martes, 24 de enero de 2017

CITA INELUDIBLE. Pamplona 13.01.2017. DARE + XTASY + GÜRU. Crónica y fotos.


Por Larry Runner.

Ni la nieve ni el frío ni las cuatro horas de coche pudieron impedir que viajáramos a Pamplona para ver a DARE. Cita ineludible. Si bien la opción de Madrid era más sencilla y cercana, optamos por la de viajar a Navarra porque el menú que allí se ofrecía era muchísimo más atractivo que el de la capital de España. Y es que en la magnífica Sala Tótem, además de la leyenda galesa del AOR, iban a actuar XTASY y GÜRU.

Tres décadas llevábamos en casa queriendo ver al grupo de Darren Wharton, el eterno ex- Thin Lizzy del que llevamos enamorados desde el “Out of the Silence”. Treinta años queriendo verlos en vivo y hasta ahora nunca habíamos podido marcar la muestra en nuestro rifle metalero. Por otra parte, nos hacía ilusión acudir a ver a XTASY por lo de la grabación del video. Es una banda a la que adoramos y la cita era lo suficientemente ilusionante como para no perdérsela. GÜRU era otra cuenta pendiente y ya tocaba.


GÜRU.

Problemas técnicos empañaron el comienzo de la actuación de GÜRU. Actuación con la que tuve la sensación de que no llegó a coger el ritmo en ningún momento. Los parones entre canción y canción con unos speech tremendos por parte de David Palau ensombrecieron la actuación. Es normal que quieras darte a conocer y cuentes experiencias, pero no es bueno alargarlas tanto. Todos sabemos que la banda es suya, pero si quiere proyectar GÜRU como una auténtica banda, quizás no debiera acaparar tanto el foco.

Por otra parte, Dagarod es un excelente vocalista, me encantó una vez más en vivo (lo había visto hace años con Burning Kingdom), lástima que en algunos de los temas se quede de corista. Y es que David Palau es muy bueno a la guitarra, pero a la voz, prefiero al chaval del micro con mucho. Eso sí, cuando Dagarod canta y Palau hace coros, la cosa mejora considerablemente. Es ahí cuando te das cuenta de lo grande que es el cuarteto.

Bueno, vale de atizarle al bueno de Palau, que no se lo merece. Me encanta su música y es una pena que el mundo del rock esté tan puteado como para que tenga que aplicar todo su enorme talento con proyectos que a veces tienen muy poco que ver con lo nuestro.


La actuación, que contó con la ayuda de teclados en formato grabado, fue un breve repaso por los tres discos con nombre de colores que componen su discografía. Hubo tiempo para un poco de todo, combinando canciones en inglés con otras en castellano, siendo mis momentos favoritos los de “Straight to your heart” mi favorita del “White”, el disco que más me gusta, y “Rockstar. 

Antes de terminar de hablar de GÜRU, me gustaría destacar la sencillez y la cercanía de Palau, a pesar de lo grandísimo que es en esto de la música, agradeciendo en todo momento el que la gente acudiese a verles en vivo a pesar del día de perros que se vivía en el exterior, nevando incluso.

A pesar de los parones, bien.


XTASY.

XTASY me gustaron mucho más que en Madrid. Creo que aún les falta bastante para que les consideremos uno de los grandes, pero si siguen mostrando la progresión que en ellos observé desde que les vi con Eclipse hasta ahora, estoy seguro de que salvo desgracia, tenemos en unos años a un grupo muy tocho y sin duda alguna de lo mejorcito de nuestro hard rock.

Los fichajes les han venido muy bien. Sin afán de desprestigiar para nada el trabajo de los anteriores componentes, creo sinceramente que las nuevas incorporaciones aportan un plus a la formación. A la batería está Miguel Ángel Sicilia, al que ya conocía de los tristemente desaparecidos Allowance. Una banda pamplonica que me encantaba como ejecutaba su death melódico. Repito, me encantaba, y ojalá algún día volviesen. Por otra parte, a la guitarra, Chema Herrero, al que hacía tiempo que quería ver sobre un escenario y hasta hora no me había sido posible. Todas las referencias que de él me habían llegado eran buenas ... y ciertas.


No fue un concierto cualquiera para XTASY ni para nosotros. La noche guardaba sorpresas en forma de temas nuevos, adelantando así temas de lo que pronto será “Second Chance”, su segundo álbum y que ahora está en manos de Erik Martensson para el tema de mezclas y masterización.

Además de dar un buen repaso a “Revolution” -pocos quedan ya así pues el show a buen seguro cambiará con el nuevo disco en la calle- hubo tiempo para ofrecer crema nueva.

“Into the fire”, que será el primer single de “Second Chance” y “Said and done”, que sera el segundo, fueron las sorpresas y llegaron seguidas. Para el segundo nos pidieron que nos volcásemos, pues iban a tomar imágenes para lo que será un videoclip del tema. La gente respondió, tanto es así que al final y bromeando, David Clavero se dirigió al público para decir “vamos a grabar otro”, buscando que la entrega fuese la misma. A decir verdad, no sólo tomaron imágenes durante la canción. Toda la noche estuvimos rodeados de cámaras, hasta ocho nos dijeron, esperemos que nos saquen de frente :P


Cerraron con “Broken heart” otra nueva canción que suena a hit. Buen show, los temas nuevos suenan más potentes, ya hay ganas de “Second Chance”.

Tras disfrutar de las dos actuaciones estatales, llegaba el momento esperado durante tan largo tiempo por mi. Robert Mills, promotor de la gira, les presentaba y DARE saltaban al escenario, mientras, curiosamente, algunos abandonaban la sala.


DARE.

El concierto fue una perfecta representación de lo que es y ha sido la carrera de DARE, apostando fuerte por “Sacred Ground” su último y más que sobresaliente disco y para mí, el mejor desde su debut “Out of Silence”, pues recoge la esencia y la tersura de sus comienzos.

DARE inundaron la Totem de melodías para disfrute de la veterana audiencia. Pocos no peinaban canas en la Sala y los que no lo hacían es porque simplemente ya no tenían pelo. La media de edad de los asistentes superaba con creces la cuarentena y desgraciadamente no fue muy abundante, unas 200 personas.

Los reyes del medio tiempo comenzaron tirando de canciones pasadas como  “Sea Of Roses”, “Storm Wind” y “Silent Thunder” mientras en las primeras filas se llenaban las tarjetas de las cámaras.

La banda sonaba perfecta y tras el para mí sorpresivo comienzo, llegó lo bueno, donde sonaron seguidas las más grandes canciones del nuevo disco: "Home", "I'll Hear You Pray", "Every Time We Say Goodbye", "Days of Summer" y "On My Own". Alucinante. La racha se rompió con  “Where Darkness End”. Alucinábamos con el magnífico estado vocal de Darren Wharton, sin duda el que mejor conserva su garganta de toda su quinta y disfrutábamos del veterano Vinny Burns a la guitarra, recuperado para “Sacred Ground” tras muchos años fuera de DARE y habiendo sido el guitarrista de los dos primeros discos.


“Beneath the Shining Water”, “Emerald”, los temas se iban sucediendo y yo me empezaba a deprimir sabiendo que aquello caminaba sin remedio hacia el final. En más de una ocasión los ojos se nos pusieron vidriosos, impidiendo ni siquiera enfocar el objetivo de la cámara por lo borroso de la visión. Personalmente, disfruté con todo cuanto se mostró sobre el escenario, incluso con la labor de Nigel Clutterbuck al bajo.

Y sí, llegó la parte final del show para la que se guardaron lo mejor de “Out Of The Silence”. “Abandon”,  “Into The Fire” y “The Raindance para despedirse. La perfección absoluta gracias en gran parte al trabajo en la sombra de Marc Roberts a los teclados, que en todo momento apoya a las 
voces a Darren Wharton para dotar de una brillantez a los temas realmente espectacular.

Se fueron para volver y terminar con dos más, dedicando “King Of Spades” a la memoria de Phil Lynnot y cerrando definitivamente con “Return The Heart”. La mejor banda del mundo en lo suyo.

No quiero cerrar la crónica sin dar las gracias a Xtasy por facilitarnos tantísimo la labor para poder disfrutar de la velada y también aprovechar a nuestra compañera Sonia M. que nos hizo de guía turística en la fría tarde pamplonica. Y por supuesto, a Robert Mills por traer a Dare. Volveremos.

© Diario de un Metalhead 2017.