domingo, 28 de agosto de 2016

TRICK OR TREAT: Rabbits' Hill Pt. 2 (2016- Frontiers) Italia.


By José A. Ruiz.

Nos llega desde Italia la segunda parte de la historia de la colina de los conejos. Rabbits' Hill Pt. 2, es el cuarto álbum de TRICK OR TREAT. Sinceramente es un grupo que hasta hace un par de años apenas manejaba. Los descubrí en un concierto abriendo para Sonata Arctica. Sí, me refiero al grupo en sí, obviamente a Alessandro Conti ya lo conocía de su andadura con Luca Turilli, pero a su banda no la controlaba. Grata fue la sorpresa cuando vi cómo se merendaba a Tony Kakko e incluso como se merendaba al reproductor que lanzaba la voz de Tony Kakko en el concierto, a ritmos de happy de power metal. Ese día se quedaron apuntados en mi agenda. Vamos al lío.

El disco comienza con velocidad. En realidad, fue escuchar el principio de Inle’ (The Black Rabbit of Death), la parte que me enganchó y me arrastró a escuchar el disco entero. Después de un tiempo sin muchas ganas de power metal tras varios desengaños, me tire a la piscina. Un gran estribillo, épico como pocos dentro del álbum nos muestra la gran versatilidad de Conti. Muy bien quedan los guturales, dándole un giro interesante tras la melodía.

Bajamos intensidad un poco con Together Again, acústicas de fondo para una canción con sonidos muy tradicionales. Un poco de tregua, que se rompe con las dos siguientes canciones. Cloudrider tiene esa rítmica feliz con el que nos deleitaban los Helloween de hace 25 años, es más, hay zonas en las que el tono de Conti se asemeja bastante al de Kiske. Buen tema si no los conoces para poder engancharte.


Efrafa es de mis favoritas. Empezando con unos teclados sinfónicos y un riff machacón da paso a una melodía acompañada de coros mezclando la gravedad de estos y los agudos del bueno de Alessandro. El estribillo es una maravilla, posiblemente el mejor del disco. Tiempo de balada, delicada y dulce. Como la voz de la primera invitada Sara Squadrani, de la banda Ancient Bards. No está mal. The Great Escape le vuelve a meter ritmo al álbum. Vuelve la epicidad en los coros que acompañan a la voz principal en el estribillo. Buena parte instrumental y fundido con la parte final de la canción.

No todo va a ser bueno, la siguiente en la lista They Must Die no me acaba de entrar. Mira que Ripper Owens fue en su día uno de mis cantantes favoritos, pero ni con esas. Lo intento una y otra vez, pero no. No sé si será el ritmo en general o la presencia demasiado desgarradora de Ripper, pero no soy capaz a engancharme a ella. Todo lo contrario que lo que me pasa con la última colaboración del disco, precisamente de Tony Kakko, de quien ya hablé antes. United entró a la primera y ahí se quedó el estribillo metido en la cabeza. Un estribillo muy en onda Sonata Arctica y power metal escandinavo. Aquí podemos ver también el repasillo que le mete el italiano en disco también. Espectacular la facilidad de Conti y lo que le cuesta a Kakko. Sera cuestión de edad o de talento, quien sabe.


El final es una maravilla, así se deberían acabar todos los conceptuales por ley. La primera parte, The Showdown es perfecta, como una montaña rusa tocando varios ritmos dentro del power. Diez minutos orgásmicos donde hay tiempo para melodía en el estribillo, velocidad en la zona instrumental, un rato de blues (sí, blues) que desemboca en una parte puente con la repetición del estribillo llena de coros y pasajes de doble bombo. Una auténtica maravilla. No se queda atrás tampoco Last Breath. Comienza tranquila para ir animándose poquito a poco hasta desbocarse vocalmente en la parte final. Aquí el señor Conti llega a unos registros agudos que hacía mucho tiempo que no oía en nadie. Una pasada como acaba instrumentalmente.

Pues bien, gran disco del que será (eso espero) referente europeo del metal italiano en un futuro inmediato. La base la tienen hecha y el apoyo de Frontiers Records también. Solo espero que el tiempo ponga a cada uno en su lugar, y el de TRICK OR TREAT, estoy seguro que estará en la zona noble del Power Metal europeo.







© Diario de un Metalhead 2016

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