lunes, 22 de mayo de 2017

GUADAÑA: Karma (2017 - The Fish Factory).


Por Larry Runner.

Empezaron sonando a heavy metal tradicional y con el paso del tiempo han evolucionado en su sonido, han cambiado, se han actualizado y son una banda infinitamente mejor a aquella del principio que parecía sonar a caduco.

Vale que sus producciones han mejorado también con el paso del tiempo, la de este "Karma" con temas como “Reflejos” es superior, pero a su heavy metal “de toda la vida” le han ido aplicando capas de elementos del metal moderno, y cualquiera que les ponga ahora la etiqueta de “heavy español” pensando que están en el mismo saco que grupos como Oker, Ciclón o los tradicionales Barón y Obús, es que está sordo.


Sí, GUADAÑA, difícil nombre para exportarse, son a día de hoy una banda mucho más grande de lo que uno se pudiera imaginar hace pocos años. Canciones como “Reflejos”, les “europeizan” y temas como “Dios del Trueno” llevan un tonillo Sabaton que evidentemente hacen que me gusten infinitamente más que en discos anteriores. No sé si la entrada de Juanma Patrón (Atalaya, Sphinx) a la guitarra tendrá algo que ver, pero me imagino que la sangre nueva algo aporte.

Sólo la voz de Glory Romero hace que te des cuenta que son de aquí. Si se lo hicieran en inglés, jamás lo dirías. A veces me corto en decir lo que pienso -algunos dicen que no es así, pero sí, de verdad que me corto- y no me atrevo a decir según que cosas. No será esta vez. Viendo la evolución de este grupo, su revolución musical, lo voy a decir. Tiempo atrás me parecían un auténtico tostón. Me parece imposible estar disfrutando de  “Karma” de esta manera. Es más, creo que les debería catapultar hacia arriba como un cohete, pues cubren un hueco en el sonido estatal que estaba vacío. No teníamos a ninguna banda sonando así cantando en español, o al menos yo no la conozco. Su sonido escandinavo, que como digo me recuerda por momentos a Sabaton o a Battle Beast pero que también tiene en ocasiones un deje In Flames (escucha "Nuestra Revolución") o incluso Amon Amarth, nos ofrece algo que al menos yo no conocía en nuestro idioma. Metal moderno que no renuncia a lo tradicional, con toques épicos y además en castellano.


Las orquestaciones, los samplers, y en definitiva una muy buena producción reportan un brillo excepcional a un álbum cuyas composiciones en origen seguramente ya eran más que buenas. En ese sentido el trabajo de Pablo Casas es sobresaliente. Hay muchas colaboraciones, entre ellas algunas las de tres vocalistas muy admirados por mí como Alfred Romero (Dark Moor), Jose Broseta (Opera Magna) y Tete Novoa (Saratoga), con el que últimamente parece contar todo el mundo para sus discos. Fenomenal que estén pero que no resten protagonismo a la banda. En ese sentido, genial por el plus que le aportan al álbum en el tema que da título al disco, "Karma", una orgía musical de más de siete minutos que probablemente meta al álbum en el top -10 de muchos al final del año.

Un disco fenomenal.






© Diario de un Metalhead 2017.