By Larry Runner.
No, no vengo a hacer política, vengo a defender lo que creo que es mío, así lo siento y no me quiero quedar callado. Vengo a denunciar que nos quieren pisotear, y si disparo contra alguien en concreto es porque siento que viene a fastidiar por un electoralismo mal entendido o por algo mucho más repugnante: por lucro.
Desde hace días vienen dando por saco con el tema. Tras casi 40 años de conciertos en la Plaza de la Catedral de Oviedo, ahora, tras el cambio de gobierno en el municipio, todo son pegas para que se sigan celebrando.
De repente todo se ha vuelto peligroso y curiosamente, esas denuncias de peligrosidad vienen de una empresa de seguridad que parece ser que hasta ahora era la concesionaria de esa cuestión y que ahora ya no lo es. Mira tú que coincidencia. El Comercio lo cuenta aquí y aquí.
Les acusan de ser esbirros del PP y evidentemente lo niegan; pero mira por donde, que en cuestión de horas salen en la prensa los de ese partido con el mismo cuento (la noticia aquí) tras haber gobernado durante más de 30 años en Oviedo y estar durante todo ese tiempo celebrando conciertos en dicha plaza sin problema alguno.
Quizá sea que desde la oposición se preocupan más de los ciudadanos, cosa que hasta ahora durante esas más de tres décadas de gobierno y derroche no pareció importar demasiado. Si de verdad la Plaza de la Catedral es insegura para los ciudadanos hasta ahora no se habló nunca del tema, y mira que ha habido legislaturas por el medio.
Al final, saldremos perdiendo los de siempre, los de a pie. Será fácil que toda esta mierda acabe explotando y por pitos o por flautas al final los responsables actuales se acojonen por si acaso sucede algo y así evitar denuncias. Lo más probable es que nadie se quiera mojar el culo y al final nos quedemos sin los conciertos de la Catedral.
Cuando gobernaba el PP, todos los años contrataban a la folclórica marbellí estrella de Telecinco y no había problemas. Ahora que se apuesta por el rock -y en concreto por el heavy metal- nos vienen con esta basura.
Les podían dar bien por culo a todos con esta movida. Tras tantísimos años de hacer conciertos sin problemas que vengan ahora con estas miserias dice bien a las claras lo que son, lo poco que les importa la gente y lo mucho que les importan sus carteras.
¿Rock? Ellos son más de ritmos latinos. Menudos sinvergüenzas.
Pero bueno, no sé de qué me extraño, por dinero hasta crearon otro club de fútbol y quisieron desaparecer del mapa al equipo de la ciudad. Así que cualquier cosa se puede esperar de estos … ponles tú el adjetivo.
© Diario de un Metalhead 2016.
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