18 de enero de 2014, fecha marcada en el calendario histórico de nuestro blog a fuego, ya que organizábamos nuestro segundo festival, ésta vez en comunión con Subterráneo Heavy, y yo a casi mil kilómetros. La verdad es que merecía la pena ya que DREAM THEATER pisaba el Sant Jordi Club tras tres fechas en la península (una en Portugal). Con los ecos aún recientes de su concierto de Madrid en el que pasó todo lo malo que podía pasar y tras un excelente concierto en Pamplona, una larguísima cola nos esperaba en el recinto. Un lugar, que pisaba por primera vez y que me ha dejado un grato sabor de boca en cuanto a sonido y comodidades se refiere.
Concierto dentro del formato An Evening With, nos iba a regalar tres horas de virtuosismo dentro de tres actos bien diferenciados. El primero de ellos centrado en la historia reciente del grupo, y con éste vamos a empezar.
Al igual que en su homónimo, The Enemy Inside, precedida de su intro, era la que abría fuego en la Ciudad Condal. Con la gran pantalla proyectando el video-clip, el sonido era compacto y duro y la parte final del tema quizás la más técnica sonó igual que en el disco. Me pareció un temazo en su premiere y me lo sigue pareciendo ahora.
El gran final de la extraoficialmente llamada Saga Alcohólica de Mike Portnoy, The Shattered Fortress era la siguiente. Quizás, la que más me gusta, muy completa y con extractos de todas las canciones que componen esta masterpiece. El final con las notas de The Glass Prison es emocionante, la verdad.
On The Backs of Angels, el esperadísimo single que gustó tanto allá por septiembre de hace unos años, era la siguiente. Al igual que con The Enemy Inside, el video-clip nos acompañó en las pantallas gigantes. Y tras The Looking Glass llegaba el primer gran momento de la noche. Lejos está ya aquel Live in Budokan donde sonó por última vez hasta esta gira Trial of Tears. Esa maravilla salida de la cabeza de John Myung y que cerraba el Falling into Infinity. Con unos videos muy acordes al tema, la gente disfrutaba y coreaba emocionada ese “It´s rainning, it´s rainning on the streets of New York City…” Enorme.
Enigma Machine, ese corte instrumental que no me gustó nada en el disco (y que deje señalado en nuestra review) me enganchó del todo en directo. Podría ser porque fue la elegida para que las caricaturas de los miembros tuviesen su aventura habitual en todos los conciertos de los de Long Island, pero me gustó mucho más que en el disco.
Quizás la reacción del publico que mas me sorprendió fue en Along For The Ride, no me esperaba que la canción hubiese gustado tanto a los fans y fue una de las más coreadas de todo el concierto. Breaking All Illusions, su masterpiece del A Dramatic Turn Of Events fue la que cerró el primer acto del concierto. Poco se puede decir de esa canción que no se haya dicho ya. Excelente el solo de Petrucci, una vez más.
Durante el descanso de 15 minutos, como si de una obra de teatro se tratase, se proyectaba un mix de videos de youtube subidos por los fans y relativos a la banda. Los míticos videos de la figura de acción de Petrucci, el iPod de Labrie o un sin fin de versiones amateurs de sus canciones. Una pena que Madrid no pudiese disfrutarlo, la verdad.
Veinte años hace ya de Awake, ¡¡y parece que fue ayer!! Éste iba a ser el protagonista del segundo acto del concierto. Un paseo por los grandes temas que conforman este disco. The Mirror y Lie, juntas fueron las que abrieron fuego y ¡madre mia! ¡Que Pasada! El bueno de Rudess ya no sabe qué hacer para innovar y aquí nos sorprendió poniéndose una teclado portátil en el pecho y saliendo a tocar con Petrucci (se puede ver en la foto debajo del párrafo). Lo del solo de Lie ni comentarlo, fuera del alcance de la inmensa mayoría de los guitarristas de este planeta.
Otra de las grandes del concierto fue Lifting Shadows of a Dream, tema francamente fetiche para los seguidores de la banda. Sonó estupendamente, demostrando que Awake es uno de los discos que mejor han envejecido.
Tras Scarred (bastante habitual últimamente en los shows de DREAM THEATER) llegaba la otra sorpresa, y en la que voy a hacer un inciso. Era la CUARTA VEZ en 20 AÑOS que tocaban en directo Space Dye-Vest. CUARTA VEZ en 20 AÑOS! Es un temazo, complicada y francamente técnica, una gozada. Es una verdadera pena que ciertos “circos mediáticos” se dedicasen a sacar la libreta esperando apuntar la pifia o la nota fuera de lugar (con su minuto y segundo exacto) para crucificar a un músico. Me da pena, la verdad, es cierto que Mangini entró mal, si, ¿y que? Evidentemente a todos nos gusta ver un concierto perfecto, éso está claro, nadie es tonto, pero joder, si se equivoca…
¿Que vamos a poner nota a un show de tres horas por una pifia de 5 segundos? ¿En serio? ¿Es mejor ensalzar la figura de un “músico” con apellido de miembro viril que utiliza (o utilizaba) instrumentos informáticos para enmascarar sus evidentes carencias técnicas a la batería? ¿Preferimos eso que una pifia de uno de los mejores baterías del mundo? Cierto es que Portnoy es Portnoy, cierto, pero cuidado eh? ¡Que nadie echó a Portnoy de Dream Theater! ¿eh? Se fue él solito. Volvamos a hacernos preguntas… ¿Preferimos que una de las mejores bandas de la historia se fuese a la mierda por un calentón de uno de sus miembros? ¿Es justo que se llame MERCENARIO a un músico que hace su trabajo, pasó los castings como los demás y que la única desgracia que ha tenido es que fue elegido por los otros cuatro miembros? No me hagáis reir por favor. Mangini no es Portnoy y Portnoy no es Mangini, pero como leí a un gran amigo no hace mucho… Mangini tiene el gen DREAM THEATER y congenia a la perfección con los demás y a quien no le guste, que no mire.
Para cerrar el segundo acto la elegida fue Illumination Theory, y me reafirmo en lo que llevo diciendo mucho tiempo, los últimos 6 minutos de la obra son emocionantes a más no poder, con un gran Labrie a la voz y un solazo de Petrucci a la altura del final de Octavarium, cinco minutos de aplausos me parecerían irrisorios para premiar semejante obra de arte.
Pero para obra de arte, el final del concierto. Soy un friki, lo reconozco, estudio los set-list al milímetro, y cuando leí como terminaban los conciertos me quedé sin palabras. Lo he dicho una y mil veces, para mi el Scenes From a Memory es el mejor disco de la historia de la música y a falta de poder disfrutarlo íntegro en directo (difícil), poder disfrutar cuatro canciones seguidas y enlazadas es de agradecer. Overture 1928, Strange Deja Vu, The Dance of Eternity y el gran colofón que supuso Finally Free hicieron que hubiese gente hasta de rodillas a mi alrededor. Mágico y muy especial volver a vivir la historia en directo de Nicholas, The Miracle y Victoria tras tantos años en nuestras mentes y nuestros corazones. Una pasada.
Gran paso de los americanos por nuestro país con un gran show y muy trabajado como siempre. Pase lo que pase la magia de estos cinco animales seguirá entre nosotros y si su creatividad en los discos sigue siendo la de estos últimos trabajos podremos disfrutar durante muchos años. Gracias DREAM THEATER. Keep The DREAM Alive!
© Larry Runner 2014. Si nos vas a copiar, al menos cita la fuente.
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