domingo, 30 de abril de 2017

GATHERING DARKNESS: The heat of a dying sun (2017- Necromance Records)


Por Nacho Peña.

El próximo 22 de Mayo sale a la calle el nuevo trabajo de los veteranos GATHERING DARKNESS de la mano de Necromance Records. Banda que comenzó su andadura en el 98 y que ha pasado por múltiples cambios de formación, dejándonos en su carrera varias grabaciones con estilos que variaban desde el Doom Metal al Brutal Death.

Mirando, pues, en su historia se puede entender, perfectamente, el enfoque por el que han optado en esta ocasión.

Lejos de perder calidad por esas idas y venidas, el CD que tengo entre manos rebosa bastante buen hacer, tanto por su ejecución como por su composición.


Primero, hay que destacar la producción. Grabado en Drive Division Estudios y mezclado y masterizado por Moontower Studios, llama la atención el perfecto equilibrio entre sonido Old School y sonido más moderno. Consigue sonar actual sin renunciar a las raíces del género, lo que, a todas luces, es un acierto. Suena brutal, natural, genuino y moderno al mismo tiempo. No se me ocurre mejor resultado para los 9 temas que componen el CD.

Respecto a las canciones, de manera general, predominan los medios tiempos típicos del Death Metal a lo MORBID ANGEL que son aderezados con blast beats a una cuerda y detalles técnicos, propios del Brutal Death a lo NILE, incluyéndose dosis justas pero muy efectivas de melodía, unido a unos solos de guitarra precisos, sin grandes alardes técnicos, cortos pero muy bien encajados, que personalmente me han gustado bastante.


Fuera de los momentos más rápidos que, quizá, sean un poco más genéricos, he disfrutado con los medios tiempos, y es que la banda es donde mejor se desenvuelve. Pesadez y técnica, a partes iguales, muy brutales y, realmente, pegadizas. Otro punto a favor es la excelente labor vocal. Se puede notar la vibración constante de las falsas cuerdas en cada uno de los guturales. Técnica, dinamismo, sin engaños de estudio. Pura brutalidad vocal de principio a fin. Casi, casi que podríamos decir que es el elemento mejor del conjunto. 

La sección rítmica se encuentra también a muy buen nivel. La caja y el bombo se clavan en el cerebro desde el minuto uno. Muy buena labor en este aspecto.


Todo el trabajo está muy medido a nivel de duración de los cortes, para que no termine haciéndose demasiado pesado de escuchar, ya que no existe mucha variación en cuanto a la manera de estructurar las canciones. En 34 minutos, tendremos escuchado el disco y esa brevedad aumenta la sensación de intensidad de la obra. 

Los fans del Brutal Death quizá echen en falta más pasajes hiperrápidos pero, de todos modos, no deja de ser un CD disfrutable de principio a fin. Esperemos que el público responda bien y apoye a esta banda, ya que es un trabajo que merece la pena tener en la colección.








© Diario de un Metalhead 2017.

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