By Diego Rodríguez Liébanas.
LUGNET es el nombre de la banda, del disco y de la zona
de procedencia de este quinteto sueco. Hacen un Hard Rock que combina melodía
con riffs pesados y repetitivos que muchas veces se adentran en terreno Heavy
Metal.
En su país han disfrutado de un plus de popularidad debido a que Christina Lindberg, actriz sueca y musa que inspiró a Tarantino para Kill Bill, ha protagonizado dos videoclips como It Ain´t Easy y, sobre todo, All The Way.
En su país han disfrutado de un plus de popularidad debido a que Christina Lindberg, actriz sueca y musa que inspiró a Tarantino para Kill Bill, ha protagonizado dos videoclips como It Ain´t Easy y, sobre todo, All The Way.
La banda planta su estandarte musical en terreno de
esa familia numerosa formada por Rainbow, Whitesnake, Black Sabbath y Ronnie
James Dio aunque no se pueden obviar otras influencias como las de Thin Lizzy o
UFO. Lugnet saltan reiteradamente a un lado y a otro de la frontera entre 70s y
80s buscando su propio espacio y, como marca la tradición musical de las bandas
nombradas, se mueven en ese círculo de melodía, potencia y dureza que acabó
siendo paso previo e influencia vital para la explosión de la NWOBHM a finales
de los 70.
La banda está capitaneada por un vocalista sólido,
potente y con recursos sobrados como es Roger Solander que tiene como
referencias a David Coverdale y a Ronnie Dio siendo el parecido en ocasiones
sorprendente. En el trabajo de guitarras se reparten labores solistas y
rítmicas Danne Jansson y Marcus Holten esenciales para ese pequeño pero
importante filón de suciedad combinado con solos más melódicos y unas twin
guitars muy molonas. La sección rítmica está formada por Lennart Zethzon al bajo,
miembro de los también interesantes Badge y por el ex Witchcraft Fredrik
Jansson a la batería.
Tremendo. Matrícula de Honor.
All The Way es un verdadero puñetazo en
toda la cara. Con esas rítmicas guarras y sencillas a toda ostia no te da
respiro y llegas al final pensando qué coño
ha pasado… y la vuelves a poner. Temazo. Todo lo que en Sails se pierde de inmediatez y frescura
con respecto a la anterior se gana en épica y potencia metiéndonos en terreno
Heavy Metal con una base rítmica ruda y juguetona a partes iguales. Continuamos
en plan duro y épico con Veins, un
tema que muy bien podría haber formado parte de los discos de Dio en Sabbath
por el riff principal a lo Iommi y la interpretación vocal. Después de tres
temas iniciales que no te dan respiro viene bien la elegancia y la armoniosa
pero intensa tranquilidad de Tears In The
Sky muy a lo Whitesnake en la que los teclados Hammond de Bruno Erminero aportan
un toque especial.
Llevamos cuatro temas y ya estaba tardando en decirlo…
¡Cómo suena el disco! Tremendo. Ha sido la propia banda la que ha realizado las
labores de producción contando para la mezcla con Lars Chriss (guitarrista de
Lion´s Share) y la masterización de Micke Lind. Resultado glorioso. Que un magnífico
tema como It Ain´t Easy, un
rock´n´roll muy en la onda Thin Lizzy, sea de lo que menos destaca en el disco
dice mucho en favor del nivel que nos gastamos. Gypsy Dice es otro temazo de altura. Con ella volvemos a darle peso
a las bases a través de un sonido espectacular del bajo de Mr. Zethzon que
destaca aquí por encima del resto gracias a una magnífica labor.
El riff machacón en plan crudo de otro temazo brutal
como es In The Still Of The Water no
puede dejar a nadie indiferente al igual que la deliciosa Into The Light uno de esos temas largos de diez minutos que combina
partes delicadas con otras más brutas y en la que algún momento me
recuerda al Child In Time de Deep Purple. Con ella se cierra una obra de
Matrícula de Honor que funciona casi siempre como una verdadera avalancha de
música cojonuda. Si te gusta el Hard Rock más intenso y el Heavy Metal con
sabor a 70s esta obra es imprescindible.
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