By Diego Rodríguez Liébanas.
En 1993, tras escuchar una Demo, Steve Vai reclutó a
un jovencísimo DEVIN TOWNSEND como cantante para grabar y posteriormente
presentar en directo por todo el mundo el disco Sex & Religion.
Townsend no
tardó en volar por su cuenta para encontrar la mejor manera de expresar su
rabia y sus pulsiones más oscuras a través de Strapping Young Lad, grupo que, con
su primera publicación, "Heavy As Really Heavy Thing", se convirtió en un
referente en el mundillo Death Metal. La bipolaridad de Townsend, diagnosticada
por aquella época y superada en la actualidad, tuvo su contrapartida más
positiva y luminosa bajo los nombres Devin Townsend Band, Devin Townsend a
secas o la más reciente DEVIN TOWNSEND PROJECT, denominación con la que nos
presenta este "Transcendence". Durante una década convivieron esas dos maneras
musicales de expresarse como Yin Yang a modo de proyección de la dicotómica
personalidad del artista hasta que en 2007, poco después de ser padre, Townsend,
a la vez que abandona el consumo de alcohol y marihuana, decide dar carpetazo a
su lado musical más oscuro dando finiquito a Strapping Young Lad.
Como buen culo inquieto, aprovechó los períodos que no
estaba ocupado en grabar material propio para trabajar con gente de la talla de
Lamb Of God, Paradise Lost, Stuck Mojo, Ayreon, Gwar, Soilwork, Gojira, Ihsahn
o Rammstein, ya sea como cantante, guitarrista o como productor. Para este
trabajo, como en anteriores ocasiones, Townsend toma también las riendas de la
producción, en la que se siguen apreciando esos sonidos saturados tan
característicos a modo de muro de sonido.
Y qué decir sobre la interpretación vocal que no sea que estamos ante un
intérprete con un nivel fuera de categoría que domina a la perfección varios
rangos, tonalidades y texturas… Espectacular en todos los sentidos, la voz se
convierte en uno de los elementos destacados del disco.
Uno de los grandes valores de Transcendence es que desde
el primer momento sabes que es un disco de Devin Townsend. El canadiense
consigue impregnar cada pasaje con su personal forma de entender el Metal
Progresivo. Esos aspectos progresivos, notorios cuantitativa y
cualitativamente, aparecen y desaparecen de forma natural, sin forzar. El
protagonismo de los temas recae sobre unos riffs relativamente sencillos, efectivos
y sosegados que conforman un álbum tranquilo y frío pero sin dejar de ser
sensible, “sencillo” pero con mucha profundidad. Es importante tener en cuenta
también las líneas vocales utilizadas en los estribillos ya que tienen una gran
carga melódica que contrasta con lo rocoso de otros momentos. Estos dos elementos
le dan consistencia a cada uno de los cortes y sobre ellos se levanta una
construcción musical nutrida pero que no llega a ser espesa. También debemos
tener en cuenta que no ha habido una intención especial de complicarse la vida con
la estructura de las canciones aunque esto no quita para que haya muchos
aspectos a los que prestar atención ya que nos podemos encontrar con partes acústicas,
bases rítmicas sutiles pero palpables, sintetizadores y teclados a cargo de
Mike St. Jean, sampleos (como el de la canción "Last Look" de los Old Lady
Drivers al final de "Stormbending"), partes
orquestales con instrumentos de viento o cuerda a cargo de Niels Bye Neilsen, pasajes
ambientales en esa onda New Age que tanto gusta a Devin para los que cuenta con
la ayuda de Mattias Eklund, coros operísticos grandilocuentes, voces femeninas
deliciosas y delicadas por de Anneke Van Giersbergen, Che Aimee Dorval y
Katrina Natale…
"Transcendence" no es exactamente un álbum conceptual
pero sí funciona como un todo tanto en lo musical como en lo temático, lo cual
es curioso y meritorio, ya que conviven con total naturalidad temas que ya
tenía escritos el autor desde hace casi veinte años como la inicial "Truth", con otros de reciente cosecha;
canciones que han formado parte de las elegidas a última hora, como la rápida y
sencilla como "Offer Your Light", con
otras en las que se nota un trabajo tremendo a todo nivel como "Higher", que, a modo de piedra angular,
es el tema más variado, complicado y largo mostrando momentos muy melódicos y
suaves que conviven con los
pasajes más agresivos y oscuros de todo el disco. Cabe destacar además un hecho
insólito como es la colaboración, por primera vez, de los demás miembros de la
banda, el batería Ryan Van Poederooyen, el guitarrista Dave Young, el bajista
Brian Waddell y el ya citado Neilsen, para la composición lírica y musical de "Failure" con resultado sobresaliente. Las
guitarras rítmicas predominan constantemente sobre las solistas pero hay
algunos solos como el que aparece en la propia "Failure" de una delicadeza e inspiración destacables.
A pesar de la dureza de ciertos pasajes, la rudeza de
los riffs y la potencia e intensidad de muchos momentos, se trata, salvo
excepciones, de un trabajo que te llena de energía positiva lo que concuerda
con el mensaje que se extrae de las canciones que te invita a superar tus
miedos, a conocerte a ti mismo, aceptar tus virtudes y tus defectos y lograr
ponerte en disposición de amar y ser amado como así lo expresa el verso “All we´re offering is a chance to be loved”
con el que termina "Stormbending". El
propio Townsend comenta que estuvo persuadido de finalizar el disco de forma
irónica y sarcástica estropeando ese ambiente fresco y positivo pero que al
final decidió no degradarlo y concluir con una versión de "Transdermal Celebration", canción del grupo estadounidense Ween, que funciona perfectamente para rematar
la obra. Grandísimo trabajo de Devin Townsend y compañía. Hacer fluir con
sencillez los diferentes pasajes cuando en realidad hay un entramado musical
considerable es un gustazo y tiene mucho mérito. Según se suceden las escuchas
el oyente descubre nuevas capas y detalles en los que antes no había caído. Con
tanta gente empeñada en lo contrario, definitivamente, es una gran virtud hacer
parecer fácil lo difícil.
© Diario de un Metalhead 2016.
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