lunes, 26 de diciembre de 2016

LEGADO DE UNA TRAGEDIA III (2016- Autoeditado)


Por José A. Ruiz.

Legado de una Tragedia III vuelve para cerrar el círculo alrededor de Poe con su obra final. Seis meses de grabación durante finales de 2015 y principios 2016 fue lo que necesitó Joaquín Padilla para dar forma a este ambicioso proyecto. Y si me apuráis, poco tiempo de grabación me parece porque el elenco y el trabajo que hay detrás de esta obra es impresionante. Tal es la magnitud de este disco, que hacer una review completa en la que se toquen todos los palos se ha hecho muy difícil. Digamos que es un disco diferente, y lo que se merece es una review diferente, al menos, diferente a lo que hemos hecho hasta ahora en Diario de un Metalhead.

Ante todo, he de confesar que es el primer disco de la trilogía que degusto con calma. El primero, que ya ha llovido, no me enganchó en absoluto. Esperaba mucho por los participantes y me dejo algo frío. Esto propició que el segundo tampoco llegase a escucharlo, pero ver todas las referencias que se hacían hacia este tercero, hizo que me decantase por darle una oportunidad. Menos mal que se la he dado, porque no me perdonaría haber dejado pasar semejante dulce para los oídos.

Como os decía antes, esta es una review diferente, en la que daremos puntos de vista generales y haremos hincapié en las obras más destacadas y todas las participaciones, claro.

El formato es fantástico. Un libreto con todo diseccionado al detalle, elenco de artistas con su personaje, etc. Lo suyo para seguir la historia como si de una obra de teatro se tratase. A ello hay que añadirle un DVD en el que se nos presenta a la mayoría de los participantes y sus protagonistas nos van contando vivencias durante los procesos de grabación. De este DVD me quedo con la parte en la que Chus Herrero, que participa como dos personajes distintos en la historia, nos cuenta como Joaquín pasaba día y noche pensando en el proyecto, en letras… Vamos que se estaba “Poe-tizando”. 

Acerca de la música en general, y antes de entrar en el tema a tema propiamente dicho, quizás echo de menos algo de volumen en los instrumentos “rock”. Me explico, la batería la escucho bastante lejos y las guitarras no tienen una potencia suficiente para mi gusto. Que sí, que ahora estaréis diciendo que la orquestación ya cubre esas “carencias”, y sí, tenéis razón, pero un poco más de volumen vendría bien. Ya que he sacado el tema, el trabajo de la orquesta de Legado de una Tragedia, dirigida por Txema Cariñena es fantástico. Limpieza y una composición fantástica (instrumento por instrumento) de Joaquín Padilla hacen que sea el trabajo “clásico” implantado en el metal más increíble que he escuchado nunca. Señores, las orquestaciones secuenciadas quedan muy bien, pero donde este lo natural que se quiten los ordenadores. Colaboradores de renombre entre los instrumentistas como Carlos Expósito, Pepe Pineda, Andy C, Pablo García, Manuel Seoane, Fernando Mainer o Alberto Marín completan el trabajo de Abel Franco a las seis cuerdas, que se ha encargado de todas las realizadas en el disco.


La historia en sí, nos cuenta la llegada de Poe (Leo Jiménez) de la mano de Morfeo (Joaquín Padilla) a El Mundo de los Sueños, lugar donde están todas las historias y personajes de la creación. A lo largo del peregrinaje de Poe por eso ese mundo, se encontrará con personajes como Corintio (José Broseta de Opera Magna), Desespero (Gabrielle de Val de The Val) o un recriminante Plutó (Tete Novoa de Saratoga y TTN), además navegará por las aguas del abismo de la mano de Destino (Israel Ramos de Alquimia/Avalanch). Además, viajará por su conciencia (Ronnie Romero de Rainbow y Lords of Black). Tal llega a ser el tormento por el que pasa Poe que le llevará a desear su propia muerte, algo que no conseguirá hasta recibir el perdón de su amada Virginia (Chus Herranz). 

Es poco más de una hora trepidante llena de lenguaje técnico, muy apropiado a la historia y cambios de ritmo e intensidad instrumentalmente hablando.

En realidad, lo especial de la reseña es no contar uno por uno todos los temas, si no invitar a todo el que lea estas palabras a coger el libreto ponerse el disco y viajar como si se tratase del propio Poe. No obstante, si voy a destacar cuatro de las canciones del álbum.

"Corazones Marcados por la Traición" fue la primera canción en la que me dije: "cuidado que esto es muy gordo". En ella participan Ronnie Romero, Chus Herranz y Joaquín Padilla. Un medio tiempo con un ritmo lento al principio animado por una sublime interpretación de guitarras y cuerdas al unísono. La interpretación vocal, pues bueno, que os voy a contar que no sepáis de Ronnie Romero. Cada vez que hablo de él se me llena la boca de elogios y he dicho tantos ya, que me he quedado sin ellos. Disfrutemos de este señor, no sabemos cuándo volveremos a encontrar a alguien como él. La forma en la que se mezclan las voces femeninas y masculinas la hacen muy especial.

La segunda que destacaré es "El Pecado de la Eternidad". Al principio no fue de las que más me sorprendieron, pero a fuerza de escuchas gana. Esta vez interpretan Tete Novoa, Leo Jiménez, José Broseta y Joaquín Padilla. Aparte ya del morbo que algunos ven (que yo ya no entiendo) de ver cantar a Tete y Leo juntos, las melodías vocales destacan mucho aquí, sobre todo en los estribillos finales. Sublime Joaquín llegando al nivel interpretativo de las estrellas consagradas que son sus compañeros aquí.

Mi favorita, una obra maestra, una función de teatro en sí misma, un musical de Broadway. Todos estos apelativos merece "Epitafio del Destino". Que gran sensación es cerrar los ojos e imaginar el montón de personajes que aparecen encima de las tablas acompañados de una orquesta. Participan Manuel Escudero (Sacramento), Alfred Romero (Dark Moor), Joaquín Padilla, José Broseta, Javier Luciá y Chus Herranz. Creo que es la canción más completa de la obra, esos coros en medio del estribillo diciendo “¡arrepentíos!” de Alfred me pone la piel de gallina.

Y por último destacar el final. El tándem que hacen "El Peso del Perdón" y "Descansa en Paz". En la primera de ellas, Leo Jiménez hace una interpretación espectacular. Me atrevería a decir que es el mejor Leo Jiménez desde aquel "Sentimientos" de Stravaganzza. Gran nivel de Chus Herranz también. "Descansa en Paz" nos cuenta la despedida que le dan a Poe prácticamente todos los personajes de la obra. Los últimos estribillos con todas las voces a la vez unidos al coro que acompaña a la obra es una rúbrica perfecta para el que para mí es el mejor disco del año hecho en este país.

Pues ahí queda el guante para todos los lectores y mi ánimo a que se atrevan a degustar una obra de tal calibre como este "Legado de una Tragedia III". Y ya que estamos con guantes y tras todo el trabajo que se realizó aquí… ¿Por qué no trasladarlo a un directo? Eso sí que sentaría un precedente en la historia del metal nacional.

Gracias Joaquín Padilla por tu bendita locura.







© Diario de un Metalhead 2016.