By Larry Runner.
Tonalidades graves en onda groove inundan el debut de THYBREATH. Una banda que no ha parado de trabajar para presentar este álbum de debut que me acercaron desde Madrid los BLACK DEVIL en su última visita y que "el Trasgu" se encargó de esconder en una pila de discos a la que no correspondía. De ahí que esta reseña se haya retrasado hasta la eternidad, hasta tal punto que a día de hoy la banda ya no tiene en ella a su bajista y están inmersos ahora mismo en la búsqueda de uno. Espero me perdonen el retraso. Intentaremos compensar la afrenta de alguna manera.
¿Que tienen de especial THYBREATH para que hable de ellos? Hombre, así de primeras, está claro que no han inventado el metal. Este disco de debut incluso puede que no te entre de primeras, pero si le pegas un par de vueltas, cuidado, porque seguro que ya te vas encontrando más a gusto. Los riffs montañosos se intercalan entre sinuosas melodías. La voz es tan agresiva como la impenetrable base rítmica, que no deja lugar a huecos. Navegan entre los METALLICA de este siglo y los MACHINE HEAD más enfadados.
parece haber buenos mimbres
Y es que los temas de THYBREATH son intensos, azotadores, en un disco que personalmente creo que va de más a menos. Me gusta el comienzo. El estallido de Adrenaline, la incontestable Shot y el solo de Life is a Game son como la salida en tromba son como el primer cuarto de hora de un equipo local. El resto del álbum no supera ese inicio. Pure Hatred tiene detalles "Metallicos" como para ser resaltada también, y es que como podrás comprobar a lo largo de todo el álbum, la voz de Rott te recordará a un Hetfield con mala uva. Pínchate Blood in Your Eyes y compruébalo.
La segunda mitad del álbum no consigue superar a la primera, pero no por ello empaña lo que es un debut discográfico lo suficientemente decente como para que haya que estar atentos a sus movimientos a partir de ahora. Parece haber mimbres. El tiempo dirá si la aventura tiene continuidad o se diluye como pasa con otras muchas bandas. Buena carta de presentación.
© Diario de un Metalhead 2015
