martes, 22 de diciembre de 2015

CHILDREN OF BODOM: I Worship Chaos (2015- Nuclear Blast) Finlandia.


By Larry Runner.

Con sus primeros discos conquistaron a todos. Significaron un golpe de aire fresco y parecían sin duda alguna una de las grandes promesas del metal de los próximos años. Lo tenían todo, un estilo personal, buenos discos -los cinco primeros son excepcionales- muy buenas canciones y una rockstar al frente con el suficiente carisma para aparecer en portadas y protagonizar posters centrales.



Sí, CHILDREN OF BODOM parecían una banda predestinada a hacer historia, a colocarse entre los escogidos para el relevo generacional que está a punto de suceder en nuestra música.

Todo eso se ha esfumado en el último lustro. Cada vez son más previsibles, las composiciones han bajado de calidad, se repiten más que el ajo, y aquel sonido fresco ha pasado a ser repetitivo y cansino.


Sí, alcanzaron un estilo propio, imitado por muchos sin acierto, pero a día de hoy no les queda nada de los CHILDREN OF BODOM del principio. Este I Worship Chaos es sin duda lo peor que han publicado hasta hoy y está a años luz de sus primeros discos.

no hay necesidad de sacar tantos discos
si no vas a estar a la altura

Que no aporte nada nuevo sería en cierto modo perdonable y hasta razonable. Si tienen un sonido que les diferencia y les da personalidad y que sobre todo, les funciona, no hay razón alguna para tocarlo sin les apetece. Pero en ese caso las canciones necesitan ser brillantes, como lo eran antaño, y las de este I Worship Chaos no lo son. Para nada. No hay ni un tema que de verdad merezca la pena. Quizá Morrigan , el single, puede tener algo de aquellos CHILDREN OF BODOM estrellas, pero ni de lejos se acerca a sus hits, sus maravillosos hits que tanto nos han hecho vibrar.


Quizás saquen los discos por inercia o puede que porque tengan un contrato que les obliga, no lo sé. Solo sé que no hay necesidad de sacar tantos discos si no vas a estar a la altura. Si hubiesen cambiado de sonido, tendrían disculpa, pero repitiéndose, y sabiendo hacerlo tan bien no hay perdón para un disco tan mediocre y con canciones que escuchas y te aportan menos que el sonido de la lluvia.

Previsible, mediocre y sobre todo, olvidable. A buen seguro que el siguiente será mejor. Hará falta muy poco.




© Diario de un Metalhead 2015.


+ Discos de NUCLEAR BLAST aquí.

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