martes, 3 de mayo de 2016

APE SKULL: Fly Camel Fly (2015 - Heavy Psych Sounds) Italia.


By Diego Rodríguez Liébanas.

Después de unos años en los que la Psicodelia se apoderó del mundo del Rock se produjo un período muy interesante musicalmente hablando que sirvió como caldo de cultivo para que Led Zeppelin, Black Sabbath y otros abrieran definitivamente la vía del Hard Rock y del Heavy Metal conciliando esas reminiscencias psicodélicas con riffs más repetitivos y crudos procedentes del Blues. Es en esos años finales de la década de los 60 cuando bandas como Mountain, Steppenwolf, Ten Years After, The Jimi Hendrix Experience, Cream, Iron Butterfly o la primera formación de Deep Purple funcionaron como eslabón entre lo que había en ese momento y propuestas más duras que estaban por venir. Con este Fly Camel Fly, los italianos APE SKULL han querido recrear el sonido tan característico  de esa época.


La banda se forma en Roma a finales de la década pasada y sus integrantes son desde entonces Giulano Padroni, percusionista y cantante, Fulvio Cartacci, guitarrista, y Pierpaolo Pastorelli, bajista. Después de que sus integrantes abandonaran las bandas Victorians y Sciacalli, este power trio se junta sin mayor intención que interpretar canciones de grupos instalados en la onda definida anteriormente pero menos conocidos como Bloodrock, Mineral Water, Orange Peel, The Damnation Of Adam Blessing… Ya desde sus inicios, gracias a su experiencia, no les es complicado fraguarse una buena reputación como banda de directo pero no se conforman con eso y deciden pasar a componer e interpretar su propio material. Y así es como en 2013 publican Ape Skull, su primer álbum con el que consiguen la repercusión necesaria como para girar por su país, formar parte de festivales importantes como Totempsych Fest y realizar algunas fechas en Francia, Suiza y Austria.



Con esta trayectoria y un buen álbum en el mercado, el sello italiano Heavy Psych Sounds, relacionado con bandas como Karma To Burn y Mondo Generator, decide apostar por ellos. El productor del álbum y fundador de la discográfica, Gabriele Fiori, ha realizado un trabajo enfocado a conseguir un sonido acorde con las pretensiones de la banda por lo que la obra suena retro aunque sin exageraciones. Los nueve cortes han sido grabados de una tacada en una única sesión por lo que desprenden esa frescura y ese aroma a directo tan característicos.

La estructura de los temas es simple y no varía mucho de uno a otro por lo que se hace difícil que alguna canción destaque sobre otra. Un poco más de variedad en este sentido hubiera dotado al disco de una versatilidad que se echa en falta. Es la guitarra de Fulvio Cartacci, omnipresente, la protagonista a tiempo completo a través de un sinfín de riffs, fraseos y solos que dotan de un gran colorido a cada uno de los temas. El gusto del guitarrista por el wah-wah hace que nos acordemos de su máximo exponente, Jimi Hendrix, en cada uno de los cortes pero principalmente en Kids In The Kitchen y A Is For Ape. Pero no solamente nos acordamos del de Seattle sino que también hay momentos muy Rory Gallagher como ese elegante e intenso Fly Camel Fly o muy Leslie West, guitarrista de Mountain, en Tree Stomp.


Es curioso cómo la voz de Giuliano Padroni, en principio aséptica y sin una personalidad excesiva quizá debido a ser demasiado limpia, va ganando enteros con las escuchas convirtiéndose en un ingrediente realmente apreciable. En Early Morning o Kids In The Kitchen su timbre recuerda a Rod Evans, primer cantante de Deep Purple, mientras que en Looking Around adopta unas formas más heavies recordando por momentos a Sean Harris cantante original de Diamond Head. El señor Padroni, al estilo de otros grandes bateristas también vocalistas como Buddy Miles o Don Brewer, acomete también la percusión realizando un trabajo notable. Le acompaña en la sección rítmica Pierpaolo Pastorelli cuyo trabajo no reluce de forma más acusada debido a una producción que le deja, aunque perfectamente audible, en un discreto segundo plano.


APE SKULL nos invitan a introducirnos con este disco en la máquina del tiempo para viajar a 1969 a través de nueve temas que a buen seguro gustarán a aquellos que disfrutan del sonido que se estilaba en esa época y que a tanta gente ha enamorado en su momento y también posteriormente. 







© Diario de un Metalhead 2016.

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