By Larry Runner.
Siempre han estado ahí. En unas épocas muy arriba, en otras un poco menos pero presentes. Parecen ser una banda que nunca ha dejado indiferente a nadie, despertando casi la misma cantidad de cariño que de odio. Pero lo que hay que reconocer es que HAMLET siempre han estado entre los grandes del metal español sabiendo adaptarse a los tiempos y cambiar su piel para estar en la batalla de forma continua. Han publicado discos muy buenos y otros simplemente buenos. Su calidad siempre ha estado presente y las notas de sus discos han sido muy altas.
Ahora Maldito Records publica su nuevo álbum, titulado La Ira. Un carguero de inteligentes letras que navega por los mares de la influencia Cavalera, en aguas intranquilas de graves, oscuros y turbios sonidos con un elevado nivel compositivo.
El disco está plagado de riffs contundentes, de intensidad con buenos solos, estupendas rítmicas y estribillos. De esta manera las canciones se te irán grabando en la cabeza con las sucesivas escuchas. Es fácil que te enamores de la inicial Lamento y que salgas de casa tarareándola.
Otro tema que me alucina es Imperfección. Conciso y contundente con ese "la perfección no es lo natural, lo natural es la imperfección" que cantarás seguro. Sería un single casi perfecto. El tema no llega a los tres minutos y te hará subir aún más el volumen del equipo.
Me encanta como suena la batería, bueno, en realidad como suena todo. Porque las rítmicas son más heavys que cagar chinchetas. Esto es Metal de verdad, bien ejecutado y bien grabado. Imposible permanecer impasible. Fíjate en la del video, Mi Religión. Sonidazo el conseguido en los Sandman Studios dicen que de manera analógica.
Ser o No ser comienza con el bajo a toda hostia y a tiempo lento. Muy típica de la banda, estalla luego con la voz de un Molly que sigue al nivel altísimo que siempre ha ofrecido. Suena como todas, como un bofetón a mano abierta y llegado a este punto empiezo a plantearme si lo que estoy escuchando no es lo mejor de HAMLET de los últimos diez años. Y es que no veas como arranca Salvación. La fortaleza rítmica para luego ir transcurriendo entre variaciones de velocidad llegando incluso al blast beat. O te pones a botar o le das al headbanging. Reprimirse no es posible.
Cito estos temas por intentar resaltar alguno, pero la verdad es que es complicado, porque el disco es acojonante. Y lo es porque la combinación de la contundencia con la melodía es sencillamente perfecta y los temas acaban por ser redondos gracias a que los estribillos hacen que te acabes enganchando a todos los cortes, que además no son largos y parecen tener la duración perfecta. Sólo los dos bonus tracks pasan de cinco minutos. El resto del álbum está compuesto por temas cortos, de menos de cuatro a excepción de Sin Tiempo que Perder.
Lo lógico es que el álbum fuese perdiendo fuelle a medida que transcure el minutaje. Pero para nada. Irreductibles es el décimo corte del disco y es brutal también y quizás de las canciones más enormes del álbum, lo que viene a demostrar que no hay temas de relleno. Niego viene detrás y es buenísima también, con unas melodías fantásticas que para nada ablandan el sonido y que además se combinan con una parte del tema muy machacona.
Testificar, el primero de los bonus, es muy oscura, la que más del álbum. Comienza con una parte instrumental importante. La voz de Molly tarda en entrar y lo hace cuando ya vas pensando que el tema pueda ya ser instrumental. Tiene unas combinaciones de ritmo fantásticas y una musicalidad enorme para la cera que en realidad estás escuchando con esa batería que parece que va a reventar en cualquier momento uno de los parches de las hostias que suenan a lo largo de todo el álbum.
En definitiva un disco a recomendar muy seriamente. Si tienes prejuicios sobre ellos, olvídalos y disfruta de lo que te ofrecen, porque La Ira va a ser uno de los discos del año. Tiene de Cavalera, de Lamb of God, pero sobre todo tiene … de HAMLET. Me alegro que estén aquí de nuevo.
HAMLET estarán el estarán el día 16 en Diario de un Metalhead (Radio).
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