Por Simón García López.
Hace unos años António Carvalho me descubrió COLOSSO, grupo del
que a día de hoy es guitarra y que fue fundado como proyecto absolutamente personal
en 2011 por Max Tomé. Desde el primer momento se convirtieron en una referencia
musical para mí. Eran una mezcla entre la crudeza de Meshuggah, la rabia de
Hate eternal, y la oscuridad de Ulcerate y todo eso metido en el mismo saco
hacía de Colosso ya con su primer disco un grupo realmente especial. Un grupo
con una enorme proyección. “Obnoxious” no es más que la confirmación de que el
potencial de aquel monstruo ha explotado.
En Portugal hay un grupo de personas a día de hoy que están
revolucionando la música de su país, creo incluso que sin ser muy conscientes
de ello. Personas que simplemente dan rienda suelta a sus inquietudes musicales
sin mayor aspiración que ver cuál el resultado final de aquello que tienen en
mente. Personas de un nivel compositivo y creativo enorme que están dando una
relevancia espectacular a su escena, independientemente de que este miserable
mundo no tenga las agallas de mirar a la cara lo que allí ocurre. Grupos como
Dementia 13, Holocausto Canibal, Pinturas negras o los mismos Colosso entre
otros muchos. Ejemplos de un movimiento con una base de años que ha explotado
de manera definitiva. Grupos a medio camino entre la innovación algunos, y la
tradición más férrea otros, pero siempre con un distintivo de calidad
indiscutible en esto del metal, en general en su vertiente más extrema.
Colosso, tras su primer disco “Abrasive peace”, asentó una formación permanente con la que editaron dos EP´S y que terminó de completarse con la entrada de André Macedo a las voces en 2015. En ese mismo año entran en estudio para grabar el disco que nos ocupa.
“Obnoxious” es un disco mucho más compacto y maduro que su
antecesor, más profundo en lo experimental, más oscuro y vibrante,
absolutamente aplastante sónicamente, y de una pulcritud conceptual y técnica
poco común en grupos de metal extremo como el que ellos hacen. Su música ha
trascendido en cierta medida los estilos establecido, las etiquetas. Han
marcado un camino personal que los separa de sus influencias, que lógicamente
siguen estando presentes y que evolucionadas son las mismas que al principio
comentaba. En resumen, se han convertido en un grupo absolutamente bestial,
oscuro y refinado.
Antes de reseñar el disco en profundidad tres
reconocimientos. El primero va dirigido a Ricardo Oliveira quien ha conseguido
un sonido limpio pero demoledor al mismo tiempo para “Obnoxious”. El segundo es
para destacar el trabajo de André Macedo en su estreno como vocalista. Perfecta
la ejecución de los diferentes registros que utiliza, adaptándose a las
necesidades y dando un nuevo color y profundidad al concepto musical del grupo.
Y por último, reconocer mi admiración absoluta por
Marcelo Aires, quien hace un trabajo absolutamente perfecto a la batería. El
nivel estaba altísimo si recordamos que en el primer disco las baterías habían
sido grabadas por un genio universal del instrumento como es Dirk Verbeuren,
pero Marcelo está a la altura de su predecesor. Es otro genio sin límites y no
debería de tardar mucho en posicionarse como una referencia a nivel mundial de
su instrumento. No exagero. Recordad mis palabras. El tiempo me dará la razón
si todo sigue su curso lógico.
“Obnoxious” está compuesto por 9 temas más un remix final de
“In memoriam”, canción que en su versión “normal” marca la tendencia general
del disco y contiene las claves compositivas que Colosso desarrollará en la
algo más de media hora que dura el disco.
En general, en “Obnoxious” nos vamos a encontrar con una
buena cantidad de riffs machacones y de premeditada simpleza acompañados dobles
bombos demoledores o de las diferentes técnicas de Blast que Marcelo utiliza,
alcanzando cotas de extrema brutalidad en cortes como “The unrepentant” y sobre
todo “To purify”, los dos temas más intensos y veloces; disonancias y tiempos
que escapan de lo cotidiano como en “Sentience”; balances más atmosféricos llenos
de una profunda y melancólica oscuridad que se consiguen a través de samplers,
recursos vocales melódicos y efectos de guitarra, donde logran que se detenga
el mundo como en los inicios de “Of hollow judgements”, “Soaring waters” o la
instrumental “Seven space collisions”, creando pasajes oníricos de gran belleza;
y por último aumentos de intensidad compositiva volviendo a explotar en forma
de riffs pesados y brutales como en la parte intermedia de “In memoriam”.
Estas claves nos las encontramos en mayor o menor medida en
todo el disco, desarrolladas con un gusto exquisito y sin perder de vista el
sentido unitario, la totalidad, que en “Obnoxious” es la clave para entender y
disfrutar plenamente de este trabajo. El disco es un conjunto cerrado, sin
cortes entre canciones, pensado y estructurado para ser escuchado como una
única pieza y que han tenido la delicadeza de dividir en canciones para darnos la
referencia de dónde nos encontramos en cada momento si así lo necesitamos.
Cierra el disco “A noxious reflection”, un tema monumental
que cuenta con un estupendo videoclip realizado por Guilherme Henriques, un
joven realizador que en nuestro país ya ha trabajado con bandas extremas de
primer nivel como Wormed o Noctem.
Colosso sigue siendo una banda con una enorme proyección,
pero ahora cuentan con un disco realmente maduro, una obra aplastante de
calidad indiscutible.
Es uno de los discos del año. Yo de ser tú no lo dejaría
pasar y por supuesto, no perdería ni un solo segundo en escucharlo.