sábado, 15 de julio de 2017

RESURRECTION FEST 2017. Crónica y Fotos. Parte 1/4.


Texto: Sonia Mostazo.
Fotos: Unai Calleja.

Volver al RESURRECTION FEST después de un año en blanco es difícil de explicar para una servidora. Era mi cuarta edición, no consecutiva por el breve parón del pasado año. Intentaré narrar con todo detalle lo vivido a lo largo de los cuatro días de fiesta en Viveiro . Lo que siento es complicado de expresar con palabras y sé que much@s no me entenderán. Esto me llena, me enriquece y lo que es más importante, me hace sentir en paz y con una felicidad difícilmente igualable actualmente a nada más. 

Mi aventura comenzó el mismo miércoles a las 6 de la mañana, camino a Viveiro desde Pamplona con tres compañeros más de viaje. Con sueño, tras haber disfrutado la noche anterior de una actuación histórica en mi querida Pamplona, en pleno casco viejo con ANTHRAX. Tocaba maleta, carretera e ilusión. Las horas pasaban y poco a poco nos acercábamos a nuestro destino. Unas paradas y justo unos 20 kilómetros antes de llegar nos paró la guardia civil. Un cacheo en toda regla a ver si llevábamos algo sospechoso y demás. Impuso, aunque fue bien. Tuvimos que aguantar más de una mirada de chiste de gente que pasaba en autobuses que no eran del rollo. Ya sabéis... Las pintas. Pero de eso os hablaré en otro momento.

Ya en Viveiro por fin, nos acogió un sol tímido. Se estaba muy bien. Nuestro chófer nos dejó en la acampada, al lado de la puerta del estadio de fútbol donde se hacía inicialmente el RESURRECTION FEST. Montamos la tienda, dejamos todo en orden y nos fuimos al pueblo a que nos llenaran el buche en condiciones. Frente al ayuntamiento encontramos nuestro lugar y nos metimos un buen plato combinado que a una servidora le sirvió para aguantar el resto del día ya que al terminar en mi reloj marcaban más de las 16.30 de la tarde.


Tras ello, caminata tranquila por primera vez al recinto. Para ser el día de presentación el ambiente era inmejorable. Gente por todas partes y de todos los pelajes. El paraíso. No te aburrías. Miraras donde miraras, camisetas y camisetas de diversas bandas que han pasado por el festival o que se desean. La zona de pulseras y demás muy bien indicada con un panel informativo que personalmente me comí y no me enteré. La emoción sería. Ya en la zona correspondiente todo en orden, pulsera de tela POR FIN en muñeca derecha y a la cola, donde se agolpaba ya un montón de gente. 

Aprovechamos nuestros primeros minutos en la tierra del RESURRECTION FEST para palpar de primera mano el ambiente, tras un año de ausencia. Echamos un buen ojo al Metal Market para el que veníamos cargados para poder arrasar lo máximo posible. Y ya vimos golosinas apetitosas aunque no todas las que una servidora esperaba. No había tantos puestos como yo recordaba y quizás eso sea ya uno de los peros. Pero sigamos. 

Tras ello, y cortada la zona al acceso al Main Stage y al Chaos Stage nos quedamos todos en la zona del Ritual Stage y del Desert Stage. Quizás un error de la organización al tener ya el sold out. Quizás el Main Stage hubiese sido mejor al ver la afluencia tan grande.

Musicalmente la jornada la abrieron para una servidora unos APHONNIC enchufadísimos que como sabéis los que soléis ser habituales de Diario de un Metalhead, me tienen enamorada perdida. Ya a esas tempraneras horas el ambiente era impresionante con una carpa que presentaba un aspecto precioso. Los gallegos se centraron en sus dos últimos discos, "Héroes" e "Indomables" y contaron con un público súper entregado que coreaba casi todos los temas. Muy buen sonido y excepcional repertorio, aunque algún melódico me chirrió. WE RIDE continuaron la fiesta, con los niños del Resukids incluidos. Otros gallegos que animaron el asunto a base de hardcore de toda la vida con una Mimi Telmo que se dejó la garganta en todo el set. Fue realmente genial ver una mujer al frente, me anima y me enorgullece muchísimo. A pesar de que para mí pecaron un poco de lineales, sí que es verdad que me sorprendió la pegada que tienen en directo y como se animó la gente en el pit, destrozando desde primera hora la humilde hierba del Ritual Stage.


HERE COMES THE KRAKEN fueron una de las gratas sorpresas de la jornada. Y es que estos mexicanos contaron con un sonido aplastante. Ya de por sí el género que practican lo es, el deathcore, pero si suena como lo hizo, te revienta el pecho. Es verdad que casi para el final de su set se me hicieron un poco repetitivos pero el sonido de la batería junto a la guitarra me pareció sencillamente acojonante y la liaron bastante recibiendo sonoras ovaciones del respetable. Subieron la temperatura de la carpa de una manera salvaje. Muy entretenidos.

CJ RAMONE nos deleitó con los éxitos de los Ramones y se me quedó un poco descafeinado, casi más en plan karaoke remember ya que tuve la oportunidad de ver esto mismo, pero con Marky Ramone's Blitzkrieg with Andrew W.K. en San Fermín hace unos años y me gustó más.  Entretenido pero nada que más aunque es verdad que era inevitable que los pies se te fueran con temazos como "I wanna be sedated" o "I wanna be your boyfriend".

SA colapsaron el recinto. Literalmente. A las 23.30 que es cuando comenzaron a tocar en la carpa no cabía un alfiler y alrededor y en todo el recinto estaba plagado de gente. Aquí comenzó a atascarse todo en barras, baños... Los vascos muy bien recibidos y ovacionados encendieron la caldera y metieron la sexta desde el principio. Temazos, sonido perfecto, al menos desde mi posición y la gente entregadísima. Épico es poco. Para una servidora fue la primera vez y para repetir. 


Y con SEPULTURA, ya a las 1.15 de la mañana pensaba que mucha gente se marcharía, pero nadie quiso abandonar desde tan pronto. Allí en medio de todo el meollo vimos el espectáculo de los brasileños, quienes a diferencia de todo el resto de bandas que sonaron súper bien a mi parecer, les falló muchísimo el sonido. Muy apelotonado para mi gusto. Ya estaba muerta, por la paliza del viaje, de apenas haber dormido tras la fiesta de ANTHRAX en Pamplona el día anterior y de todo lo que llevábamos encima. Pero la ocasión lo merecía. Si que es cierto que el sonido fue mejorando poco a poco y que ver a Eloy Casagrande tocar la batería es algo mágico por no decir apabullante. Como era de esperar mezclaron temas nuevos de "Machine Messiah" con los más clásicos. Los nuevos se me hicieron exageradamente largos y los clásicos fueron recibidos con fervor. 

Y así terminamos la espléndida jornada de fiesta presentación, con muchos recuerdos ya para llevarnos a la tienda y caer rendida. Y aún quedaban tres días más de fiesta.

Continuará...

© Diario de un Metalhead 2017.

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