martes, 20 de septiembre de 2016

PUERTO DE VEGA CAPITAL DEL ROCK ESTATAL. 27.08.2016. UNIROCK. Crónica y fotos.


Texto: Larry Runner.
Fotos: Juan Tomé Nestal (Hamlet y Killus) & Larry Runner.

Enormes eran las ganas que teníamos de ir al UNIROCK. Nunca hasta ahora habíamos podido acudir a esta gran fiesta del rock, pues siempre se celebraba en el mes de septiembre y nos pillaba fuera de Asturias. Este año el cambio de fechas jugó a nuestro favor y gracias a la invitación del compañero Simón y de la encantadora Elena nos plantamos en Puerto de Vega ya bien temprano.



Llegamos antes de que comenzase la Sesión Vermú, marcada para la 1 de la tarde. El sol apretaba y la cerveza entraba sola y a velocidad de vértigo mientras disfrutábamos de Matiné. La orquesta, que cuenta con Borja de Legacy of Brutality en sus filas, amenizó la mañana a base de clásicos del rock, pero también de otros temas enseña de la música española a los que dieron su toque personal. Y es que no sabéis hasta que punto puede ganar un tema de Raphael con Borja haciendo de las suyas.

Aprovechamos la mañana para comprar algo de merchan oficial del festival -recuerdos que añadir al vaso del festival- y renovar nuestro carnet de socio de la Asociación Unirock un año más. Es increíble lo mucho que se puede hacer con tan poco. Probablemente los 10€ mejor gastados en música de todo el año. La jornada pintaba bien, el tiempo acompañaba, algo que en Asturias es noticia.


A las 17:30 estaba señalado el comienzo del corre calles del Tributo al Rock. Así que viendo el ritmo de cervezas que llevábamos, buscamos un lugar donde comer sentados y recuperar para no acabar demasiado perjudicados. Hay que ver lo que pega el bebercio por la mañana ...

Para el que no haya podido acudir nunca, explicaremos en qué consiste el Tributo al Rock del Unirock. Es en realidad el acto más importante que se celebra durante la jornada, lo que hace del Unirock algo especial y distinto a todo lo que te vayas a encontrar en cualquier otra parte. Ignoro si existe algo igual en España o fuera de ella. El caso es que la organización prepara un escenario ambulante sobre un pequeño camión y con él se cruza el pueblo desde la parte alta hasta llegar al mar, parando a lo largo del recorrido en varios puntos estratégicos. Es en esos puntos donde se monta la fiesta, se tocan entre 4 o 5 temas, con una enorme variedad de estilos por medio. En cada canción, los músicos van cambiando, y de un tema al siguiente puede que descubras otra formación totalmente distinta o en algunos casos,  que veas a algún músico cambiar de instrumento o tocar con uno que no sea el suyo habitual, dando lugar a imágenes probablemente irrepetibles. A ese Tributo al Rock se apuntan músicos de Puerto de Vega y alrededores, pero también gente llegada de otros puntos de Asturias, lo cual no es tarea sencilla, pues siempre tiene que haber unos ensayos mínimos. De ahí que la estupenda jam session tenga más valor aún si cabe.


El recorrido tiene seis paradas, cada una bautizada con el nombre de un músico fallecido. La fiesta comenzó en el Camping El Ancla, y desde allí bajó en dirección al puerto, donde tuvo lugar la parada final y donde quedó enclavado el escenario móvil que serviría finalmente para amenizar las esperas entre bandas del festival nocturno, que este año mostraba un cartel también muy variado, formado por Hamlet, Killus, Mala Reputación y Remakers.


Así que durante toda la tarde fuimos tras el escenario en una ruta que no es muy larga, pero que se convierte en agotadora, pues sin que te des cuenta dura tres horas y media, un tiempo que normalmente permaneces en pie para no perder detalle y cantar junto a los más de 70 músicos. Así que estuvimos frente al camión en todos los puntos de música, que este año fueron: Lemmy, Bon Scott, Cobain, Dio, Elvis Presley y Freddy Mercury. Disfrutamos de canciones de los anteriormente citados músicos, pero también de otras muchas a lo largo de la tarde, pasando por varias décadas. Desde Stone Temple Pilots a Fight;  desde Nirvana a Iron Maiden;  en un fiestón como nunca antes habíamos visto con músicos procedentes de bandas de muy distintos estilos e incluso con algún crío dando la talla rodeado de mayores. Un evento único que sirve de hermanamiento y que hace que a medida que transcurre el recorrido vayas encontrándote con gente diferente, charlando, intercambiando opiniones o rememorando conciertos al escuchar tal o cual canción. Algo totalmente recomendable para el que sienta de verdad el rock en sus venas.


Tras la parada ante la Lonja, el camión corrió a situarse a su parada en el puerto, pero antes había una última sorpresa, un escenario situado en una balconada de la plaza donde está situada el Mesón el Centro, a escasos metros de la casa donde falleció el insigne ilustrado Jovellanos. La plaza se quedó pequeña para los más de 2000 asistentes al festival y algunos nos quedamos en las calles adyacentes sin poder siquiera acceder a ella y sintiendo la música en la distancia. Como veis, el éxito del Unirock fue mayúsculo.


Llegaba la noche y con ella, la traca final en el enorme escenario del puerto donde se había habilitado una carpa y en el que el servicio de bar -al que había que acceder utilizando la moneda del festival- fue todo un lujo, y es que encontrabas músicos hasta poniéndote copas. El amor por el rock y por la música en general alcanza en Puerto de Vega un nivel inimaginable en cualquier otra localidad del país.

Sinceramente, creo que con lo de la tarde ya había bastante y que al fin y al cabo lo especial del Unirock es eso. Lo de la noche es lo mismo de todas partes, un festival con un buen puñado de bandas en el que te lo puedes pasar mejor o peor de acuerdo a tus gustos. Lo de la tarde, no, lo de la tarde es realmente especial y único.


La noche la abrieron Remakers, grupo de Ribadeo  -localidad gallega en la frontera con Asturias- que según me contaron se habían ganado el pasaporte tras vencer en el concurso de versiones celebrado unos meses antes en el Teatro de Puerto de Vega y organizado también por Unirock. Su visión del rock estuvo lejos de lo que son nuestros gustos y los contenidos de esta web. No lo hacían nada mal, se les vieron tablas, pero ... no es lo nuestro, ya sabéis. Lo mismo pasó con Mala Reputación, cuyo rock kalimotxero es de lo mejor de este país sin duda alguna, aunque desgraciadamente no está encontrando todo el apoyo que merecen de los medios que cubren su estilo.


Tras la actuación de la banda asturiana, se celebró un pequeño acto de homenaje por parte de Unirock a los locales Legacy of Brutality por su triunfo en la W:O:A Metal Battle y su participación en Wacken representando al Metal local, asturiano y español. La organización nos había pedido unas semanas atrás nuestra colaboración y discreción. Evidentemente no nos pudimos negar. Así que en compañía de Jose Carlos, presidente de Unirock y de Estefanía García, compañera de W:O:A Metal Battle Spain salimos al escenario para sorprender a los Legacy que subieron a recoger el mural que Unirock les regaló, pues fue un acto preparado con total secretismo. El gentío mirando hizo que no acertase ni a abrir el folio en el que había preparado unas palabras y pasé a improvisar. La banda agradeció el apoyo, pero una vez más dio una muestra de su sencillez y de su grandeza como personas, no queriendo restar protagonismo a la organización y al festival. Tras el homenaje, llegaba la hora de HAMLET.


Pueden caerte mejor o peor, puede que te parezca que proyectan una imagen altanera. Quizás no te caigan simpáticos, pero al fin y al cabo no tienen porqué. Eso sí, te digo que en las distancias cortas ganan. Sobre el escenario pocos están a su altura en este país. Son un ejemplo de personalidad, de entereza, de saber estar y cuentan con una ventaja con respecto a muchos otros, su frontman. Molly es uno de los mejores del país en su puesto. Mientras otros, tras muchos años de carrera, no saben aún presentar decentemente sus canciones, él parece siempre saber qué tecla hay que tocar, qué hay que decir y cómo decirlo. Habla sobre el escenario, no es ninguna plañidera de redes sociales. HAMLET pasa de esas mierdas, suben al escenario y lo rompen. A estas alturas de gira, han conseguido que las canciones de su último La Ira, suenen a clásicos. Se mezclan con los temas de antaño y con ellas ofrecen un repertorio al alcance de muy pocos. No salen a hacer amigos, salen a aniquilar, nada de prisioneros. Consiguen que la audiencia se acabe entregando, que la líe en el pit sin falta de pedirlo  y se nota que llevan la palabra metal grabada a fuego bajo su piel, aunque a algunos no les guste. Imposible estarse quieto, botar o darse algún empujón. No sé cómo, pero siempre acabo en la primera fila. Una vez más y van ... ¡qué bien que he perdido la cuenta!, estuvieron enormes. Y eso que el sonido no fue el mejor. Impresionantes desde el principio hasta el glorioso final con Irracional y Jodido Facha.


Algunos se fueron tras ver a HAMLET. Quizás el nombre de KILLUS aún no les dijera nada, no será porque desde aquí no hayamos intentado lo contrario. Simón los puso por las nubes en la review de su último Ultrazombies y sabemos bien que no exageraba. Pero donde realmente enganchan es en vivo. De Puerto de Vega estoy seguro de que salieron unos cuantos nuevos fans.

Tenían la espina clavada de su hasta ahora único paso por Asturias. En aquella ocasión, en la Acapulco de Gijón,  apenas pudieron tocar cuatro temas y muchos no llegamos para poder verlos. Esta vez no me los hubiese perdido por nada del mundo. Llegaron con dos guitarristas y la incorporación del segundo “seiscuerdas” dotó de más fuerza aún al show. A pesar de que todavía no han logrado colarse entre los grandes nombres del país, ofrecen uno de los mejores espectáculos que yo haya visto nunca a una banda estatal. Sobre las bases programadas van interpretando los temas uno tras otro sin apenas descanso ofreciendo el plus de su cuidada imagen. El nuevo look de esta gira de Ultrazombies es aún más impresionante que el de la anterior gira. Canciones como Feel the Monster, Satanachia o la mismísima Ultrazombies ya nos parecen clásicos a los que hace tiempo que les seguimos la pista. Con algo de atrezzo convirtieron el escenario del Unirock en un terrorífico cementerio, pero la actuación estuvo muy lejos de ser un funeral. Su imagen impacta, puedes quedarte idiota mirando a cualquiera de ellos mientras te pierdes el resto del show y no te aburres. Los muertos están muy vivos sobre el escenario y a la vez que van interpretando los temas al ritmo que marca el mariscal Supersixx al micro, se mueven sin descanso, destacando las poses del señor Ruk al bajo. Se ve que disfrutan en vivo y hacen disfrutar mucho a los de abajo. Sin duda alguna, bolazo. Espero poder verlos muchísimas más veces.


Al término del festival algunos se dirigieron al pub más cercano a continuar la fiesta, otros a intentar dormir al camping, unos cuantos se pusieron de regreso al volante y los más afortunados nos fuimos a dormir a casa de un amigo. Las caras de la gente lo decían todo. Enorme jornada. Inigualable fiesta. En Puerto de Vega, la brisa marina huele a rock. Ojalá nos podamos permitir el lujo de regresar.

© Diario de un Metalhead 2016.

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