Por Larry Runner.
Lleva unas horas rodando por la red el rumor sobre una reunión de Helloween con motivo de la celebración del 30º Aniversario del “Keeper of the Seven Keys Pt.1”. Evidentemente, “la noticia” ha volado por perfiles y blogs, con algunas almas realmente ilusionadas.
No seré yo el cafre que diga que no a la reunión, siempre y cuando el precio no sea muy elevado. De mano, Helloween debe seguir como si tal cosa pasada la conmemoración. Hay músicos implicados que se han dejado el culo y su vida por esta banda durante años como para ahora darles una patada y dejarles fuera. Porque es importante una cuestión, ¿a quién beneficiaría una reunión? Evidentemente hay un par de personajes que se verían realmente beneficiados con todo esto.
El primero, el que más, el que fuera cantante de SupaRed: Michael Kiske. ¿Os acordais de SupaRed? ¿No os suena? ¿Se os ha olvidado o sois tan jóvenes que no tenéis ni idea de que estoy hablando? SupaRed fue un grupete de Pop Rock que según Metal Archives, que mi memoria no llega a tanto, existió entre 2002 y 2004.
Con aquella banda Kiske visitó España y fue entrevistado en diversos medios. Entre toda la revolución que se montó, recuerdo una brillante entrevista que por entonces le hizo Rafa Basa. La recuerdo porque es imposible que se me olvide. Nunca viví tamaña decepción de uno de mis “héroes”. En aquella noche maldita escuché en boca del alemán una y otra vez cómo renegaba del heavy metal, y cómo presumía de haber salido de ello y poder dedicarse como músico que era a otras labores, a otros estilo. Él era un músico, no un heavy metal kid.
Evidentemente SupaRed duró un suspiro, y aunque el señorito volvió al redil, para mí, desde entonces su credibilidad fue cero. Y tras aquello, aunque algunos buenos amigos han intentado relanzarle de una y mil formas participando en proyectos como Place Vendome, Unisonic, Avantasia, etc, nunca ha sido lo mismo. Por tanto, Kiske sería el primero de los beneficiados a costa de una banda de la que no ha querido saber nada desde el siglo pasado e incluso ha renegado. Como canta Barón Rojo “tratan de volver los desertores del rock”.
El segundo gran beneficiado sería Kai Hansen. De un tiempo a esta parte, Gamma Ray ha ido descendiendo en repercusión. En los festivales, cuando coinciden, figura siempre por debajo o muy por debajo de Helloween. Él toca en el tercer escenario y aquellos en el primero. Él toca a media tarde y aquellos en horario “Prime Time”. Han girado juntos un par de veces y Helloween siempre han sido la auténtica estrella del cartel en los tours. La prueba definitiva es que a día de hoy, sus Gamma Ray, a pesar de la gran cantidad de buenos discos y canciones con las que cuenta, siguen cerrando con temas de Helloween, algo que otros nunca hacen. Por citar un ejemplo cercano, WarCry no toca temas de Avalanch desde hace más de 10 años.
Kai Hansen lo intenta una y otra vez. Quiere llegar al nivel de su antigua banda y para ello se ha metido en mil y una historias, acompañado muchas veces de su amigo Kiske. El último invento Hansen & Friends, un proyecto que he podido ver en vivo y del que guardo un imborrable recuerdo: fue para llorar. Porque da igual que tengas haciendo coros a una tía buena o que quieras recolectar para tu causa a gente más jóven a base de experimentos con guitarristas saltarines. Eso no va a funcionar nunca al mismo nivel.
Sí, Hansen y Kiske son los grandes beneficiados de la movida, y es lógico que vayan a ser los impulsores de la reunión, si es que hay algún fundamento en el rumor extendido por los mentideros de internet. No me parece mal que vuelvan para un tour y se saquen unos buenos euros con ello, viendo cómo les van las cosas. Que Helloween haga lo que quiera, que está en su derecho, pero ni por asomo quiero ver a Sascha fuera. Sea como fuere, a Deris no lo va a echar ni Dios, de eso podéis estar seguro. Es más, seguro que con esto va a ganar un buen dinero trabajando menos.
Al tiempo.
© Diario de un Metalhead 2016.
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