By Míchel Couz Fdez.
Sii! son ellos …. Después de dieciséis años vuelven con un disco como si no hayan pasado tantos años. Se dice pronto pero parece que tras escucharlo hemos retrocedido no sólo esa década y media, si no qué nos hemos transportado cuatro década atrás, hasta 1976, su época gloriosa.
Huelga decir, o no, que estos tipos son los mismos que han compuesto el archifamoso hit “Dust in the wind”, aunque de los maestros (Walsh, Steinhart, Livgren) ya estén ausentes. En su lugar ha llegado gente joven que mantienen la esencia con frescura. En este último aspecto destaca la voz de Ronnie Platt que se muestra inconmensurable durante todo el trabajo.
Diez cortes en los que podemos encontrar, como decía antes, la esencia del grupo. Hard rock- AOR- rock progresivo y sinfónico.
Un trabajo equilibrado con una selección de temas en clara alternancia, mezclando temas sosegados con otros con más brío. Como si de una etapa reina de una gran vuelta por etapa se tratase. Una gran etapa rompe-piernas con varios puertos de montaña de primera categoría entre los que incluiríamos los cortes más hardrockeros progresivos. "Visibility Zero" nos pone sobre la pista de los diferentes bellos pasajes que nos iremos encontrando a lo largo del recorrido. Primeramente "With this Heart" se muestra como la salida “neutralizada”. Un primer tema tranquilo y relajado incluso un tanto monótono tanto en su estructura como en su desarrollo. "Rhythm in the spirit" es el primer gran puerto de montaña, hard rock progresivo de su más época clásica. "The voyage of eight eighteen" (la pieza más extensa del álbum yéndose a unos pasados ocho minutos), "Camouflage", "Summer" y "Crowded Isolation" forman parte del bloque duro. Cuatro cañonazos que siguen devolviéndote a sus tiempos donde se hicieron un nombre. Todos los instrumentos confluyen entre sí obteniendo su importancia en distintos momentos. Riffs potentes, gruesos y contundentes (pega la oreja a ese citado anteriormente "Rhythm in the spirit") a cargo de la sólida pareja que forman Williams y Rizvi, para sí quisieran muchos grupos actuales. La voz de Platt que es capaz de no hacer añorar a Wlash, que ya es decir, la preciosa "The Unsual Heroes" da fe de ello. Una base rítmica de órdago, demoledora, escucha si no "Crowded Isolation" pura caña hard rockera. La pegada de P. Ehart es bestial a lo largo y ancho de todo el álbum, pero en este tema destaca sobremanera. Todo ello, mientras tanto el violín, como el piano te van envolviendo y acariciando en cada tema, ofreciendo un signo de elegancia supremo.
"Section 60" es la meta cuesta abajo. Un tema prácticamente de relleno.
Por el camino se ha quedado, pero no podía olvidarme de ella, la deliciosa "Refugee". Un tema acústico que evoca a sentarte a contemplar la mar en clama mientras reflexionas sobre la situación de los refugiados, que es para quienes va dedicado el tema. Mágica.
Es complicada la tarea de destacar el trabajo de alguno de sus miembros por encima de otro. Todos rayan a un gran nivel de interpretación aunque quizá la voz de Platt sea lo más significativo. Sustituir a un vocalista es siempre lo más complicado, pero si además es una voz con un timbre tan particular como Walsh, aumenta la dificultad. Aunque en este caso Platt la supera sobradamente con gran maestría.
Resumiendo, un magnifico disco cuando poco se podía esperar de la veterana banda y más aún tras tantos años de inactividad.
Si bien es lícito mantener la esencia –faltaría más- debemos afirmar antagónicamente todo lo expresado anteriormente es la involución que sufre el grupo. Tras tantos años de inacción no se observa ningún atisbo de progresión musical pese a que tan sólo quedan dos componentes clásicos, Williams y Ehart.
Un disco para disfrutar.
