miércoles, 13 de septiembre de 2017

FREEDOM CALL: Master of Light (2016, SPV) Alemania.


Por Larry Runner.

He tenido la suerte de poder charlar con ellos en su momento, de poder convivir un buen rato y siempre me parecieron una gente excepcional. Me encantaron desde que los descubrí hace años cuando vinieron con Gamma Ray, tiempos que ya parecen la prehistoria. En su posterior visita a Gijón, cuando Edén les hicieron de teloneros fue cuando pude charlar con ellos y ver que nunca han sido de los más grandes quizás porque en este mundo de la música como en otros muchos, si no mamas, no creces.

Vi que eran gente honesta y desde entonces se ganaron además de mi admiración, mi respeto. Si era fan por su música, pasé a serlo por todo. Recuerdo haberles preguntado el porqué de no haberles visto nunca en festivales como Wacken y entender a la primera sus razones para darles la razón y quitarme el sombrero ante ellos.

Siempre han ido por libre, nunca les hemos visto en grandes saraos y ahora sabéis de primera mano la razón. La bandera de la honestidad está subestimada hoy en día, todo el mundo traga con todo y parece que a veces el amiguismo funciona mejor que el hacer las cosas bien. Allá cada uno con su conciencia, con su karma o como le queráis llamar. Mal que les pese a los comepollas, siempre habrá gente honesta y que haga las cosas por lo que le dicta el corazón y no el culo. Freedom Call son de esos.


Regresaron a finales del pasado año con este “Master of Light” y pronto les tendremos, por fin, aquí presentándolo en condiciones. El Power Metal no está de moda, aquí algunos le tachan de caspa y mierdas similares, pero a la mierda con ellos, algunos seguimos disfrutando con estos sonidos que al fin y al cabo son lo realmente genuino, meándole encima a las modas pasajeras de gentes que en  menos de una década vestirán traje y corbata.

“Master of Light” es el enésimo disco de los alemanes (en el momento de escribir estas líneas no tengo wifi y no puedo consultar el dato, así que mira tú la wikipedia, por favor) y siguen siendo 101% fieles a su estilo y a lo que realmente les llena.

Doce temas componen esta obra en la que te encontrarás a todos los tópicos típicos del movimiento más genuino del rock mundial: el heavy metal.

Abre “Metal is for Everyone”, con frases ya escuchadas antes como “Metal is the law”. Sí. No inventan nada, ni puta falta que hace. Estribillo pegadizo, como en casi todas, melosidad y coros, muchos coros trabajados hasta el infinito y más allá. Happy metal contra la depresión. Nada de mala uva, nada de cabreos. Canciones, así, con mayúsculas, de esas que te invitan a cantar, te sacan la sonrisa y te invitan a menear los pelos si es que aún los conservas. 


Estribillos fáciles, para aprendértelos si eres de los que de verdad disfruta de los discos y no pasa por ellos como si fueran una revista de la consulta del dentista. No han renovado un carajo, o yo no lo veo, siguen igual, con estructuras tradicionales que siempre derivan en los mejores estribillos que te puedas encontrar. Auténticos himnos en los que no faltan los buenos solos.

Angels, kings, dark and light, metal, más metal, steel, masters, angels y demons. Todo muy típico como unos Gamma Ray elevados al cuadrado de la felicidad y el buen rollo. Chris Bay cantando como los ángeles de algunas de sus canciones, buenos solos y doble bombo para conseguir un disco redondo por todas partes en el que los cuatro componentes se convierten en auténticos forzudos de cómic. 

Realmente sensacional. Muchas ganas de que llegue noviembre y verles en nuestro Diario de un Metalhead Fest III.

www.freedom-call.net







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