Texto y fotos: Larry Runner.
Ya sólo quedan 347 días para Wacken 2015. ¡Ah no, espera! que aún toca hablar de 2014, pero es que como el 2015 está SOLD - OUT sin apenas anunciar bandas, uno ya pierde el norte y casi se lía. Es normal, como bien decía mi amigo Leónidas, “en Wacken desaparecen responsabilidades y preocupaciones, Wacken es la felicidad”. Por eso el éxito. De ahí que uno vaya una, dos y diez veces seguidas si hace falta. De ahí se extrae que no importen ni los nombres de las bandas ni si llueve o hace sol, aunque este año fue lo sergundo. Sol continuo, como nunca antes, de tener que echar crema para no chamuscarse, porque cuanto más al norte, más duro golpea el astro rey.
Llegamos el miércoles, en cuanto pudimos escaparnos de las obligaciones laborales, aquellas que nos dan de comer. A media tarde aparcábamos en la explanada del Check-In de prensa y en menos de diez minutos lucíamos pulsera VIP en la muñeca y un par de acreditaciones al cuello que nunca sabemos realmente para que sirven. Estábamos sin comer, así que la primera parada se produjo en un bar del mismo pueblo, uno de esos “biergarden” ambulantes que tanto gustan a los nativos. Currywurst para nuestro necesitado estómago bien regado de cerveza local. Allí mismo ya nos cruzamos con gente española, en este caso con organizadores del Arrastro Rock que nos saludaron.
Una vez repuestas las fuerzas tras las horas de carretera, avión y carretera otra vez, entramos en el basto recinto, que presentaba importantes y exitosas novedades. El número de accesos ha sido reducido, pero son más amplios, más lógicos y mucho más ágiles. Además, sólo se cachea a la gente una vez, con lo cual, una vez dentro del recinto puedes circular libremente, sin detenerte, lo que agiliza tus viajes de uno a otro escenario.
El Biergarden principal ha cambiado de ubicación, desapareciendo así los tapones en la plaza principal de la ciudad del metal cuando tocaba uno de los grandes y todos salían a la vez rumbo al camping. El Metalmarket ha sido dividido en dos mitades, apareciendo por el medio una amplia avenida que te lleva desde el exterior hasta el mismísimo centro neurálgico del lugar. Un segundo acceso estaba situado en la zona trasera del Bullhead. Desde allí accedía gran parte del público procedente del camping. Las colas eran casi inexistentes para entrar y mucho menos para salir. Por tanto, acierto importante.
un nuevo escenario, el Wasteland Stage,
vino a sumarse a la zona del Wackinger
Otro tanto que se ha marcado la organización del festival, es la entrega de la cantimplora para el agua. Varias fuentes estaban situadas de forma estratégica, repartidas por diversos puntos del festival y con cada Full Metal Bag, la bolsa de bienvenida que se entrega al colocar la pulsera, se incluía dicha cantimplora. Vimos a miles de personas utilizarla. Fue un gran acierto, pues como digo, el sol fue la estrella del cartel.
Un nuevo escenario, el WASTELAND STAGE, vino a sumarse a la zona del WACKINGER, con conciertos y diversos espectáculos a lo largo de todo el día, una forma más de repartir a la gente, de diversificar y de evitar aglomeraciones. A pesar de ser casi 100.000 las almas que circulan por el festival, este año no vimos aglomeraciones. Las bebidas conservaban los precios del año pasado.
Otro importante cambio fue el de la situación de la Press Tent, la zona de prensa. Antes estaba situada al lado del Black Stage, lo cual te complicaba la vida si necesitabas acudir al Bullhead o al Wackinger. Ahora está en un punto intermedio y desde allí no tardabas ni cinco minutos en plantarte frente a cualquiera de los escenarios. Eso sí, el camping VIP estaba situado a un kilómetro, pero no te lo pierdas, la organización dispuso de un autobús lanzadera que hacía el recorrido de continuo. De todas formas ya han anunciado novedades para el próximo año, entre ellas la de que la prensa pueda disponer de wifi incluso en el camping.
ya han anunciado novedades
para el próximo año, entre ellas la de
que la prensa pueda disponer de wifi
que la prensa pueda disponer de wifi
incluso en el camping
Eso es así a groso modo, lo más destacable entre los cambios que nos encontramos este año, aunque seguro que se me escapan muchos, pues no pude ver todos los recovecos de las 220 hectáreas de la Holy Land, y mucho menos los 42 kilómetros cuadrados de la zona de acampada. Soy humano.
Si buscamos la crítica, desde luego que no todo es perfecto. El precioso programa de 148 páginas está disponible sólo en alemán. Una lástima, pues a buen seguro que la información que en él aparece es muy valiosa. Como no tenemos ni idea de alemán, nos contentamos con mirar las fotos y alegrarnos de ver a los valencianos [IN MUTE] aparecer en una enorme foto de su página 54.
JOHN DIVA & THE ROCKETS OF LOVE
Ya metido en faena y muy muy cansado (plantarse a ver un concierto tras 40 horas sin dormir no es muy recomendable) me dirigí al HEADBANGERS STAGE. Allí a las nueve y media de la noche actuaba JOHN DIVA & THE ROCKETS OF LOVE, banda de versiones que ante la aún ausencia de conciertos en los tres escenarios grandes, abarrotó el BULLHEAD y lo puso patas arriba a base de los mejores clásicos de BON JOVI, KISS, WHITESNAKE, TWISTED SISTER, EUROPE, GUNS N’ ROSES, etc. Lo mejor del hair metal fue disfrutado en vivo con una banda maqueada como en los 80 y con un grupo de cheerleaders como acompañantes para la ocasión. Sin ser un gran cantante, Jon Diva se lo montó de lujo con buenos covers gracias a su estupendísima banda acompañante y un muy buen sonido.
Tras el fiestón de hora y media decidimos irnos a dormir para comenzar con ganas al día siguiente con la primera de las tres duras jornadas del festival, que nos iba a deparar más de una emoción tan grande como para poner a trabajar las lacrimales.
continuará ...
© Diario de un Metalhead 2014.
continuará ...
© Diario de un Metalhead 2014.
Vínculos relacionados:
√ IN MUTE: Wacken 2014 aquí
