viernes, 18 de diciembre de 2015

COMPRAR ENTRADAS, ¡QUÉ PUTA ODISEA!


By Antonio Valseca.

¿No os pasa que cuando se anuncia una gira de los grandes cada vez se vuelve más complicado poder hacerse con unas entradas? Y ya no hablemos de las ofertas de los bonos de los festivales.


¡Qué puta locura! AC/DC, Kiss, Iron Maiden, Metallica… cada vez que los cuatro de siempre anuncian fechas en la Península es la misma, la gente se vuelve loca y sus culos se cierran de tal manera que por ahí no entraría ni un piñón hasta que tienen en sus manos los tan deseados tickets.

El grupo saca disco: ¡me pongo nervioso! El grupo anuncia gira: ¡me pongo muy nervioso! El grupo anuncia las fechas en España: ¡me pongo muy muy nervioso! El grupo pone las entradas a la venta … ¡me vuelvo gilipollas! Y me incluyo. 

En el caso de los festivales la cosa puede incluso tener su lógica. Festival "Juniofest", "Juliofest" y "Agostofest" que según terminan sus ediciones anuncian las primeras bandas para el año siguiente que todos hemos visto una y mil veces y encima en Navidad, para joder un poquito más y hacer aún más puñetera la consiguiente cuesta de enero. Te sacan el abono a un precio irrepetible por tiempo limitado, tanto que a nadie le da tiempo a comprar dichos abonos, ¿serán una leyenda urbana? El caso es que cuando te ves con las entradas en la mano a quince días de Navidad y con 100, 150 o 200 euros menos en el bolsillo, porque siempre tragamos con lo que nos echen, te empiezas a preguntar ¡ostias, y yo que sé si voy a poder ir en julio a esto, ¿me van a dar los días libres?, ¿y cuánto me va a costar el viaje?, ¿y la estancia, y la comida, y la…? Y si acabas yendo vas con la sonrisa en la boca porque el que ha pillado la entrada a última hora se ha gastado 50 euros más que tú pero nunca sabrás que él vive en esa misma ciudad y al final el que ha jodido 200 pavos más a mayores has sido tú.

Pero lo de las entradas para las giras individuales es ya la repolla. Desde el momento en que se anuncia la fecha pasas a ser el pelele de la empresa de turno que trae a tu grupo favorito y dejas de dormir hasta el jodido día que salen a la venta las entradas. Y entonces empiezas a hacer gilipolleces como pasar la noche haciendo cola en la puerta de un centro comercial guarro para que cuando abran y llegue tu turno te digan que no quedan y salgas corriendo como un poseso a cualquier otro punto de venta a ver si llegas y hay suerte. Y si lo haces por Internet es aún peor, madrugas como no lo has hecho en tu puta vida para pegarte al ordenador y en el momento de comprar la web se cuelga y te dan mucho por el saco porque por muchas ostias que se lleve el teclado la página no responde y te toca salir corriendo junto con el que dormía en la puerta del centro comercial a ver si ambos llegáis a tiempo.  Y si llegas o si pillas por la web te entra la tontuna y “compro 10 entradas por si acaso y para mi amigo, y la novia, y la suegra y mi primo de Cuenca” y qué feliz eres con tus diez entradas en la mano para todos cuando tú solo eres uno, pero que se jodan los que se han quedado sin ellas, corre a colgar la foto en el Facebook. 
Luego resulta que cuando se acerca la fecha del concierto siguen a la venta, no se han agotado, a mi primo que compro 10 le sobran 9, te la vendo más barata que yo no puedo ir…

Pues hoy yo me he vuelto gilipollas, como otros cientos de miles. Entradas para Iron Maiden en Madrid, que como ya tengo la de Barcelona me parece poco y quiero Madrid también, y luego ya veremos si puedo ir también al Resu y a Lisboa que están más baratas. Como molo mucho tengo mi flamante carnet del club de fans que me permite acceder antes que el resto de la chusma a la web que nos va a atracar a todos por igual y entonces… ¡Me cago en su puta madre! Lo primero que te planteas es si ser del club en realidad a lo que te da derecho es a ser el primer imbécil al que apuntan con la pistola. Te enteras el primero de la ostia a mano abierta que nos van a dar. Te haces la picha un lío antes que el resto preguntándote si quieres pagar grada a un precio abusivo para verles desde a tomar por culo o en pista para no ver nada si te toca un ogro sudado delante. ¡Espera, que ‘ya semos europeos’ y han sacado una entrada VIP a cojón de mico con la que te dan un papelito a color muy bonito, una Pepsi y unos kikos por ver lo mismo que va a ver el resto. ¿Qué hago? Joder, que pasa el tiempo y no voy a tener la entrada antes que los demás. Venga comprar, comprar. ¿Qué?, ¿50€ de entrada + 25 de concepto VIP?, Y ahora me suman otros 10 de gastos de distribución, de distribución de qué cabrones si soy el único gilipollas en mi habitación que lleva media hora pegado al ordenador haciéndolo todo yo solo. Venga siguiente página. ¿Qué si quiero la entrada a color 5€ más?, ¿pero qué cojones…?,  ¿y si quiero que me la manden por correo 15€ más?, ¿pero eso no es distribuir la entrada y ya me lo habían cobrado antes?, y ahora me dice que si quiero un seguro para la entrada, ¿pero eso no es al comprar los billetes de Ryanair?, a ver si luego no me van a dejar meter más de un bulto…

Aaaaahhhh, por fin, ya tengo las entradas impresas en un folio guarro a calidad de mierda y pixeladas, qué feliz soy. ¿Habré hecho bien en coger grada?, ¿y si era mejor pista?, ¡ay la ostia! Y menos mal que he comprado para mis colegas, la novia y un tío que conocí el otro día porque luego llega el concierto y no las encuentras ni pa’ Dios. Ale, voy a colgar la foto en el facebook y voy a empezar a ahorrar para dar todo el dinero de mi cartera sin pensar en el merchandising por camisetas a 40€ que no cuestan ni 2€ fabricarlas…

¡¡¡Ayyyyyy, que dura la vida del Metalhead.

© Diario de un Metalhead 2015.

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