No se puede negar que desde 2012 hasta la actualidad
la gente de DEAD LORD ha sabido montárselo bien en eso de hacerse un nombre
dentro del mundillo de las bandas europeas de Hard Rock y lo han hecho a base
de trabajo duro tanto en directo como en el estudio. Los de Century Media han
debido pensar lo mismo ya que, después del prometedor primer álbum Goodbye
Repentance de los de Estocolmo, les
firman contrato para sacar adelante este Heads
Held High.
La devoción por Lynott les llevó a grabar ese primer
álbum en los Sun Studios de Dublín, más conocidos por trabajar con gente como
Rihanna, Eminem o The Black Eyed Peas que por su trayectoria en el Hard Rock o
el Metal. Para este Heads Held High repiten estudio y productor: Ola Erfsjord,
instalado en Irlanda desde hace unos años ha grabado, ha mezclado y masterizado
el disco y, además de acoger a la banda en su casa durante la semana que duró
la grabación, ha sido vital para conseguir que el disco suene directo, orgánico
y guitarrero como el grupo deseaba.
sin aderezos ni sobreactuaciones
Con respecto a las canciones y al estilo de la banda,
el guitarra y vocalista Hakim Krim comenta en algunas entrevistas sobre las
comparaciones con Thin Lizzy que no hay intención alguna de copiar a Lynott and
Cía., pero es indudable que se han pasado muchas horas escuchándoles y la influencia
está ahí. Insiste en que el espectro de DEAD LORD es más amplio y que hay otros
artistas como Roky Erickson o Hellacopters que también deben ser tenidos en
cuenta. Yo veo además claras influencias de UFO, de los Blue Oyster Cult menos
oscuros o de AC/DC. Hay algunos ramalazos más garajeros y otros más NWOBHM pero
la esencia es el Hard Rock de la segunda mitad de los 70.
El cogollo del álbum está formado por temas
hardrockeros sencillos, directos y efectivos como Farewell, Mindless, No
Regrets o Don´t Give A Damn que
son piezas hardrockeras de libro en las que la banda huye de la suciedad, busca
la melodía y las armonías de guitarra. Luego tenemos una gran Ruins que me hace pensar
irremediablemente en Kevin Heybourne y sus Angel Witch. Otra destacada es Strained Fools, sencilla pero con mucho
nervio, energía, plagada de twin guitars y con un bajo muy presente en un tema en el que creo que todas las virtudes de
la banda cuajan de forma inmejorable. También tenemos When History Repeats Himself con su toque épico y emotivo justo
antes de que The Bold Move nos
envuelva. Se trata del tema más largo del disco en el que tienen tiempo de
realizar dos partes bien diferenciadas, una primera a modo de balada
preciosísima y una segunda desenfrenada y furiosa con las guitarras desatadas.
El disco termina con Heads Held High
que comienza con una pequeña intro de cariz futurista para pasar a unas
guitarras más agresivas y distorsionadas que las que hemos escuchado
anteriormente de esas de mover cuello a lo AC/DC para ir desprendiéndose poco a
poco de esa rudeza y acabar de forma dulce y apacible.
A lo largo de este disco se puede disfrutar de un
despliegue de las mejores virtudes del Hard Rock de finales de los 70 sin
aderezos ni sobreactuaciones. La banda se muestra tal como es y deja que sean
los temas quienes hablen por sí mismos. Si te gustan las bandas que han sido
nombradas a lo largo de la reseña no veo razón alguna para que no disfrutes de
este disco.