By Larry Runner.
Conocí a BLACKRAIN hace un buen porrón de años. Mis amigos alicantinos de CAIN’S DINASTY acababan de publicar su Legacy of Blood en Francia y alguien apostó por allí para llevarlos de gira con los franceses. Aquel tour les llevó a cruzar toda Francia con éxitos y decepciones según la ciudad, pero a buen seguro que tanto unos como otros guardan buen recuerdo de todo aquello. Con el paso de los años ninguna de las dos formaciones ha tenido la suerte que por justicia debería haber merecido, aunque parece que para los franceses las cosas pueden empezar a cambiar. UDR publica Released, el sexto de los discos de BLACKRAIN, tras otros cuatro largos y el ep de 2008 Innocent Rosie.
Si buscas información sobre la banda o la has seguido desde sus comienzos, verás que han sido bastante cambiantes en el pasado, moviéndose entre el heavy metal y el heavy glam continuamente, trabajando, fusionando, casi cada estilo en un cincuenta por ciento. Sí, BLACKRAIN son una muy buena referencia para aquellos que amen tanto el heavy metal tradicional como el heavy glam, eso que despectivamente se ha dado en llamar en este siglo como hair metal.
Sus pintas les delatan, les encanta el look ochentero de la era de Poison, Mötley Crüe y compañía, pero evidentemente han mamado mucho del heavy metal europeo con el que han crecido y les ha rodeado y visitado constantemente. De ahí que en su música vaya todo ello reflejado, y este fantástico Released sea una mezcla perfecta.
Los temas son muy melódicos, casi comerciales, muy embriagados de musicalidad, pero sin renunciar en ningún momento a la dureza de lo que debe ser el heavy. Todo ello se refleja en temazos como Killing Me, Fade To Black, Run Tiger Run, For Your Love, Eat you Alive -cañera a tope-, Mind Control, la ochentera Puppet On A String que te lleva a Sunset Boulevard, y casi si me apuras hasta en la inicial Back In Town. Las podría citar todas, porque el disco es realmente impresionante, de cabo a rabo, incluso cuando se ponen en semiacústico como en Words Ain’t Enough. Guitarra, bajo y batería realizan un excelente trabajo que a veces se ve apoyado por el trabajo de sintetizadores que sirven como base dándole un aporte extra que sirve para iluminar aún más la melodía.
Sobre todo ello, se apoya la voz de Swan, que arropado por unos muy buenos coros en los estribillos y voces dobladas en casi todo momento, realiza un trabajo realmente sobresaliente. Sin estridencias, sin desgañitarse inútilmente, cantando cada cosa en su sitio, sin forzar y sin alardes estúpidos. Si te escuchas el disco, déjalo hasta el final, han incluido un track oculto y merece la pena. ¡Menuda cera!
Una gran banda que va siendo hora que sea por fin descubierta en España. Dentro de nada girarán por aquí. Por nosotros que no quede. Son realmente geniales.
