Fuck the Police, un corte de poco más de un minuto abre este nuevo manual musical del desahogo. el décimo ya de ESCUELA DE ODIO. Un corte sin mucha historia típico del género y que coincide en estribillo con uno de los temas del último álbum de los tristemente desaparecidos Mercyless. Hay más compendios similares a lo largo de Sólo Nos queda Luchar. Control, de treinta y siete segundos es otro y casi al final del disco Puta Patronal va en la misma línea. De esta forma fuerzas del estado, gobernantes y patrones se llevan el "elogio". Si todo el disco fuese en esa línea, esta reseña no tendría que extenderse mucho más allá. Sería poca la historia que contar y el álbum tendría que haberse ido a la treintena de tracks para poder ser algo vendible y tomado en serio. Pero no es así, hay mucho más. Muchísimo.
Esos cortes que he citado simplemente son como un espejismo dentro del álbum que no va en esa línea y tras la inicial Fuck the Police aparece Puertas Cerradas, desde ya una de las mejores canciones que jamás haya parido la factoría ESCUELA DE ODIO. Una llamada a la esperanza, por muy malo que sea el presente, con un estribillo que no te cansarás de cantar y que al acabar de escuchar el álbum tendrás metido en tu cabeza. Pasados los días tendrás la melodía en el cerebro y sin que te des cuenta, irás tarareándola. Es grandiosa. Imposible de oir sólo una vez. Lo fácil es que acabe y le des al rewind porque los tres minutos y medio se te harán demasiado cortos. Musicalmente la banda da un salto bestial con la canción y a pesar de la letra, el tema sería radiable si en las radios de este país pincharan rock. Cosa que jamás sucederá, porque vamos para atrás y cada vez nos unen más cosas a los países mediocres que a UK, USA o los países del norte de Europa, que es de donde viene la cultura del rock. Yo hace tiempo que he tirado la toalla en ese aspecto, aquí siguen picando toros con lanzas cuando ya ni en Inglaterra cazan el zorro hace años.
No es la única de ese palo. Hay más. 1 de Mayo, con su utópica letra que habla de una revolución que no creo que vayamos a vivir jamás gracias al aborregamiento popular es otra canción enorme. Lleva un rollo muy Motörhead, muy heavy-punk, aunque la voz de Pirri hace que mantengan la personalidad hardcore.
su mejor álbum de largo
Otro tema que destacaría sin duda es Carne en la Alambrada, dedicado a la lucha desigual que tiene lugar a diario en las fronteras de las colonias españolas que España mantiene en el norte de África. El "miradas de odio, miradas de rencor" penetrará en tu cabeza y a buen seguro que en directo servirá para montar unos pogos brutalmente violentos. Puede llegar a ser tan mítico como el Asturies Arde. Gran tema con, una vez más, buen estribillo.
Esos son los tres cortes que más me han llamado la atención, pero no son ni mucho menos lo único bueno del disco. No Pasarán, el single de adelanto, lleva un palo muy metalero, con punteo incluido. Todo el disco se sustenta en una base musical muy thrash, incluso en los tracks más cortos como Control. Una esencia thrash que hace el disco muy recomendable para la gente del metal, y sobre todo para los amantes del sonido de la bay area, pues no suena a Metallica ni de lejos, pero sí que puedes encontrar ahí algo de rollo thrash bay area menos comercial y más oscuro, aquel que no llegó a ser tan famoso pero que tanto nos gusta. Escucha Miedo y Represión o Imparables y te darás cuenta de ello. Cera metalera, crossover para volverse loco.
Las letras como es habitual en todo disco de ESCUELA DE ODIO son una denuncia tras otra contra todas las miserias de la sociedad en la que nos ha tocado vivir. Una llamada a la lucha contra el régimen establecido y una buena forma de vomitar todas las mierdas que nos revuelven el estómago, dejando siempre una puerta abierta a la esperanza como en Imparables o en 1 de Mayo.
Canciones de lucha, y hermanamiento a ritmo de buena música, coreables y que en vivo nos volverán locos sin duda alguna. El mejor álbum de largo de ESCUELA DE ODIO. Cómpratelo. Si te lo descargas porque no andas bien de pasta ahora, pero te gusta, sé honesto y cómpratelo más adelante. Se han dejado la vida y el dinero que no tienen en esta grabación, que suena además de puta madre porque tras los botones ha estado Dani Sevillano con el que han grabado en los Estudios Distrito Federal, de donde han salido algunos de los mejores discos de la historia de la música asturiana.
Imprescindible.
© Diario de un Metalhead 2015.
