Por Larry Runner.
Corrían los tiempos de aquellos Avalanch empecinados en acabar con los poetas que tanto me gustaban. Tras una dura semana de trabajo en aquel Viveiro pre-Resu me encontré con que el sábado había concierto de los asturianos al ladito, en Foz. Así que nos quedamos un día más por tierras gallegas para ir al concierto. Jamás lo olvidaré. Aquel día descubrí a una de las mejores bandas que ha parido este país y por supuesto también a una de las bandas más infravaloradas del metal patrio.
TALESIEN fue el grupo que descubrí aquella fantástica noche en tierras gallegas. Eran la banda telonera de Avalanch y recuerdo pensar en que eran un grupo "guiri" hasta que tras concluir su segunda canción, su vocalista se dirigió al público con aquel acento gallego. Aún así, no siendo extranjeros, volví fan, por supuesto, y no sé si para siempre, pero al menos sí hasta estos momentos.
Ha pasado más de una década de aquello y TALESIEN no ha sido capaz nunca de recoger fruto a su trabajo, de ser recompensados como realmente merecen. No han sacado un disco malo, pero jamás nadie ha apostado por ellos, como ocurre con otras muchas bandas de este país. Quizás ellos tengan parte de culpa, quizás tendrían que haberse movido más. Probablemente.
Es cierto que también han tenido momentos difíciles que no han ayudado. Cambios en la formación, huidas inesperadas y tiempos de abandono. Todo ello junto y vivir en una de las esquinas del país, ha servido para que sigan donde estaban por entonces más o menos. Cuando han intentado salir de su tierra, no siempre lo han hecho con garantías, y han tocado en garitos paupérrimos que han hecho que su directo se resintiese y no siempre diesen la imagen que debiesen. Más de una vez me ha llegado un “Talesien de pena” que yo siempre he querido disculpar porque bien que sé del potencial de los de los coruñeses. Aunque también yo les he visto en alguna noche negra con bastante disgusto. Lo dicho, por no tocar con garantías.
No han sacado un álbum malo, es más, son todos maravillosos, este “Talesien” también. Incluso aún más. Sí, han titulado el disco con el nombre del grupo. Quizá pueda parecer una incongruencia a estas alturas, pero cuando uno se para a escuchar las canciones, la letra de “Lazarus” y se detiene a echar un vistazo a la historia reciente del grupo, lo encuentra lógico.
Y es que el ciego vuelve a caminar. Tras una temporada envueltos en la oscuridad, sin saber de ellos, regresan con un disco resplandeciente, lleno de buenísima música, de partes instrumentales grandiosas, de buen gusto, de preciosas armonías y de canciones mayúsculas. Y es que “Talesien” es casi apoteósico.
No exagero, juro que no. “Lazarus” o “Incomprensión” me dan la razón. Con letras que bien pudieran ser autobiográficas sobre la banda, pero que también se las podría apropiar el oyente según su vida. Llegan al corazón de pleno.
Es increíble lo bien que suena todo, lo fuertes que son las guitarras sin perder en ningún momento el sentido o la melodía. Es sencillamente alucinante cómo parece estar cada cosa en su sitio, la forma en la que llevan las composiciones a un nivel inalcanzable para muchos de los grupos del país. Cómo saben trabajar los teclados para que sean protagonistas cuando deben y pasen a un segundo plano cuando el guitarrazo es necesario, o cómo las cuerdas y las teclas juegan al mismo nivel cuando toca.
Sonidos de piano, teclado y órgano cubren todos y cada uno de los huecos que pudieran quedar despejados en algún momento, optando por el papel protagonista en algunos tiempos sin que por ello el sonido se ablandara absurdamente.
El virtuosismo y los fantásticos solos -escucha “Alma Encadenada” y verás- se mezclan de forma magistral con las partes más melódicas y accesibles para componer auténticas canciones, que no temas o cortes. Sí, CAN-CIO-NES. Composiciones a un nivel tan alto, y elaboradas con tan buen gusto que me atrevo a decir que TALESIEN no tienen que envidiar a mcuahs de las bandas extranjeras que triunfan a día de hoy en sellos grandes. No son peores que Secret Sphere o que DGM, y están por encima de muchas de las referencias que nos llegan de importantes compañías extranjeras. Su mezcla de progresivo con heavy y power metal está a un nivel que pocos alcanzan en este país, logrando además sonar con personalidad propia, algo que desde luego escasea totalmente en la escena patria y la principal razón por la que no nos hacen ni puto caso fuera.
Sobre todo ese trabajo de quitarse el sombrero, entra la melancólica voz del mejor cantante de Galicia y uno de los mejores de Iberia. Felicidades Don Javier García (este apellido es glorioso en el metal español). Está usted sencillamente perfecto. Mejor imposible, y a diferencia de muchos otros grandes vocalistas del país, con personalidad propia, sin falta de querer parecerse a Leo Jiménez o José Andrea como la inmensa mayoría de cantantes de aquí. Mi más sincera reverencia.
Lo han vuelto a hacer, han mejorado el trabajo anterior. Sublime y uno de los discos del año sin duda alguna. Falta que en vivo lo rubriquen, que bien que pueden. Quizás sea el momento de hacer un esfuerzo aún mayor y viajar con un técnico que sepa de qué van, y no ir a tocar teniendo uno sentado a la mesa “que controla” y que al final los hace parecer todo lo contrario a lo que son, una gran banda.
