jueves, 6 de abril de 2017

CROWBAR: The Serpent Only Lies (2016 – SPV/Steamhammer) USA.


Por Diego Rodríguez Liébanas.

No me ha parecido mala idea, ahora que se acerca el Otero Brutal Fest, darle caña al último disco de CROWBAR, una de las incorporaciones con más solera del cartel de esta quinta edición del festival asturiano. Y nos ha salido cabezón, como el que escribe, ya que las primeras veces que lo escuché, los temas no lograban captar mi atención; pasaban uno tras otro hasta que se acababa y yo rumiando mis cosas. “Quizá sea cosa mía que estoy bastante disperso” pensé… Y en efecto. En cuanto me puse a ello con mayor atención empezaron a aflorar las virtudes y acabó por engancharme. Pero no hay duda de que se trata de un disco crudo, duro, nada dado a las florituras y que no pretende en ningún momento ponérselo fácil al que lo escucha. “Pues cómo siempre” podría decir alguien… y con toda la razón ya que esto es lo que CROWBAR llevan ofreciendo desde su creación hace más de 25 años.

Considerados pioneros dentro del Sludge Metal, está claro que esta gente de Nueva Orleans nunca ha llegado a dar el salto al gran público pero discazos como “Broken Glass” o “Sonic Excess In Its Purest Form” les pusieron en el mapa y les consagraron como una institución dentro del Metal. Después de su gran momento musical con tres o cuatro discos fundamentales han seguido en la brecha con una discografía más espaciada pero muy sólida con temas que pueden convivir perfectamente con sus clásicos sin desentonar y con una reputación en directo que muchos querrían. Gran parte de la culpa de que esto suceda la tiene Dirk Windstein que sigue comandando la nave y que para este undécimo álbum ha llamado a filas, después de quince años de ausencia, al bajista Todd Strange, quien también formara parte de Down a finales de los 90. 


Cuando alguien es miembro fundador, líder, cantante y guitarrista de una banda se convierte en el epicentro alrededor del que gira el resto aspectos y este rol es asumido por Dirk Windstein con suma naturalidad sabedor de que ocupa un lugar importante en la lista de los grandes hacedores de riffs en la historia del Metal. Riffs sobrios, hirientes, gruesos, agresivos, prolongados, cadenciosos pero poco ampulosos o estrafalarios. El otro ingrediente destacado es su voz, para la cual se podrían utilizar adjetivos similares ya que es muy poco melódica y no destaca precisamente por la amalgama de notas que nos ofrece sino por su rudeza, su rabia, su aspereza y su personal manera de atacar las líneas vocales. Son estos dos elementos, riffs de guitarra e interpretación vocal, los dos polos sobre los que gira la propuesta musical de CROWBAR aderezada por las aportaciones de Thomas Buckley, siempre sólido y contundente a la batería y Matthew Brunson que acompaña al líder a la guitarra en la dura tarea de destrozarnos el cuello. 

Cuando todos los ingredientes cuajan hay que saber darles el toque definitivo que en este caso viene de la mano de la producción de sonido de la cual hay que dejar claro que no es la habitual que nos solemos encontrar en los últimos tiempos en terreno Sludge o propiamente Metal ya que no busca resaltar texturas o grosores ni encontrar un punto “artie” desde la agresividad sino que busca agredirte de forma fuerte, directa y contundente sin miramientos y con mucha distorsión recordándonos tiempos como a principios de los 90 en los que el Metal sonaba ácido, corrosivo e incómodo. También contribuye mucho a esto la predominancia que le han dado en la mezcla a las baterías presentes en primer plano aporreándote la cabeza sin cuartel. Así que como resultado obtenemos un producto muy consistente, rígido en ocasiones, pero siempre riguroso.


A pesar de que la tónica la marcan temas como la inicial y épica “Falling While Rising” o “Plasmic and Pure” combinando partes más lentas con otras más sucias y rápidas, se las apañan para dotar al álbum de cierta variedad con la velocidad de “I Am The Storm”, un auténtico trallazo, o la melodía del riff e interpretación vocal de “Surviving The Abyss”, una de las destacadas. Una de las sorpresas viene con la homónima “The Serpent Only Lies”, con esos pasajes atmosféricos a modo de estribillo que se combinan con otros muy agresivos o con la sensación de desolación conseguida con “Song Of Dunes”. También podemos disfrutar de momentos de voz natural por parte de Mr. Windstein como en “Embrace The Light” y de otros más Doom como la melancólica “On Holy Ground”. Así que como resumen se puede decir que “The Serpent Only Lies” es una obra muy consistente, rígida en ocasiones, pero siempre rigurosa en la que aciertan de pleno al añadir ciertos elementos que le dan mucha frescura y cierta espontaneidad al disco. Muchas ganas hay de que llegue el Otero Brutal fest en general, pero en particular de ver a CROWBAR sobre las tablas ya que estoy casi seguro de que será uno de los momentos de la noche metalera al menos para mí. Espero que no me jodan las expectativas.







© Diario de un Metalhead 2017.

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