domingo, 22 de enero de 2017

KHEMMIS: Hunted (2016 – 20 Buck Spin) USA.


Por Diego Rodríguez Liébanas.

Siempre me ha gustado echar un vistazo a las listas de discos cuando llega el final de año. Se puede sacar mucho partido indagando en los gustos de los demás por lo que no es mala idea escribir best metal album 2016 en el google y darle al intro. A pesar de que se puede decir que, gracias a estos dos años y pico en Diario de un Metalhead, estoy más al día que nunca, es imposible catar todo lo bueno que se publica así que la táctica es sencilla y todos os la podéis imaginar. Escojo seis o siete listas, abro pestañas con el bandcamp y el youtube y empiezo a jugar a ensayo-error. Este disco ya lo conozco, este otro qué hace aquí, mira este tipo piensa como yo… Uhmm, a ver esto de qué va. No me mola. O sí. Y siempre me acaban llamando la atención una serie de discos de los que acaban cuajando cuatro o cinco. Así que “Hunted” puede ser considerada una de las mejores piezas conseguida en la búsqueda de este año.


Khemmis son un cuarteto procedente de Denver, que se forma en 2012 y está integrado por Dan al bajo, Zach como batería y los guitarristas Ben y Phil que también se reparten las labores vocales. Después de un EP de tres canciones que vio la luz poco después de iniciar andadura, dieron mucho que hablar con la publicación en 2015 de un gran trabajo como fue su anterior “Absolution”. La banda ha dado con un filón musical poco frecuentado que surge de combinar los ritmos y cadencias propias del Doom con las melodías y las dobles guitarras del Heavy Metal clásico teniendo siempre muy presentes en este sentido las influencias de grupos como Thin Lizzy o Iron Maiden. En ese trayecto que va desde el Doom hasta el Heavy Metal se dejan caer con cierta asiduidad por terreno Stoner y Sludge.

Formado por cinco temas, ninguno de ellos acaba como empieza, eso lo podéis dar por seguro. Cada corte te lleva a diferentes lugares consiguiendo que el oyente experimente un interesante abanico de sensaciones. “Above The Water” es un claro ejemplo de esa marca de la casa que supone el encadenamiento de solos de guitarra muy melódicos con pasajes rítmicos rocosos, densos y distorsionados. La segunda, “Candlelight”, que ha sido la elegida por la banda como single para presentar el disco, es más pausada que la anterior terminando en alza con unos momentos épicos muy conseguidos. Nos abrimos paso hacia la parte más inspirada del disco con “Three Gates” que aporta más velocidad, mayor preponderancia de las voces rasgadas y guturales y unas guitarras rítmicas más sucias, potentes e intrincadas que me hacen añadir a la lista de referencias a los nombres de High On Fire por un lado y de Baroness por otro. 



Las voces y las guitarras tienen una gran presencia en la mezcla quedando la batería y, sobre todo, el bajo en un segundo plano. Ben y Phil se llevan los elogios… y las quejas, ya que son ellos dos los protagonistas de los aciertos pero también de los aspectos mejorables. Nada que objetar sino todo lo contrario sobre su trabajo a las seis cuerdas ya que a lo largo de todo el disco podemos disfrutar de una labor que se distingue por ofrecer una amplia gama de solos y riffs que suponen la base en la que asienta el éxito de la obra. Pero mi problema en estos temas iniciales tiene que ver con las interpretaciones vocales, disfrutables en ocasiones pero insípidas en otras, sumándose también en el plano negativo que las líneas melódicas elegidas son algo monótonas. Además, las voces no naturales tienen su hueco como elemento sorpresa pero no añaden el dramatismo y sentimiento que deberían quedándose, a mi modo de ver, a medio camino. 

Eso sí, la crema nos la dejan para el postre. Cuando se inicia “Beyond The Door” es imposible no acordarse de los mejores Paradise Lost. El tema se mueve, al igual que los anteriores, por diferentes vericuetos pero ahora no hay recriminaciones que valgan ya que las dudas descritas anteriormente desaparecen de un plumazo debido a que la interpretación vocal se torna certera, atractiva e inspirada. Y para terminar “Hunted”, el mejor tema del disco y quizá de su carrera. Trece minutos de auténtico goce que se te pasan en un santiamén ofreciendo como ningún otro lo mejor que la banda puede dar. Hay que reconocer que no se han comido mucho la bola: “Absolution” les abrió las puertas y han seguido por ese camino dando a luz una obra similar pero con un punto más de variedad. Les llegó la oportunidad de girar por USA teloneando a Amon Amarth, oferta que tuvieron que rechazar debido a su doctorado en la carrera de Filosofía. Aun así reconocen que están buscando hueco y cuadrando fechas para girar tanto por su país como por Europa en este 2017. Que así sea.






© Diario de un Metalhead 2017.

Más discos Made in USA aquí.