By Larry Runner.
Desde Rockest Records me llega From Hell, el nuevo álbum de PATENTE DE CORSO, un grupo que tengo que reconocer que no conocía aún y eso que he consultado su web y ya van por el tercer disco.
La carrera de la banda va para los once años, sus rostros reflejan veteranía y se nota que musicalmente lo tienen bastante claro, aunque hay algunas cosas que me descuadran un poco. Vamos explicando por partes.
Musicalmente me parece un buen disco. Me recuerda a la primera época de Maiden, y ese sonido hace que me guste. El bajo suena con mucha fuerza y la música, melódica que no pegadiza tiene como mucho de la doncella en aquella primera época en la que la influencia de los Rush de 2112 quedaba latente. PATENTE DE CORSO tiene mucho de aquello, de los Maiden que mamaban de aquellos Rush de entonces, con lo cual si te gustaba aquello, esto probablemente te pueda gustar también.
Eso sí, olvídate de ritmos pegadizos, porque los madrileños le dan más vueltas, son más progresivos, mucho más que los de Harris, y los temas se alargan y alargan, subiendo el minutaje de los once cortes de From Hell hasta más de una hora, con sólo uno por debajo de los cuatro minutos y dos con más del doble de tiempo, pasando de los ocho. Parece como si se pusiesen a componer y nunca encontrasen el final. Por lo tanto, si eres de singles y de temas cortos, vete olvidándote, From Hell es un disco sesudo y para gente con paciencia.
Si bien en lo musical el grupo me ha gustado mucho, con un buen trabajo en las retorcidas guitarras y algún sólo guapo como en Miedo, tengo que decir que la voz de David Évora no me acaba de convencer en absoluto. Por momentos no me cuadran sus lineas vocales, en varios pasajes no las encuentro bien ligadas con la música y varía poco en los tonos y saliendo poco airoso cuando intenta algo un poco de lo normal. En la misma Miedo te darás cuenta. Es como si el cantante hubiese tenido poco que decir, como si le hubiesen marcado por donde tenía que ir cantando, sin poder marcarse el camino a seguir y le dictasen las pautas. Quizás me equivoque en la apreciación, pero a mí es la sensación que me transmite.
Decía al principio que había detalles que me descuadraban un poco. Pues sí, son una banda con letras en español, sin embargo el título del álbum va en inglés, no entiendo muy bien la razón. Por otra parte, la presentación del disco es de auténtico lujo, en un precioso digipack con el logo en relieve y un tacto un tanto especial, como imitando piel. En el interior un libreto de lujo con 28 páginas cargado de dibujos y de las letras, aunque curiosamente no se incluye ninguna foto de la banda.
No es un disco fácil, no es de los de entrar a la primera. Al final el progresivo vence al heavy metal y los temas son sesudos, por lo que te gustará si le das bien de vueltas. Si te permites el lujo de darle sólo una escucha por encima, difícilmente te enganchará.
© Diario de un Metalhead 2016.
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