By Iñaki Albuerne
NILE, los auténticos y milenarios Dioses del antiguo Egipto dentro del Death Metal están de vuelta y de una forma realmente buena, que la verdad me ha sorprendido después de su flojo trabajo del 2012 At the Gate of Sethu. Flojo si lo comparábamos con las obras maestras que tenían a sus espaldas.
Aquí tenemos de vuelta a los mejores NILE, de la época de trabajos como Annihilation of the Wicked o incluso de su afamado In their Darkened Shrines pero con las obvias diferencias de ser What Should Not Be Unearthed una nueva obra con nuevas composiciones e ideas, siempre dentro de los parámetros de la banda. Pero por esas arenas y tiempos se mueven.
Vuelven a esos trabajos de técnico y brutal Death Metal con alma, con esas auras envolventes que conseguían hacer tan bien en el pasado y que aquí vuelven a rememorar a la misma altura de sus obras más destacables en su discografía.
Sé que mucha gente estará cansada de la misma receta, de que se basen en las mismas melodías, y así editen un álbum notable o sobresaliente. No lo reconocerán, pero es NILE, y dentro de sus leyes musicales, aquí no detecto fallo ninguno.
Técnica, Brutalidad, buenas melodías y ritmos machacantes, sus momentos más apaciguados y ancestrales donde evadirse como Ushabti Reanimator con armonías de otros tiempos también están presentes, algo que en sus últimas obras escaseaban un poco, así que tenemos un trabajo bastante completito.
También han reforzado los momentos densos y espesos, Age of Famine y el tema que da título al álbum What Should Not Be Unearthed pueden servir de ejemplo de ritmos a medio tempo o lentos. En el resto de los cortes, aunque en su mayoría sobresalgan las grandes velocidades, casi siempre dejan espacio para meter en mitad del tema densidad y consistencia rítmica llena de oscuridad.
todo seguidor de NILE
debería tener esta obra en sus manos
Entre los más brutales destacar Rape of the Black Earth el cual suena sin compasión ninguna hacia el oyente. Negating The Abominable Coils Of Apep, In the Name of Amun y Evil To Cast Out Evil tampoco se quedan muy atrás en cuestión de querer sonar crueles, aunque los dos últimos nombrados, no siendo tan directos e introduciendo algo más de melodía y musicalidad egipcia entre sus notas.
Sé que no seré el primero en sorprenderse en que suene tan bien, y no niego que tenía algo de miedo en el cuerpo de cómo podría sonar, después de su anterior álbum, el cual me gustó, pero sin más, dejándome bastante frío en algunos aspectos. Y es que teniendo tan buenas obras a espaldas, tampoco es fácil que todos sean de la misma calidad notable o sobresaliente. Pero en “What Should Not Be Unearthed” me han convencido una vez más, como lo hacían hace diez años o más.
Todo seguidor de NILE debería tener esta obra entre sus manos, pues reúne nuevamente todos los mejores ingredientes de la banda, incluido entre esas cosas la producción. La técnica compositiva, que alcanza cotas realmente sublimes a las guitarras, poniéndome en alguna ocasión los pelos de punta, y George Kollias siempre enorme en su trabajo detrás de la batería, que aunque suene mínimamente por debajo de la muralla de sonido creado por las guitarras en ocasiones, se deja escuchar a la perfección y se ve todo el buen trabajo que hay detrás de ella, como no podía ser de otra manera con un autentico maestro de las baquetas.
Una de las cosas que haré este año es verlos en directo en su gira española, para además de escuchar su repertorio más mítico, disfrutar de cómo suenan estos temas en directo, que seguramente sean arrolladores y nos aplasten a su paso. ¡Estáis avisados mortales!
