lunes, 22 de mayo de 2017

RED SKY MARY: River Child (2015- Carved Records) USA.


Por Larry Runner.

El disco tiene ya un par de años, pero aún así sentía la necesidad de escribir unas letras sobre “River Child”. Y es que RED SKY MARY, el fenomenal cuarteto americano está estos días de gira por España, y el viernes llegan a Avilés, casi nada.

¿Qué nos ofrecen? Vaya por delante que nada nuevo, no van a ser ellos los padres de un nuevo estilo, si buscas eso, olvídate, no han parido el nu-rock o cualquier otra gilipollez de etiqueta. Ellos lo que sí hacen muy bien es supurar la esencia del más puro classic rock con unas composiciones alucinantes, auténticos temazos que te hacen vibrar de principio a fin, pero sin caer en la pesadez de otras bandas del estilo. Son muy buenos, pero no necesitan demostrarlo a cada instante, las canciones van por delante, tienen preferencia, y eso se agradece muchísimo.


Quizás te recuerden un poco a The Black Crowes, pero Red Sky Mary son más cañeros, no se les va la pinza como a los cuervos pasados tres discos. En "Pride" y "I will wait for you" por ejemplo se ponen muy blues, recuerdan a Joe Cocker incluso, pero los temas son cortos. Son más cañeros que la mayoría de los grupos de su palo, aunque olvídate, no son heavy metal aunque meten bastante más caña que algunos que se llenan de parches. Tal cual. Menuda patada en los cojones pegan en canciones como “Howl”.

Sam Vlasich (voz), Tom Boisse (guitarra), Barrett Goeman (batería) y Gary Boisse (bajo) conforman este cuarteto brutal que muestra en su buen hacer que han nacido para esto. Si a sus grandísimas composiciones y su magnífico nivel instrumental le sumas una producción nivel Dios por parte de Matt Dougherty con una mezcla a la misma altura de la que se han encargado Jonny K (Disturbed, Staind ...) pues tienes el completo.

¿Canciones a destacar? Tú pides demasiado, quieres que te lo haga todo, pero bueno, te daré algo más. Citaré la inicial “All Hell’s Breakin’ Loose”, “Gone”, la citada “Howl” y “South of the City”, pero casi cualquiera valdría, pues no es un disco más, es un puto discazo sin rellenos.

Diez canciones componen un disco redondo en todos los sentidos donde las guitarras son las auténticas triunfadoras respaldando la maravillosa labor de Sam Vlasich al micro que se ve respaldada en todo momento por unos coros como hacía mucho tiempo que no escuchaba. Me encanta el vocalista, porque podría cantar lo que quisiera, heavy incluido.

Sin duda una banda sobresaliente.

Gracias Lestrato.







© Diario de un Metalhead 2017.

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