sábado, 28 de julio de 2018

ACT OF DEFIANCE: Old Scars, New Wounds (2017, Metal Blade) USA.


Por Larry Runner.

ACT OF DEFIANCE son una banda muy bien valorada fuera de nuestro país y aquí aún son un misterio sin descubrir para muchos. Debutaron en 2015 con “Birth and the Burial y les prestamos atención enseguida por la presencia en la banda de algunos ilustres, sobre todo la del guitarrista Chris Broderick, de quien guardábamos un muy grato recuerdo sobre todo de su paso por Megadeth.

Aquel debut caminaba entre el death y el thrash, con mucho de lo segundo, recordándonos en muchos pasajes incluso al sonido de Megadeth aunque con también temas que te recordaban al power metal americano de los 80 tipo Warrior o Vicious Rumors y por supuesto con un deje Nevermore importante. Aquella mezcla me maravilló y me hizo fan.

A finales de 2017 publicaron este segundo “Old Scars, New Wouds”, que contra lo que pudiéramos esperar, se aleja bastante del debut. Poco de thrash encontrarás en esta obra. El sonido va mucho más allá. El death metal es el rey del sonido del álbum con algunas ramas en según que temas que evitan que sea un disco más y sobre todo que no se haga repetitivo. 


Tras dos ramalazos death metal llega la primera sorpresa con el título de “Overexposure”, que suena a muy Goteborg, lo cual se me hace hasta extraño pues no pensaba nunca encontrarme nada así. Henry Derek le mete una voz limpia y completan un tema redondo, muy a la sueca y donde la melodía evidentemente triunfa con creces. No sólo aquí encontrarás sonido en la onda At The Gates o incluso In Flames. Mira “Reborn” y verás. 

“The Talisman” tiene también algo de eso, aunque el comienzo sin duda recuerda al sonido Mustaine, algo que se repite a lo largo de la canción, que se mueve por aires de medio tiempo. No voy a seguir despedazando el disco tema a tema, el resto tendrás que descubrirlo tú, bastantes pistas he dado.

Todos estos factores hacen que esta segunda entrega de ACT OF DEFIANCE sea maravillosamente cambiante, variada, una patada al aburrimiento y una buena dosis de diversión para castigar el cuello. Sí, es un álbum de lo más variado, aunque evidentemente hay un poderoso nexo de unión entra las canciones: La melodía.

Y es que no hay tema que sea puro ruido. Por duro que vaya a ser un corte, siempre lleva su dosis de melodía, lo cual hace que la música sea más asequible y no solo para una minoría amante del death metal.


El trabajo instrumental, con una batería muy fuerte, contundente -firmada por otro ex-Megadeth, Shawn Drover- y un bajo que atrona -grande Matt Bachand- cargado de fuerza y distorsión para no dejar huecos al silencio y hacer de colchón intenso en todo momento al trabajo en las guitarras de Broderick, que sabe lucirse pero sin aburrir con solos más largos de la habitual. Todo lo contrario, el lucimiento personal pasa a un segundo plano, se pone al servicio de la canción y los solos tienen la duración necesaria y fluyen sin forzar.

En definitiva, ACT OF DEFIANCE vuelven a entregar un disco muy variado aunque también distante al debut, recordándonos mucho al Melodic Death del norte de Europa, el de las bandas citadas y el de otras que hoy lo petan como Arch Enemy, aunque sin el halo de comercialidad y con un estilo mucho más progresivo.

Sin duda un enorme disco para una banda infravalorada y que Metal Blade a tenido a bien de publicar. Pronto los veré en Wacken y creo que va a ser mágico. Ya os contaré.







© Diario de un Metalhead 2018.