domingo, 30 de octubre de 2016

METAL Y UNA BECA EN EL C.A.R. 29.10.2016. Oviedo. TEKSUO + HYDE ABBEY. Crónica y fotos.



Por Larry Runner.

Era una noche complicada y lo sabíamos. Probablemente uno de los fines de semana más fastidiados para intentar atraer público de todo el año. Pero, la verdad, es difícil querer hacer nada, por no decir imposible, sin coincidir con mil historias. En Asturias hay más ganas de hacer cosas que público. Siempre hay donde escoger y el público se tiene que repartir. Y lógicamente así ocurrió el pasado sábado 29 en Oviedo.

Hide Abbey

TEKSUO y HYDE ABBEY se presentaban en la Sala La Salvaje, que al parecer por fin haber cambiado el chip y desde hace un tiempo a esta parte ya programa también metal. En el Metro, también en Oviedo, Radioactive Monkeys tocaban a la misma hora. En Avilés, Blast Open encabezaban el Malecón Metal Fest con otras tres bandas acompañando. Sin duda el “vencedor” del fin de semana fue El Raposu Rock que se celebraba en Sir Laurens, aunque, eso sí, alejado de sonidos metaleros.

Tuvimos que escoger y elegimos TEKSUO + HYDE ABBEY. Había varias razones. La primera, la comodidad. A veinte minutos de casa. La segunda, hacía justo un año que TEKSUO había presentado su “A New Way To Bleed” en nuestro programa de radio y el punto de nostalgia era un plus. La tercera, HYDE ABBEY venían presentando “The Devil Spokesman”, un enorme disco que dudo mucho que puedan repetir (ésta es para ver si se pican y lo mejoran en el próximo), y que tenía muchas ganas de sentir en vivo, pues tiene auténticos temazos.

Hide Abbey

Hubo poco público. Quizás fuese un mal día por tanta coincidencia, pero, quizás más bien sea que el metalcore en Asturias no ha pegado tan fuerte como en otras partes. Puede que eso tenga también que ver.

Llegué quince minutos más tarde de la hora señalada como apertura de puertas y aún nos dijeron que faltaban al menos otros 10 minutos. Así que me fui a tomar una cerveza y regresé para las diez. Entonces ya estaban los cinco cafres catalanes dando estopa. Odio los retrasos, sé de gente que pasa de ir a estos bolos por la poca seriedad en los horarios y no les quito razón. 

Al final, a pesar de haber llegado temprano, me perdí buena parte de la actuación de HYDE ABBEY, tiene tela. Pocos presentes y brazos volando en las primeras filas. Tocó agacharse para intentar hacer unas fotos no fuera que una mano voladora te soplara una hostia. De verdad, los amantes del core, os tenéis que mirar esto. Hace más de 20 años iba a conciertos de hardcore y esas mierdas no existían.

Constan de Teksuo

HYDE ABBEY sonaron bien, muy bien. Excelentes de volumen, sin falta de tapones ni historias, y lo suficientemente nítidos para disfrutar de cortes que necesitan de esa limpieza como “Bake Kujira”, todo un hit que disfruté ya desde la parte trasera con tranquilidad. Honestamente, creo que en su palo son de lo mejor del país. Si lograsen sonar siempre así, sería genial. La vez anterior en Gijón me parecieron más ruidosos y no me gustaron tanto. Si no suenan bien, su música se convierte en una puta pelota de ruido sin sentido. En Oviedo los pudimos disfrutar y ... son geniales. Que vengan desde tan lejos y que muchos se lo hayan perdido ...

TEKSUO no tuvieron ni más ni menos gente que sus predecesores. Allí no se movió nadie. Comienzan con “ANWTB” enlatada, pero enseguida entran ellos y se "desenlata". Algún sampler utilizan, pero o bien estaban más bajos que otras veces o ahora tiran menos de ellos. El caso es que esta vez me sonaron más naturales.

Ni un solo veterano en la sala, todo gente joven con ganas de divertirse y de cantar, porque los temas de TEKSUO se pueden cantar, y así ocurrió. Los estribillos que se fabrica Diego dan pie a ello, y quieras que no, las melodías se te quedan y las letras, si le das vueltas al disco como se debe hacer con los buenos álbumes, se te acaban grabando en la mente también. Está claro que los que acudimos a verles teníamos su último disco bien trillado. Sonaron para mi gusto demasiado altos de volumen, me tuve que acabar colocando los tapones, lo cual siempre me corta un poco el rollo.

Christian de Teksuo

Destacaría de la actuación a dos personajes, sobre todo al primero. Christian, guitarra solista, es el alma del sonido de la banda. Me encanta este tío, su forma de tocar, lo elegante que es, como se mueve por el mástil, como le da sentido a la música, sin estridencias absurdas, con un refinado buen gusto que te pone en el aire cuando desprende las melodías de temazos como “The Hands of War”. Ya no está tan estático como en el pasado, pero tampoco se pasa en alardes. Sobresaliente. El segundo elemento que me gustaría destacar es a Diego, el vocalista. Sin ser su mejor noche ni de lejos, me hace disfrutar de lo lindo. Si el metal fuera como el deporte, estoy seguro de que a Diego le daban una beca y lo metían en un C.A.R. (Centro de Alto Rendimiento) de esos. Allí dentro, a producir, a esforzarse y a sacar lo mejor de sí mismo para irse luego a las Olimpiadas del Metal a arrasar el puto medallero. Increíble como cambia la voz de registro del gruñido a la limpia para hacernos cantar todos y cada uno de los estribillos.

Rafa de Teksuo

Y es que fueron sonando todas las necesarias. “Overcome”, “The Swarm”, “The Hands of War”, sí, nos hicieron cantar. Pero también la supieron mover en el pit. No hay más que ver la que se lió con “Buried”, circle of death incluido. El final con “Fading Halo”, “Become the Monster” y “Diamonds”, excepcional. Sin ser el mejor concierto que yo les haya visto, ni de lejos, nos lo hicieron pasar bien. Espero que los que se lo perdieran, al menos estuvieran en otra sala disfrutando del directo de otros.

© Diario de un Metalhead 2016.

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