domingo, 6 de diciembre de 2015

Los premios no son importantes hasta que se ganan.


By Larry Runner.

Decía Fernando Tejero en su entrevista en el Chester de Cuatro, que había gente que decía que los premios no eran importantes y que dejaban de hablar así cuando recibían uno. Por tanto, la frase del título es suya y viene de ese encuentro televisivo. Pasa con todo, con el cine, con el teatro y por supuesto con la música. Valorar el arte es difícil, pero en este mundo cada vez más competitivo, es lo que toca y cada vez se destila aún más.

En el metal no hay muchos o al menos así a bote pronto yo no conozco demasiados. Los Metal Hammer Golden Gods británicos quizás sean de los de mayor relumbrón, pues además la gala que les rodea crece cada año en nombres y nivel de actuaciones. El año pasado nos invitaron, pero las invitaciones llegaron demasiado tarde (gracias Correos) y las tres butacas que teníamos que haber ocupado para disfrutar entre otros de Anthrax y Sabaton estuvieron vacías.

De todas formas, el éxito para un músico, sea del estilo que sea, viene de verdad reconocido cuando le dan un premio en general y no sólo a nivel de su rollo. No es lo mismo que ganar un Grammy que un Grammy latino, eso es evidente.

En Asturias a día de hoy sólo hay unos premios musicales que tengan en cuenta al rock, los premios AMAS (Anuario de la Música Asturiana). Los AMAS, nacieron entorno a un anuario que trata de recoger de forma resumida en unos casos y de forma detallada en otros, aquello que fue noticia musical en la región a lo largo del año. Son una idea de Alberto Toyos. No hay asturiano que no conozca la figura del gran Alberto Toyos, pero para los de fuera tenemos que decir que es el fundador del programa más longevo de rock en Asturias, el Derrame Rock, que lleva en antena más de 30 años y que desde hace casi 20 conduce Chalseto, que en su día fue la persona elegida para tomar el testigo. El nombre del programa incluso sirvió en su día para bautizar a uno de los festivales más antiguos del panorama estatal. Todo el mundo conoce el Festival Derrame Rock, y el que no, es que lleva muy poco tiempo en esto. 

Los Premios AMAS se entregan cada año en Oviedo, en una gala que tiene lugar en el Teatro Filarmónica y que cada año concentra a lo mejor del panorama musical asturiano. En unos casos premian la trayectoria de un artista y en otros la labor del año en concreto: mejor disco, canción, video, etc

Desde su nacimiento, hace diez años, siempre han sido causa de polémica y centro del chascarrillo en las redes sociales. En estos diez años no han parado de lloverles críticas. ¿Adivináis de quien? Exacto, de los que no ganaban.

No sólo los premios son vilipendiados, los concursos los son aún más y más habitualmente. ¿Quién no ha leído críticas a un concurso? Desde luego, por mi parte, no ha sido poca la basura leída en los últimos años sobre la W:O:A Metal Battle de la que formamos parte, sobre el Villa Bilbao y sobre otros muchos concursos que se celebran a nivel nacional. En Asturias tenemos el Oviedo Rock, y cada año hay alguien que vomita sapos y culebras sobre lo que allí sucede. Casi la totalidad de la basura escrita sobre el concurso que se celebra en la Capital de Asturias viene de bandas que no ganan y de su supuesto entorno, que es aún más rancio. Quizá a veces puedan no estar de acuerdo, o puede que tengan razón, pero no se paran a pensar que quedan en evidencia hablando mal de otros grupos. Las risas vienen tiempo después, cuando los mismos que critican el concurso por “estar amañado” y mil burradas más se vuelven a presentar, con otro nombre, otra formación distinta, etc, aunque no sean ni de Oviedo e incluso muestren su odio por la ciudad siendo maestros del cante del “puta Oviedo”.

Desde hace unos años, en 2015 se celebra la tercera edición, paralelos a los Premios AMAS, se celebra el concurso FestiAMAS. FestiAMAS nace con la idea de llevar la música a toda la región asturiana. En principio la organización selecciona a una serie de bandas para las semifinales y de ahí salen los finalistas que compiten por el galardón FestiAMAS. Cada semifinal se celebra en un punto distinto de Asturias y suele ser en lugares en los que no hay gran actividad musical, buscando con ello atraer el interés de la gente del lugar y alrededores. De cada una de ellas sale un finalista que luego ha de competir en una final que se celebra en Oviedo, en la Plaza de la Catedral durante las fiestas grandes de San Mateo. Una vez más, los maestros del rancio cante ya citado, perderán el culo por tocar en el corazón de la Capital. Las semifinales de FestiAMAS y la final son un excelente escaparate, pues son televisadas todas ellas por la TPA (Televisión pública del Principado de Asturias). De esta forma, aunque no ganes, al menos sales en la tele, con lo que ello supone, y además de quedarte con unos videos bien montados de tu directo por la cara, te ve casi toda Asturias y ello puede que te lleve a tocar en otros sitios gracias a contactos con ayuntamientos. Si ganas, te llevas un puñado de importantes premios.

Evidentemente tanto a FestiAMAS como a los galardones AMAS, les nacen detractores cada año. Los loosers dicen que “si no mamas, no ganas”, chiste barato de mal gusto. También se destila mucho el juego de palabras de “a más amigos más AMAS”, metiéndose con el método de votación de los premios. 

Entiendo que los premios puedan recibir críticas. Como todo. Todo es opinable, pues todo es mejorable también, pero los dos casos que cito, son simplemente por hacer daño, no por construir, y nacen de la frustración de ver que hay otros que ganan “y a mi ni me nominan con lo bueno que soy”. Lo curioso del caso es que muchos de los que echan mierda contra los premios o contra el concurso, luego un día aparecen en la lista de nominados, de semifinalistas o incluso ganan o actúan en la gala, y de repente parece que aquello que ayer era una mierda chanchullera donde la gente ganaba a dedo, ahora resulta que es un concurso interesante o son unos premios de puta madre. Eso sí que es patético e hipócrita. Es de arrastrado. Deja con el culo al aire al protagonista de la crítica y de la posterior alabanza, y a los que están inmersos en la organización, la oportunidad de decir “esta te la comes”.

Podéis alucinar de la cantidad de imbécil que ha echado mierda contra los premios para luego ir a lamerles el culo o llorar, literalmente, porque no gana. El que esto escribe tiene la inmensa suerte de conocer a mucha de la gente que trabaja en la organización de AMAS y FestiAMAS, y sabiendo el trabajo que desempeñan, siente a veces tristeza por cómo algunos llevan la crítica al insulto barato. Insulto que se realiza por la espalda, claro. Pero bueno, para ser grande hay que tener enemigos. Va todo unido. Nunca todos te van a querer, pues la envidia, el peor de los pecados capitales, el único que no da placer alguno, en España es religión, y en Asturias no vamos a ser excepción.

Lo más simpático es cuando algunos de estos “haters” de los premios, luego se presentan a FestiAMAS para concursar e incluso ganan alguna fase semifinal y presumen de ello. Si alguno de ellos lee estas líneas, que sabemos que lo hará, y nos tacha de mentirosos, que se ande con cuidado, tenemos pruebas. Las fotos de pantalla no mienten y les pueden dejar en el más absoluto ridículo y en una posición comprometida con AMAS y con FestiAMAS.

Así que cuidado con echar mierda sobre los concursos, los premios o lo que sea. Si lo haces, sé consecuente y no te acerques siquiera. Y no, no vengas con lo de “rectificar es de sabios”, porque en este caso rectificar es de arrastrados, que odian pero que tragan porque ni tienen dignidad ni son personas. Son perdedores y con su actitud, siempre lo serán. 

Suerte a los AMAS, a los FestiAMAS y a todos los premios. No son importantes ... hasta que se ganan. Y gracias a todos aquellos que mueven el culo por la música, para que siga existiendo por encima de modas, I.V.A. SGAE y gobiernos que quieren acabar con la cultura.

Y enhorabuena a los que ganan premios, a los Ofensivos, Zombie Dolls, Soldier, [In Mute], Trallery, Crisix, Vita Imana, etc. Al que le pique, que se compre el “afterbite".

© Diario de un Metalhead 2015.