y no atiendes a gustos personales para medir lo bueno o malo que es un disco, “Diluvium” es indiscutible. Personalmente me gustan más, por ahora, sus dos trabajos anteriores porque están más cercanos a lo que a mí me emociona más profundamente (oscuridad, pesadez, velocidad), pero es que esto es perfecto en esencia. La calidad de los músicos tanto individual como colectiva, sus ideas y la ejecución de las mismas es sublime, y sobre todo, lo que los diferencia del resto o la mayoría de grupos de Death técnico es que su música no es sólo una muestra de perfección técnica y velocidad, sino que es eso aplicado a un sentido musical volcado a la obtención y transmisión de emociones y sentimientos. En eso hay pocos grupos que se les acerquen. Quizás a día de hoy solo Beyond creation hayan llegado a ese nivel. La música extrema con sentido, equilibrio y sentimiento. Tocar un instrumento de manera virtuosa y no transmitir emociones es igual a la nada absoluta. Es como si un cocinero es un genio en el manejo de las técnicas culinarias y sus platos no saben a nada. Pues eso.


“Diluvium” es otro 10 para la colección. Me sentiría mal si mi gusto negase la innegable calidad que encierra este disco. Disfrútenlo, degústenlo, échenle tiempo, no se apresuren con él. Engullir sin masticar provoca indigestión y a la larga males inimaginables que afectan al estado de 
ánimo. Siéntense y mastiquen. Cuerpo y mente se lo agradecerán con un orgasmo sónico que quizás se traduzca en algo más. 

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