viernes, 4 de noviembre de 2016

GLENN HUGHES: Resonate (2016 - Frontiers Music) UK.


Por Larry Runner.

Vuelve la voz, el cantante de los cantantes, el cantante blanco favorito de Steve Wonder y regresa con caña. ¡Ya era hora! ¡A tomar por culo el funk! Bueno, del todo no, no nos dejemos llevar por la euforia inicial. Aunque bien es verdad de que ya era hora de que nos aportara energía de verdad. Si le vamos a ver en vivo y nos toca temas nuevos, no nos dormiremos.

“Heavy” se titula la primera de las canciones de este disco. Toda un declaración de intenciones del hombre más cambiante de la historia del rock. Desde 1970 con Trapeze hasta ahora no ha parado y buenos recuerdos que tenemos de aquel Deep Purple’s MK III inolvidable. Desde aquellos clásicos, pasando por la era con J.L Turner hasta Black Country Communion, todo es calidad y su nuevo disco no podía ser menos. Tras aquel tranquilito “F.U.N.K.”, GLEN HUGHES regresa cargado de energía, de riffs enérgicos en un álbum de producción exquisita firmada por el mismo y su guitarrista Søren Andersen. Donde bien es verdad hay dos partes distintas. Una primera hasta el track 6 y otra que va del 7 al final.

“My Town” es la primera exhibición del álbum. Cañera, pesada y con un estribillo sensacional. Todo un hit en el que la voz llega a unos niveles sublimes. “Flow” suena a 90’s, pero cantada como nunca nadie cantó en toda esa década. Riff pesado que bien podría ir firmado por Tom Morello, todo ello aliñado con unos teclados a lo Jon Lord que aporta el teclista Lachy Doley.


Tras años dedicando su voz al hard rock, soul, y funk, es inevitable que si bien ahora en este “Resonate” le haya dado por la primera opción, no deje de haber escarceos puntuales con los otros estilos que han llenado su vida. “Let It Shine” es así de ambigua, con un Søren Andersen que en el solo se parece aún más a Morello que en “Flow”.

Los temas se asientan sobre un buen colchón de teclados a lo Jon Lord. Sobre esos cimientos de las teclas las canciones empiezan a crecer, con mucho de 90’s y de 70’s entremezclado, casi creando un nuevo estilo, fusionando dos décadas muy distintas. Todo ello va decorado con las guitarras de Andersen que hace un trabajo impecable. La voz de Glenn Hughes corona los temas, que crecen y crecen con la continua exhibición vocal del cantante, el que mejor se conserva de su generación.

En “When I Fall” se sale del guión, recuerda más a tiempos pasados, es tranquila a ritmo de soul y viene a ser el tema prescindible del disco. Justo detrás viene “Landmines” donde nos vamos al funk que tanto le gusta. El riff de “Stumble & Go” me recuerda a Tom Petty. Cierra “Long Time Ago”, donde casi llega a estar a la altura de la primera parte del álbum, pero no llega.

En definitiva, un álbum bastante bueno, con una primera parte gloriosa y otra más de experimentación en el sonido, desviándose de la primera, menos hard rock y más de otros estilos. 

Ojito, pronto volveremos a saber de él. BLACK COUNTRY COMMUNION está volviendo.

La banda:
Glenn Hughes: All Vocals, Bass Guitar, Acoustic Guitar
Søren Andersen: Guitars
Pontus Enborg: Drums & Percussion
Lachy Doley: Keyboards
Chad Smith: Drums on “Heavy” & “Long Time Gone”

PRODUCED BY: Glenn Hughes & Søren Andersen






© Diario de un Metalhead 2016.

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