Por Larry Runner.
MOTTO PERPETUO es una banda catalana cuya idea nace con el milenio aunque no es hasta 2007 cuando se va consolidando, tomando la continuidad que termina desembocando en un álbum de debut titulado “Perpetual Time”.
Su disco les sirve para darse a conocer y recoger algunas buenas críticas, además de carta de presentación para concurrir entre otros concursos en la W:O:A Metal Battle de 2010, aquella que ganó finalmente Vita Imana.
Tras una trayectoria un tanto irregular, regresan a la actualidad con este “Circus of Life”, con sonido y energía renovadas e integrando un buen montón de ideas mostradas a través de las diez canciones que componen este álbum.
“Circus of Life” muestra un muy buen gusto por la composición, por la melodía, aunando en sus canciones hard rock, heavy, sinfónico y power metal, lo cual deriva en una amalgama de virtuosos sonidos alejados de estridencias.
Canciones como “I Wanna be Alive” son evidencia de lo que la banda puede ofrecer. Letras sencillas, buenos estribillos y guitarras contundentes pero limpias dan vida a los temas de un disco en el que tienen cabida al lado de bajo, guitarra y batería, los sonidos de pianos, teclados y sintetizadores. Todo ello se fusiona y conforma un jergón sobre el que apoyar el fantástico canto de Mireia Farré con cuyas voces se juega en la cristalina producción del maestro David Palau.
¿Canciones a destacar? “Immortal Wings” es realmente emocionante con un solo de guitarra tan largo como la canción parece requerir. “I Wanna be Alive” y "My only Heroew" son los hits que como mínimo debería incluir todo álbum que se precie. “The words I didn’t tell you” con ese comienzo a lo Schenker, el brutal solo y el doble bombo.
El disco transcurre entre buenas canciones de melódico metal, sin demasiados sobresaltos, un tanto lineal y sin sorpresas, hasta que todo da un giro al llegar a “Summer Storm”. De repente todo se vuelve sinfónico, Mireia juega muy bien el papel de soprano y aparecen orquestaciones. MOTTO PERPETUO cambian el registro con una Mireia que crece y crece a medida que se van sucediendo las canciones. El culmen llega con “The Other Side”, donde sin duda alguna Mireia nos ciega y enamora. Sublime.
El desenlace del álbum no baja de nivel. “Dreamer” es la octava y seguimos asistiendo a la exposición de otro temazo. A diferencia de lo que sucede con la inmensa mayoría de los discos, con el paso de los minutos no mengua la calidad. Eso sí, el disco aún nos depara alguna sorpresa. “Fight on fire” respira industrialidad y modernidad. Cierra “On the edge”, que personalmente me traslada al “The Dark Ride” de Helloween.
Clase y finura en la composición. Canciones con mayúsculas y aires de comercialidad a los que la magnífica producción de David Palau aporta la pincelada final para convertir a este “Circus of Life” en un muy buen disco. Un trabajo alejado de las modas actuales que saturan este país donde la gente parece competir cada vez más con sus durezas para esconder la mediocridad.
La portada va firmada por Raquel Arellano, cuyo trabajo habéis visto en el "Backlash" de Blaze Out.
© Diario de un Metalhead 2017.
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