sábado, 7 de mayo de 2016

PRIMAL FEAR: Rulebreaker (2016- Frontiers Records) Alemania.


By Larry Runner.

Siempre han lucido a buen nivel, pero desde hace unos años sus discos vienen cargados de hits que les han hecho crecer en popularidad en todo el mundo, incluso en Estados Unidos. A día de hoy son una de las bandas de heavy metal más emblemáticas y les quedan muchos años por delante.

Y es que en estos tiempos en los que los dinosaurios del heavy metal o bien van desapareciendo o bien hacen el ridículo, no nos viene mal que bandas como PRIMAL FEAR intenten tomar el relevo generacional que por méritos propios les pertenece.

Rulebreaker quizás no sea el mejor álbum de PRIMAL FEAR, no lo sé. Me ha gustado tanto que no me puedo definir del todo, pues ha habido discos de años atrás que me han sacado lágrimas de emoción. Jaws of Death, Nuclear Fire, Seven Seals, 16.6 o Unbreakeable son trabajos que no deberían faltar en la estantería de cualquier amante del heavy metal y Rulebreaker, a nada que le des tres ó cuatro pasadas estará a su altura.

Sí, el disco que hace el número once entre los álbumes de estudio de los alemanes es un discazo de principio a fin. Once temas componen la edición normal, habiendo publicado una limitada con dos bonus tracks y un DVD extra donde se recogen los dos videos.


El ahora sexteto, con tres guitarristas en su line-up tras el regreso de Tom Naumann y la no salida de Magnus Karlsson -al menos así se presentan en el libreto del disco- presenta en este disco auténticos hits, canciones que no debieran faltar en su ya fantástico repertorio de directo. Un disco en el que vuelve a haber los temas rápidos que se esperan pero que se alternan con esos medios tiempos tan fantásticos que suelen ofrecernos y en los que tan cómodos se les ve. Francesco Jovino -excelente tipo para el que tuve el placer de trabajar como runner cuando estaba con U.D.O.- es el actual batería tras el breve paso de Aquiles Priester por la formación.

Angels of Mercy, canción de rápido ritmo comienza esta fantástica batalla sónica. Directa, sin miramientos, como una bofetada y una muy buena oportunidad para demostrar que Ralf Scheepers es uno de los mejores vocalistas de metal del universo. Llega detrás el primero de los hits, The End is Near. Tema para agitar cabeza y levantar puño en los directos mientras te agarras a la vaya para cantar el sencillo estribillo atrapador “do you wanna die? ahhhhhh, the end is near”. Brutal.


Bullets & Tears con ese riff a lo Judas Priest y esos coros se te meterá en la cabeza y ya no podrás escapar. La letra es corta y fácil para una vez más atraparte con un estupendo estribillo. Temazo como lo es también Rulebreaker, una canción 101% PRIMAL FEAR. Una vez más la melodía y la fácil letra te capturarán. “Hell on wheels” cantarás. Ni lo dudes. Fantástica.

In Metal We Trust es la quinta del disco. Directa, rápida y contundente, doble bombo, powermetalera hasta el infinito y más allá. Me encanta. Detrás viene la auténtica joya, We Walk Without Fear. Ayudada por orquestaciones y coros, se me antoja como la mejor de las canciones del disco. Pasa de los diez minutos y se me hace corta. La cajita de música y los coros al comienzo de la canción harán que te des cuenta de la épica que se avecina, con numerosos cambios y una melodía que la convierte en una de mis favoritas de la banda de todos los tiempos. Fabuloso el trabajo guitarrero con un Ralf Scheepers que demuestra su amplísimo registro. Sobresaliente a la par que emocionante.

At War with the World, acelera el ritmo y viene directa, con coros pegadizos que acabarás cantando sin duda una vez más. La lenta The Devil in Me recuerda a los mejores tiempos de Accept, si en vez de la fantástica voz de Ralf Scheepers apareciese la rota de Udo sería un tema muy Accept sin duda para cantar puño en alto también. Constant Heart nos regresa a la velocidad. Otra fantástica oda al power metal.


The Sky is Burning es un baladón potente, al estilo Fighting the Darkness. ¿Recuerdas? Sí, escribiendo baladas son también de lo mejor que pisa la tierra sin falta de caer moñas. Por si acaso alguien se venía abajo, llega detrás Raving Mad, un tema en el que Ralf Scheepers tiene que dar lo mejor de sí mismo, pues es casi tan exigente como Metal is Forever. Con ella se cierra el disco en su edición normal. Como digo la especial lleva un par de bonus, del cual, el segundo, Don’t Say You’ve Never Been Warned ya merece el pago de la diferencia. Temazo para cerrar un disco realmente sensacional.

Producido por el propio Matt Sinner -gracias por todo mister- y mezclado Jacob Hansen, el disco suena a gloria pura y tras la tercera escucha ya se había convertido en mi favorito de lo que va de 2016. Dioses. Seguiremos coleccionando águilas.








© Diario de un Metalhead 2016.

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