jueves, 10 de noviembre de 2016

SALIÓ BIEN. 05.11.2016. Oviedo. WOLF FEST. Crónica y fotos.


Por Larry Runner.

Una vez más, la gana de crear escena venció. La iniciativa de un chaval de apenas 20 años salió adelante. Una vez más se demostró que puede más quien quiere que quien puede.

Hacía tiempo que Javier Castaño me hizo llegar su idea en La Calleja, una noche de concierto en la que coincidimos en la barra. Me comentó sus pretensiones y me pidió ayuda para la promo. Evidentemente, le abrimos la puerta como hacemos con todos aquellos que vienen a picar.

Con el tiempo fue dando forma a su idea de festival y anunciando bandas. No quiso tirar la casa por la ventana y completó el cartel con cinco grupos locales, porque Pandemia es un grupo de Cantabria, pero en realidad son como de aquí. Rober hasta sabe poner acento asturiano.

Soundcrush

Llegó el día y la Sir Laurens no presentó un mal aspecto. A pesar del día de perros y de que la sala es muy grande se logró ambiente, y eso que no es fácil en una sala tan grande. Los horarios funcionaron bastante razonablemente (al final de la noche se acumuló media hora de retraso) y todos los grupos contaron con público.

Abrieron SOUNDCRUSH, nueva banda originaria de Nava con un EP de tres temas en su haber que puedes escuchar en su bandcamp. Están empezando a rodarse con su groove metal pesado. Para el poco tiempo que se supone que llevan, no lo hacen nada mal. Quizás les falten aún canciones, temas que de verdad te atrapen y que cuando terminen su actuación se te queden en la mollera. De momento no pinta nada mal. Al final lograron levantar un poco el ánimo tirando de cover del “Cowboys from Hell”. Desde aquí les agradecemos que nos dieran las gracias por sonar un par de días antes en el programa. 

Rorshack

RORSHACK eran los siguientes. Era mi segunda oportunidad de verles. La anterior había sido en la ahora abandonada La Calleja. Contaron con algo más de público que SOUNDCRUSH y también lograron un poco más de respuesta entre los allí estábamos. La noche se iba calentando lentamente, alcanzando buena temperatura.

Son una banda que impresiona. Sobre las tablas tienen una pinta de chungos increíble. Reparten cera y parecen un grupo de malos con los que no te quisieras encontrar por la noche. Sí, tienen mucha actitud que combina bien con su sonido pesado entre el groove y el death. Dirigidos por un Florentino que parece casi tan loco como su bajista Nacho, machacan tus oídos a base de contundencia con unas guitarras bien trabajadas y contando con un par de cortes que te atrapan. “Cree en ti” es uno de ellos y bien pudieran tomárselo de ejemplo, pillar confianza y seguir dándole, porque suenan bien. Quizás les falten aún algunos temas que de verdad hagan que su repertorio quede redondo, pero al menos el citado corte, la fantástica, sencilla y productiva “Diamantes de Sangre” y un tema nuevo que presentaron al final y del que no tengo anotado el título salvaron un show que a buen seguro mejorará con el paso del tiempo. Y es que desde la primera vez a esta segunda, la mejoría ha sido considerable. Ganas de disco.

Rorshack

HATE IN VEINS. No tengo claro de donde les viene la etiqueta de hardcore, si se la pusieron ellos mismos o si se la colgó alguien, el caso es que una vez más, tuve la sensación de que quedarse sólo con ella es un error. Tuvieron problemas técnicos y vieron interrumpido el show un par de veces, pero aún así dejaron un buen sabor de boca. Y es que suenan muy bien y tienen lo que aún no poseen las dos bandas que les precedieron: hits.

Hate in Veins

Sí, porque su debut “Far From Reality” es una auténtica colección de canciones que se te quedan en la mente, que tarareas, que te dan ganas de repetir. A mi me tienen ganado, y es que Héctor Gutiérrez, su vocalista, sin duda alguna le da esa imagen hardcore de la que hablábamos, pero luego la música está más que metalizada, plagada de solos y eso hace que fácilmente pueda gustar a los más metaleros. Han dado con la tecla para mezclar ambos estilos sonando bien y canciones como “Don’t Sell Your Soul”, “Die Killing” o “Crazy Humanity” gustan a cualquiera. Se lió por fin en el pit. Despertamos y  “Broken” fue un colofón a una buena actuación a pesar de todos los problemas.

Hate in Veins

Sonó bien, como durante toda la noche. Y es que aunque el volumen fue probablemente el mismo que el día de Joe Lynn Turner (no hizo falta poner tapones), al haber menos gente la percepción era de más alto volumen.

BLAST OPEN casi nos dejan sordos con la intro, que sonó a toda pastilla. A partir de ahí llegó la mejor actuación de la noche. Que me perdonen el resto de bandas, pero los de la cuenca del Caudal sonaron muy gordos. Me encantaron. Les he visto muchas veces y creo que esta fue la segunda que más me gustaron. Sólo la de la semifinal de la Metal Battle podría superar a lo mostrado en este Wolf Fest de Oviedo

Blast Open

Y es que sonaron estupendamente y cuentan con un repertorio que en 45’ no tiene que envidiar al de ninguna banda. Apenas tienen un par de ep’s, pero en ellos no hay ni un tema flojo, contando además con un par de singles descomunales. No te lo puedes pasar mal cuando suenan “Blinded” o la más actual “The Roots of Evil”; cuando “Sniper” consigue gustarte más que en el disco; cuando tarareas “Coming for Us” puño en alto. Si tienen el día son impresionantes. Esta vez lo fueron.

Blast Open

PANDEMIA. A los cántabros les tocó bailar con la más fea. Cerrar tras BLAST OPEN no les vino bien. A Rober le costó Dios y ayuda mover a la gente, aunque lo logró, vaya que sí. El cansancio hacía mella en los asistentes que se quedaron hasta el final. De todas formas ellos a lo suyo, a darlo todo, a divertir y divertirse.

Pandemia

Quién los vio y quién los ve. Impresionante la evolución del cuarteto, con momentos en directo realmente fantásticos y dignos de elogio. Lo bien que me sonó “Death Expectancy”, atronando. Lo genial de la siguiente “Suicide Squad”. Sonaron gruesos, como una banda que crece de bolo en bolo. “Eat My Guts”, la del video, también hizo reaccionar. En ningún momento se rindieron, dieron lo mejor de sí mismos y me gustaron más que nunca. Y eso que tuvieron que pelear con un público que ya parecía agonizar. Grandes.

Pandemia

Cuando ya se terminaba la noche, crucé un par de palabras con Javi -así le llamo desde que un par de días antes se vino a la emisora- . “¿Qué tal Javi?” Su respuesta fue: “salió bien”. No hizo falta más.

© Diario de un Metalhead 2016.

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