domingo, 21 de agosto de 2016

WACKEN 2016. 03.08.2016. Crónica y fotos. Parte 1/4.


Texto: Larry Runner y Diego Rodríguez.

Y por fin llegó el día. Todo un año esperando para volver a pisar el barro de la llamada “Holy Land” de Wacken, “el mejor festival del mundo” como diría Bruce Dickinson una vez más al día siguiente; afirmación que por supuesto saldría de la boca de muchos músicos más a lo largo de los cuatro días de festival.

Para el que esto escribe, era la visita número doce, todas de forma consecutiva y probablemente la que más ilusión me haya hecho de todas. Y es que eran muchos los factores a tener en cuenta para hacer de esta edición 2016 la más especial de todas.


Lo primero de todo y lo que por supuesto siempre llama más la atención, el cartel. Un billing plagado de nombres históricos y lleno de fines de ciclo, de cierres, de despedidas en algunos casos definitivas. Y es que, sinceramente, creo que habrá un antes y un después a este Wacken 2016. IRON MAIDEN eran las estrellas absolutas del cartel, pero otros nombres históricos iban a tener un papel fundamental en el devenir de una edición que colgó el sold-out en cuestión de unas horas. Wacken Open Air iba a despedir de forma definitiva y a modo de homenaje a dos figuras fundamentales en la historia de nuestra música: Lemmy Kilmister y Ronnie James Dio. TWISTED SISTER se despedirían para siempre de Wacken y los conciertos de WHITESNAKE y FOREIGNER también reflejaron la condición de adiós. Sí, muchos nombres históricos en el cartel, pero para contrarrestar, muchas bandas nuevas y algunos de los que en el futuro deberán ser referencias del estilo por la cuenta que nos trae. El metal extremo iba a estar representado de forma mayúscula con, atención, VADER, EINHERJER, TSJUDER, 1349, MARDUK, IMMOLATION, THE BLACK DALIAH MURDER y muchos más. Bandas atractivas y difíciles de ver en España como THE DEAD DAISIES o DIE KRUPPS. Y por último los asturianos LEGACY OF BRUTALITY en la final de la W:O:A Metal Battle tras un 2015 sin representación.

Una de las entradas.

Todo ello hacía presagiar un festival feliz, aunque las inclemencias metereológicas, una vez más, se encargaron de estropear la fiesta. No llovió mucho, aunque los cortos pero extremadamente intensos chaparrones caídos durante las jornadas de jueves, viernes y sábado, convirtieron el festival en un auténtico fangal sobre el que era muy difícil caminar y a veces incluso mantenerse firme. Los resbalones y posteriores besadas de suelo fueron la tónica preponderante durante todo el fin de semana. Vimos a mucha gente caerse de todas las formas posibles. Las botas de agua fueron el producto más vendido sin duda alguna. Esa circunstancia marcó toda nuestra estancia y nuestro comportamiento a lo largo de las tres jornadas principales. Caminar de un lado a otro era realmente agotador. Por poner un ejemplo, ir desde el Party Stage al Bullhead podía llevarte casi media hora de caminata por el barrizal. Hablando ya en tono estrictamente personal, el sábado tardamos una hora de reloj en llegar desde nuestro coche al Press Tent. Creedme, Wacken 2016 fue un auténtico rompepiernas y pobre del que padeciera de una fascitis plantar o una lesión similar como la del amigo Lago, que tuvo que abandonar el festival el viernes por los dolores.

Llegamos de miércoles y en menos que canta un gallo nos vimos en la cola de acreditaciones del festival. Allí nos plantamos Maitane, Diego y yo. Nos atendió una chica hablando en castellano y tuvo un bonito detalle a modo de regalo tras sumar una nueva pulsera a nuestra ya tuneada muñeca.

Sistema de pago en el Press Tent.

Antes de empezar a comernos bandas una tras otra, paso por el Press Tent a enterarnos de los horarios de ruedas de prensa, pillar la clave wifi -cuánto tienen que aprender en España aún- y pillar la VIP Card para poder realizar los pagos de forma electrónica en la zona de Prensa. Aprovechamos también para aligerar peso y dejar en consigna alguna ropa de abrigo, que en previsión de los cambios de temperatura, portábamos en una mochila visible a lo lejos por la cubierta fosforito de la que teníamos que hacer gala si queríamos poder pasearla por el recinto. Las medidas de seguridad crecieron considerablemente en virtud de los últimos atentados terroristas acaecidos en Alemania. Mismamente el cuerpo de la Metal Guard pasó este año de los 800 a los 1300 efectivos. Suerte que desde hace unos años para acceder al festival sólo hay que pasar un control, porque este año te hacían sacar absolutamente todo de las bolsas, bolsos personales bolsillos de chaleco y bolsos de los pantalones. Literalmente, buscaban armas y explosivos, según me contó el responsable de seguridad de los del polo rojo que estaba al mando el día de llegada. La verdad es que el control era minucioso, pero con un tono amable en todo momento y un poco como lamentando tener que realizarlo de forma tan lenta y exhaustiva.

Miles to Perdition

A las 11 de la mañana ya había dado comienzo la final de la W:O:A Metal Battle y desde esa hora nuestra amiga Emma no se perdía detalle de las actuaciones para luego poder evaluar el jueves por la noche lo que iba a acontecer durante el concurso. Nosotros llegamos para ver a MILES TO PERDITION, una banda de pelicortos haciendo death metal sin un ápice de calidad que representaba a Luxemburgo. Aburridos, lineales y olvidables. Lo de las cruces invertidas no sé qué pintaba. Turno detrás para MINDTAKER, representantes de Portugal. Thrash Metal con toques de crossover que no me disgustó para nada, aunque todavía les falta, pues si bien musicalmente estuvieron correctos, a nivel visual ofrecieron bien poco. Demasiado estáticos.

Mindtaker

Por fin salía a escena una banda que nos iba a gustar de verdad. Se abre el telón y aparecen TULKAS con sombreros mariachis, no en vano llegaban de México. Fue el único guiño a su cultura y duró apenas unos segundos, pues enseguida se deshicieron de ellos. Thrash Metal de la vieja escuela, de ese que no te deja parar,  con un vocalista sensacional llamado Javier Trapero aka “Trapos” que nos encandiló desde el primer momento desvelándose como un muy buen frontman. No dudó en bajarse del escenario para calentar a la parroquia, formada en las filas delanteras por un buen grupo de compatriotas y gentes llegadas de otros países de América Latina, tal y como podíamos ver reflejado por la presencia de las diferentes banderas.

Tulkas

AUDN llegaron detrás y aquí sí que percibimos aires de favorito. Los islandeses fascinaron con el sonido de moda de su país, eso que ellos han bautizado como Post Black Metal. ¿En qué consiste? Pues por resumir un poco y para que se me entienda bien, es black metal pero los ejecutantes en vez de aparecer con corpse paint y con todas las pintas que se le suponen al género, aparecen vestidos elegantemente. Si bien, el sonido no difiere demasiado al black metal tradicional, las pintas no tienen nada que ver. AUDN se plantaron incluso de traje y con modernos cortes de pelo. En el resto del mundo aún no se prodiga demasiado lo que ellos hacen. Me gustaron, me gustaron tanto que ni me acordé de sacar la cámara.

Vimoksha

Tras una gran banda, como para compensar, el petardo de la noche, los japoneses VIMOKSHA. Lo peor que he visto en mucho tiempo. No entendí nada de su propuesta y menos que su cantante desafinara continuamente. Horribles.

Y por fin llegó el momento de LEGACY OF BRUTALITY. Era la hora de disfrutar del premio para el que había trabajado todo un equipo, el de W:O:A METAL BATTLE SPAIN. Todos los esfuerzos, horas de dedicación hablando con salas, patrocinadores, compañeros de prensa, músicos, jurados, técnicos, etc, nos parecían poco al sentirnos protagonistas por un momento en el mejor festival de metal del mundo.


WACKEN OPEN AIR recibía a los nuestros en el  escenario de la izquierda de los dos que forman el Bullhead, el Wet Stage. Machines -habitual presentador de la inmensa carpa- hizo los honores acompañado de Jeff Waters de ANNIHILATOR padrino de la batalla. En la pantalla central lucía la bandera de España con el logo de la banda como sucede con todos los grupos que concursan. Tras el escenario, todo estaba preparado. El quinteto contó con dos pipas de lujo que entre bambalinas estuvieron pendientes de todo: Javi Cosmea, guitarrista de Thirteen Bled Promises y Estefanía García, vocalista de [In Mute] ganadores dos años antes y que pisaba las tablas visiblemente emocionada al rememorar lo vivido hacía dos veranos.

Legacy of Brutality. Foto cortesía de Andrés Abella.

El primero de los temas, Rebirth of the Ancient Cult, fue, para nuestro disgusto, una bola de sonido en la que no se distinguían las guitarras. El bajo de Gonzalo parecía querer llenarlo todo. Lógico por otra parte, pues las bandas del concurso salen sin probar, un chequeo de líneas y a rodar. Evidentemente no todo el concierto iba a ser así y para Under the Hammer Of Doom, la segunda de sus canciones, ya lográbamos distinguir los sonidos más agudos y limpios;  una vez localizada la guitarra de Borja, aquello tomó otro color. Emperor of a Dying Garden ya sonó a lujo, con un Simón luciéndose en las labores de frontman que para entonces ya había logrado contagiar a un Bullhead que presentaba un muy buen aspecto con calculo alrededor de 5000 personas en ese momento. Cerraron con Beyond the Walls of The Colosseum con una audiencia entregada en cuerpo y alma a ellos y que les despidió con una sonora ovación cuernos en alto. Por un momento, nos sentimos triunfadores. Fue increíble.

Lástima que gran parte de la colonia asturiana se encontrase aún volando rumbo a Alemania en ese momento por la poca seriedad de Iberia. Entre ellos nuestro fotógrafo Sergio Blanco. Allí sólo estábamos los que habíamos viajado con compañías extranjeras. Una pena enorme que jamás tendrá compensación.

Set list: 1. Rebirth of the Ancient Cult , 2. Under the Hammer of Doom, 3. Emperor of a Dying Garden 4. Beyond the Walls of the Colosseum.

¿Te ha parecido poco lo que contamos sobre LEGACY OF BRUTALITY? Pincha entonces aquí y accederás a una crónica mucho más extensa y con muchas más y mejores fotos.

Legacy of Brutality

Tras la euforia disfrutada con los nuestros, pasamos al Headbangers Stage a ver a los húngaros DYSTOPIA que con su mezcla de prog y groove no me gustaron tampoco. A su término escapamos a reponer fuerzas mientras HENRY ROLLINS hacía uso de la palabra una vez más con su célebre “Spoken Word”. La charla fue tan larga que aún llegamos para ver un trozo. Menuda labia tiene el tío, tres cuartos de hora hablando sin parar.

Henry Rollins

BLIKSEM eran los siguientes en nuestro running order. Una banda que se etiqueta simplemente como metal y que navega entre el thrash, el groove, el stoner e incluso el doom con a veces algo de psicodelia en plan Alice in Chains. Una extraña mezcla con vocalista femenina al frente que no logró atraparme. Y es que cada uno parecía ir por su parte, como el habitual chiste del Jazz que corre por el facebook: “que cada uno toque lo que quiera y que la negra cante”. Pues aquí igual pero sin negra, era blanca, con el pelo rojo y eso sí, un buen vozarrón. De verdad que no conseguí entender su propuesta, aunque sus guitarristas me parecieron buenísimos. Está claro que era la hora de los experimentos en Wacken, con bandas que se salían de los sonidos habituales. Detrás actuaron PANZERBALLETT, que atraparon a unos e hicieron escapar a otros. Los de Munich con su etiquetado como "Progressive Funky Math Jazz Metal" creo que pintaban poco en el cartel, pero a esa hora no había ninguna otra opción musical de entretenimiento. Era eso o irte a ver tiendas, así que salieron beneficiados por ese factor. No cuestiono la calidad musical de la banda, simplemente opino que no hacen metal y que quizás no sean una banda apta para un festival que gira entorno al heavy metal. Diego os cuenta ahora cómo acabaríamos la noche.

Bliksem

La noche del miércoles tocaba a su fin con la actuación de PHIL CAMPBELL'S ALL STAR BAND. El show del guitarrista galés, acompañado de sus hijos Dane, Tyler y Todd, estuvo protagonizado por alguna de las canciones más míticas de Motörhead como Orgasmatron o Born To Raise Hell. Además de homenajear a Bowie con la interpretación de Heroes e interpretar temas de Black Sabbath, ZZ Top y Hawkwind, convirtieron el repleto WET Stage en una fiesta con la habitual pero imprescindible Ace Of Spades.

Así terminamos una primera y agotadora jornada. Cuando logramos acostarnos llevábamos más de 24 horas en pie y un doblete encima. No estaba mal para empezar. Quedaban unas 180 actuaciones por delante y estábamos rotos. Al menos no llovía. Nos fuimos felices a descansar.

continuará...

© Diario de un Metalhead 2016.

Más sobre WACKEN 2016 aquí.